Cátedra de Conmemoración: XI Aniversario de la Casa de Oración

Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Padre Eterno, Jeohvah Señor de los Ejércitos

Canalizado por: Hermana Concepción.

El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros, Humanidad entera. He aquí al Padre, he aquí al Hijo y he aquí al Espíritu Santo; ¿qué esperas de Mí, Humanidad entera?

Contempla en verdad, cómo sois en temor y no es mi Mano Poderosa quien ha venido a forjar toda maldad habitada en el Haz Terrenal. ¿Qué sería de vosotros si fuera mi Mano levantada contra vosotros? Correrías como aquellos insectos bajo la piedra.

Mas así mismo perdón os entrego a todos y cada uno de vosotros; pero Yo como lo hizo Pilatos en un Tiempo: ¡lavándome las manos sois en estos instantes, porque no ha sido mi Voluntad que haya sido desatada esta peste! Mas mirad y aguardad.Si en verdad fuera mi furia desatada con vosotros, ¿qué sería de cada uno de vosotros mismos Humanidad entera?

Mas ve y contempla, y síguete ensuciándote del fango que vosotros mismos habéis provocado…

[Canto: “Padre nuestro que estás en los Cielos..”]

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu limpio y puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Benditos y alabados sean –mis hijos amados–. Tomando sean de vuestro banquillo y escuchad con atención mi Consoladora Parábola.

Benditos sean los unos y los otros, benditos sean y recibiéndolos sois de grande manera, con los brazos abiertos a todos por igual, sin distinción alguna de Raza, ni Credo, ni Color, porque todos sois mis hijos y a todos he venido a recibir por igual.

Bienaventurados aquellos que abriendo su corazón sois, bienaventurados sois los que presurosa es su calza para llegar a la Casa de Oración, bienaventurados sean los que levantaron un Palmo para entregar el pan de cada día, bienaventurados sean los que dieron un denario para embellecer ese mesar porque multiplicado será en lo material. Mas bienaventurado aquel que cerró de sus bolsillos porque así mismo cerrados quedarán, porque no es más lo que pido sino de voluntad has de dar. Mas aquel que hace y da cuando no es su voluntad, no es bien visto ante tu Jesús amado, porque ofreces de corazón y de corazón os lo recibo. Mas cuando así mismo eres dando solamente para dar a saber a los demás que “diste”, no es bien recibido por tu Jesús amado. Entrega sin que haya visión de otros a tu alrededor, entrega sin dar a saber, y entrega de corazón, si no mejor guárdalo mis pequeños benditos.

Mas así mismo bendecido es aquel que no se sentó en el banquillo a esperar, sino que así mismo levantó su calza y en ayuda estuvo, pero lo hizo de buena Fe y de corazón. No pongas excusas porque así mismo la labor te será cerrada, el bolsillo permanecerá sin nada. Da de corazón y no por obligación, mis hijos benditos y bienamados.

Mas recibiendo sois a todos por igual, mas así mismo, recibo a aquel que adolesciente va, aquel que en temor lleva, recibo a aquel que tristeza lo acongoja, aquel que en el derramar de las lágrimas, recibo a aquel que pide por su enemigo, recibo a aquel que pide por el mal vecino, recibo a aquel que ha solicitado de mi Palmo para llevarle adelante, recibo de aquel que me pide el pan de cada día.

Mas los recibo a todos por igual en alba primicia del mes de abril, del año del hombre dos mil veinte. Este momento en el que atraviesa la Humanidad puede abrirse un agujero o puede abrirse aquella dimensión, mas de vosotros depende cuál has de atravesar. Aquel que cae en ese agujero es aquel que se va llenando de falsas palabras, aquel que va escuchando cada momento y cada instante todo lo que se blasfema por aquellos medios, aquel que teme aquel que duda, aquel que no tiene Fe. Mas atraviesa esa dimensión aquel que me ama, aquel que confía en Mí, aquel que ve por si mismo, porque al ver por sí mismo ve por los demás; aquel que no espera y aguarda a todo lo que le dicen, sino que analiza lo que ha de venir. Es ese el que va a atravesar aquella dimensión. Mas vosotros mismos deciden si caen al agujero, o atraviesan la dimensión.

Ve por ti mismo, porque así mismo estará mirando por los demás. Contempla, contempla tu cuerpo, contempla tu ser, contempla tu Casa Espiritual que eres tú mismo, ve por la vida, más ve también por la muerte; mirad y contemplar todo cuanto acontece en el Haz Terrenal.

Lustros atrás os previne de esta oscuridad, mas así mismo, es la mano del hombre por su avaricia, por su egoísmo, por su vanidad. ¿Mas qué esperáis vosotros de tu Jesús amado? ¿y qué esperáis de tu materialismo? Analiza el materialismo y analiza tu espiritual.

Asi mismo mis hijos benditos y bienamados, todo ello conlleva la dolor, a la tristeza y a la desolación. Mas lo dice vuestro Jesús en este instante y en este momento: ríe, baila, canta y sé feliz, porque no serás culpado por llevar la felicidad en un mal momento por el cual estás pasando, sino al contrario esa alegría que llevarás te llenará de vida, de fuerza y de fortaleza; porque caerá el débil, el falto de Fe, el falto de Amor y seguirá en pie aquel que sea fuerte como el roble.

¿Dónde está tu Fe, mis hijos benditos, si temes de todo lo que escuchas, y haces oído sordo a lo que te dice tu Jesús?  ¿He dicho que caerás, mis hijos bendito? ¿He dicho que padecerás? ¿Por qué temer de tu Jesús y por qué dudar?

Dicho es que caerá aquel que duda de la Parábola de tu Jesús, porque no abren el corazón para recibir lo que entrego a cada uno de vosotros. Mas así mismo os digo en este instante: haz lo propio y analiza qué quieres para ti y qué quieres para la Humanidad.

En este momento es tiempo de reflexión para que analices cada uno de tus pasos, cada uno de tus momentos cada una de tus palabras, este es el momento en el cual tienes a los tuyos, ámales en verdad, no esperes a que la calamidad llegue a vosotros para que seas viendo por ellos. Cuídate en verdad os lo dice vuestro Jesús, porque la penumbra aún no ha llegado del todo; mas así mismo aquel que me ama, aquí lo llevaré; más aquel que duda, voltearé mi Palmo y caerá. Está en vosotros, mis hijos benditos y bienamados.

En esta bendita alba llena de Gracia, en la cual un lustro más se cumple, de que forjada sois estas cuatro paredes para así mismo resguardar a mis discípulos: cuarenta albas duró aquel diluvio, cuarenta albas así mismo estuve Yo en aquel resguardo, cuarenta albas para llegar con mis discípulos y cuarenta albas te piden a vosotros que te encuentres, mas no en aquella desolación sino que te encuentres a ti mismo, encuentres tu propio Yo y encuentres aquellas respuestas a tantas preguntas para que veas en verdad, qué es lo que harás, qué es lo que necesitas y cómo saldrás adelante.

Mas analiza, analiza cada una de las Parábolas que traigo para vos. Sé como el águila que todo lo contempla desde lo alto; no te quedes inclinado esperado qué ha de caer. Mas si lo dice tu Jesús: guárdate en tu hogar y cuida de ti, cuida de los tuyos mis hijos benditos y bienamados. Mas no temas de Mi porque aún no es el momento en que sea tocada la Humanidad por mi Mano y por la Mano Poderosa de mi amado Padre. No sois furia, no sois dolor, no sois tormento, sois un Padre de Amor. Mas ve en tu entorno quiénes en verdad me aman, aquellos que en verdad me aman son los que saldrán adelante. Mas no temas jamás, porque cubriéndote seré con mi Manto Divino.

Postro en ti, en estos instantes, la Corona de Espinas porque sentirás el dolor. Postro en ti el Vinagre, porque sentirás la resequedad en tus labios. Mas postro en ti la Luz y la Gracia porque despertarás a la nueva alba, la Nueva Era en la cual serás en Paz y en Tranquilidad. Bendito eres en verdad, oh Pueblo amado de Israel, oh Humanidad entera.

Mas no abras vuestros labios para blasfemar, porque no es más el que blasfema, ni es más escuchado aquel que abre vuestros labios, que aquel que los sella, porque Yo no vengo escuchando tus labios, sino el palpitar de tu corazón. Abre tu corazón y allí me encontrarás… no abras vuestros labios, porque oido sordo haré. Espera y aguarda en tu hogar, pero en oración, no te pido toda el alba sino un instante solamente. Ora por ti y así estarás orando por los demás. Ora por tus gobernantes porque no saben lo que hacen. Mas así mismo, Humanidad entera, Paz y Tranquilidad llegará a vosotros, llénense de mi Luz, porque mi Luz es con todos y cada uno de mis hijos.

Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?

No temas, oh Pedro bendito, que aquel que en verdad esté conmigo en marcha seguirá. Mas aquel que solo lo diga de dientes para afuera, es el que quedará en el camino. Toma y lleva Pedro bendito, para que así mismo seas sacando adelante a la Humanidad entera. Fuerza y Fortaleza te entrego, Sabiduría y Entendimiento para ser aquel sostén de la Humanidad entera. Toma y lleva varón amado. Levanta vuestra calza y sigue a vuestro Maestro.

Benditos y alabados sean, corazones de buena voluntad, mas no temiendo sean jamás de mi Luz, de mi Fuerza y de mi Fortaleza. Mas así mismo, serán guiados por el sendero que han de transitar para que no sean quedándose en el camino. Mas abran su corazón de par en par para que en verdad sean contemplando mi Luz; no permitan que esa Luz se apague porque es el Faro Luminoso que Elías trae para vosotros.

Oh Elías, manifiéstate en esta bendita alba llena de Gracia y entrega ese Faro Luminoso de tu propia Mano a cada una de tus ovejas y corderos.

ELÍAS: Con sumisión y obediencia.

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina del Pastor Elías de Tisbe, el Anciano Venerable

Canalizado por: Hermana Juana

Amas al Padre, amas al Hijo, amas a la Luz bendita del Espíritu Santo. Esperas del Padre, esperas del Hijo, esperas de la Luz bendita del Espíritu Santo. Crees en el Padre, crees en el Hijo, y crees en la Luz bendita del Espíritu Santo. Y heme aquí, pequeños, en esta alba llena de Gracia: Elías, Elías el Hijo del Hombre, Yo he venido aquí en esta alba llena de Gracia a recibirlos con mis brazos abiertos.

Benditos son por recibirme y Yo los recibo por igual, pequeños, aquí en esta alba llena de Gracia. Yo he venido a entregarles de mi Luz, entregarles de mi Fuerza y de mi Fortaleza y de mi Sanidad; y todo he traído para ustedes – pequeños benditos– lo quieran creer o no lo quieren creer, Elías, Elías ha traído mucho para ustedes, ahí que quede en ustedes si no lo reciben, si no lo guardan, si no lo cuidan, pequeños benditos, pero Yo he traído para todos ustedes –pequeños– aquel que dude de Mi y aquel que no confíe en Mi, Yo le entregaré con mi Mano Poderosa mi Luz, mi Fuerza, las llavecitas del trabajo para que no les falte el sustento y el pan de cada día, el pan y la leche, la miel, la techumbre, y el pan sin levadura y bendecido ha quedado las flores, las antorchas, bendizco la Escala Perfecta de cuatro paredes para que ustedes lo lleven y que no se apague la Antorcha de la Fe con mi Faro Luminoso, en verdad les digo.

Y tú, varón bendito, cambia tu labor, busca otras labores para que sean abiertas aquellas puertas y para que no te falte el pan de cada día. Y aquella de tu compañera, Yo le abro sus pupilas para que en verdad, en verdad crea en Mi, porque ha llevado la duda varón bendito. Pequeña, Yo os te pido: Abre tus pupilas y abre tu corazón para que mi Luz Divina entre en tu corazón, y le lleve la Tranquilidad en tu Choza, pequeñas.

Bendizco los hospitales, bendizco las aulas del saber, bendizco a aquellos pequeños, bendizco las calles, bendizco los ríos y mares. Benditos son, y bendizco la gargantilla para aquellos cánticos, para que en verdad sean fuertes tus gargantillas.

No me despido, sino digo hasta pronto.

[Canto… “Vuela suspiro del alma, dile a mi Padre amado…”]   

 

JESÚCRISTO (NSJ): Bendito y alabado seas, oh Pastor, porque guiando serás a las ovejas y corderos que llevadas serán a orillas del Río Jordán para limpiar desmanchar de sus lanecillas. Bendito eres en verdad por entregar a Manos Llenas a la Humanidad entera.

Oh María, María acercadte y tomar de grande manera a la carnecilla que en preparación puede encontrarse y entrega tu saludo espiritual para arropar a cada uno de tus pollulelillos.

MADRE MARÍA: Con sumisión, con sumisión estoy.

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de María de Israel, Nuestra Madre Amorosa 

Canalizado por: Hermana Elpidia

El Ángel Gabriel anunció a María. El Ángel Gabriel anunció a María. El Ángel Gabriel anunció a María por Obra y Gracia del Espíritu Santo. Heme aquí os postrada ante ustedes mis polluelos benditos, para decir unas pocas palabras que vengo a entregar.

Una rosa he de entregar a cada uno de ustedes, os así mis polluelos benditos. Os así, os así mis pocas palabras son, os así he de venir y he de entregar porque es la Voluntad de mi Hijo amado que os así haya.

Y la Bendición he de dar a todos mis polluelos benditos, para que así mismo lleven y la Fe en ustedes mismos. Os no teman en verdad, pues su Fe llevarán en verdad, os los digo, y en pie estarán. Nada os tocará porque no es la Voluntad de mi Hijo amado.

Yo os bendigo en el Nombre de Dios Padre, de Dios Hijo y DIos Espíritu Santo.

¡Hecho está!

NSJ: ¡Bendita seas, Madre amada!

[Canto: “Vino rodeada de flores, a coronar pecadores…”]

JESÚCRISTO (NSJ): Benditos y alabados sean, porque torpezas sois llevando en sus gargantillas, mas no temiendo sois porque Yo las fortaleceré de grande manera. Contemplaré quién apto es para llevar este cargo, porque quien he elegido sella de vuestros labios cuando debe de abrirlos, y los abre cuando debe de sellarlos. Mas no temiendo, que en preparación han de encontrarse todos y cada uno de vosotros.

Recibiendo han sido del Pastor, y recibiendo han salido de la Reina de los Cielos. ¿Dónde puede encontrarse la Madre que no se encuentre el Hijo, y dónde puede encontrarse el Hijo que no se encuentre la Madre?¿Qué más pueden pedir, si han recibido a Manos llenas de todas y cada una de las Divinidades? Regocíjese vuestro corazón, os lo dice vuestro Jesús amado, y así mismo, mis pequeños hijos: tomad y llevad de grande manera, porque así mismo recibirán de mi Mano Poderosa la Sanidad, la Fe y el Amor, porque así mismo hará falta en vosotros y los llevaréis de grande manera.

 Acercadme, de vuestras aguas oh Pedro bendito.

Bendito y alabado seas. ¡Aguas cristalinas que traídas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser  y convertidas en Bálsamo de Sanidad! Aquel que bebiere de ellas sano y salvo será, porque esa es mi Voluntad. Acercadme vuestro ramaje; bendito seas en verdad.

He de entregar primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Reciban en verdad aquellas lejanas y cercanas comarcas que en desolación pueden encontrarse y desapareciendo ha de ser esa nube de oscuridad, que ha caído para maldad de la Humanidad entera. Sea este rocío en las altas y bajas montañas. Sea este rocío derramado a los mares, lagos y ríos. Sea este rocío a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos benditos, con culpa y sin ella. Sea recibiendo de grande manera aquellos de mis labriegos que van trabulando en las callejuelas, sin un refugio  de dónde cubrirse de la intemperie de los tiempos. Sea este rocío derramado a los campos y campesinos. Sea este rocío a los caminos y caminantes. Sea etse rocío derramado a vuestras aguas que serán convertidas desde lo material, serán convertidas en Bálsamo de Sanidad. Sean recibiendo estas monedillas que multiplicadas serán en lo material. Reciba este rocío a lo que me haces presente, que grandes manjares contemplo a vuestro alrededor y en multiplicación seréis para que aquellos que han depositado una monedilla para hacerlos presentes. Sea este rocío derramado a mis Pedestales, a mi Congregación Bendita y a mi Pueblo amado de Israel, a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos.

Hecho ha sido Pedro bendito.

Benditos y alabados sean, mis hijos amados, en alba primicia en la cual se cumple un lustro más, quiero contemplar los palmos de mi Congregación amada en estos instantes. Mas en verdad vanas contemplo sus palmos, más así mismo, no es menester que se encuentren alba por alba dentro de estas cuatro paredes, sino la labor es más allá de estar y permanecer encerrados. Más levanto tu trabajo Josué, porque sin estar presente laboras más que los que están aquí alba por alba; sube un peldaño, mi niño bendito y bienamado, que recojo vuestra labor.

Oh guardiana, bendita y bienamada, recojo vuestra labor, porque así mismo mantienes mi Casa de Oración impecable; levanto también tu cansancio, porque así no existe nada para ti que no sea la Casa de Oración y la mantienes siempre en estado conveniente para mi llegada, y por ello levanto vuestra labor, aún cuando tu cerebrillo ya no tiene la misma fuerza para recordar todo lo que has de hacer, no te limitas a mantener limpia mi Casa, y por ello es que levanto vuestra labor.

Pedro bendito y bienamado, preparad a mis hijas benditas y bienamadas, preparad al varón, porque así mismo mucha preparación os hace falta, a todos y cada uno de vosotros.

Mas así mismo no teman de mi Luz, porque no les faltará, más lo dice vuestro Jesús amado: resguárdense en sus hogares por dos semanas benditas, y así mismo llamen al Mundo Espiritual que Yo lo enviaré para que así quite sus malestares, sus problemas, sus dolores, sus congojas. Esperen y aguarden dos semanas en vuestro hogar, que después serán abiertas las portezuelas para recibir a Manos Llenas.

Yo os pregunto: ¿habeís quedado conformes? Benditos sois, que por vuestra conformidad yo entrego a Manos Llenas, tomad y llevad mis hijos benditos de la Miel, del Jergón, de la Uva, del Pan sin Levadura,tomad y llevad mis hijos benditos, de esta monedilla que multiplicada ha de ser en lo material. Tomad y llevad, mis hijos benditos, las llavecitas del trabajo, porque no faltará nada en vuestro hogar, porque no es esa mi Voluntad. Deposito esa monedilla a aquellos que pusieron un denario, por mínimo que sea, para así engalanar los manteles largos de este lustro más que se cumple; décimo primero lustros que sois en esta Casa de Oración. Aquel que dio de aquel denario y puso de sus palmos para la ayuda, Yo le bendigo en verdad y le multiplico y le doy Fuerza y Fortaleza. Tomad y llevad, mis hijos benditos.

No teman de mi Luz, que dejo en el Haz Terrenal a todos y cada uno de mis Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines; miradlos aquí con vosotros. A mi diestra Miguel, a mi izquierda Rafael, tras de mi Gabriel, por delante Uriel y todos los demás distribuidos entre vosotros, y tómense de ellos, que ellos les guiarán, y no teman a la maldad de la Humanidad porque heme aquí entre vosotros, abran su corazón y allí estaré. 

Mi Paz sea con vosotros. Tomen de mi Bendición en el nombre que sois el Padre, el hijo y la Luz Bendita del Espíritu Santo. No os digo adiós porque nuevamente estaré ante vosotros.

[Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos..”]