Cátedra 1 Agosto 2019

Catedra Agosto 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera vez, por segunda y por tercera y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.

Pasad a tomad de vuestro banquillo, y escuchad mi Consolador Parábola.

Benditos y alabados sean, mis hijos amados, que habéis limpiado vuestra calza desde primera hora para acudir al llamado de tu Jesús Bendito. Heme aquí ante vosotros, en Espíritu y en Verdad, crea el Hombre o no lo crea, Jesús de Nazareth –en Espíritu y en Verdad– es entre vosotros para recibir a los corazones sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual.

Recibiéndoles sois en esta bendita alba llena de Gracia, alba primicia del mes de agosto del año del hombre 2019, en la cual mi aposento es ante vosotros, porque una vez os lo dije: que siendo uno o más reunidos en mi Nombre, mi Presencia sería ante vosotros. Mas no blasfemes, os lo dice vuestro Jesús Bendito, más no murmulles, no grites de viva voz, porque no sois escuchando a los que a grito abierto sois haciéndome el llamado. No tienes por qué gritar para implorar mi Nombre y Yo poderme hacer presente ante vosotros. Solamente abre el fondo de vuestro corazón de par en par, eleva una plegaria y Yo estaré presente ante vosotros.

Apártate de la penumbra de la cual es cubierta tu envoltura, mirad y contemplad el fango que os cubre vuestra vestimenta, el fango que cubre vuestra envoltura. Mirad y contemplad la penumbra que es cubriendo vuestro espíritu por vuestro mal palabrerío, por esa lengua viperina que no es cesando ningún instante. Mirad y contemplad cómo es ensuciándose tus palmos al tomar lo que no les corresponde, como es vuestra gargantilla abriéndose de par en par a lo que no es menester que pronuncies: Observa, analiza y calla, os lo dice tu Jesús Amado.

Mas nada te pertenece, mirad y contemplad a vuestro alrededor, las maravillas que he puesto para vosotros y las cuales vosotros vas destruyendo, vas pisoteando, mis hijos benditos y bienamados. Todo cuanto tus pupilas pueden contemplar, hecho ha sido para vosotros, para vuestro júbilo, pero vosotros vais echando en saquillo roto, vas ensuciando todo lo que a tu paso se puede encontrar. Vas dañando todo lo que te he entregado, para que seas saliendo adelante.

No sabes ser compartido porque eres en avaricia, mis hijos benditos y bienamados. Contempla al Astro Rey que viene cubriendo a todos por igual, y vosotros sois egoístas y lo quisieses solo para uno mismo. Contempla las nubes, cómo son derramándose de grande manera y vosotros sois en el egoísmo. Mirad y contemplad, los luceros del anochecer, sois hechos y forjados para vosotros. Mira y contempla las florecillas, por qué no ser como ellas, frondosas y con aquellos aromas que destilando sois. Por qué no ser como aquellas mariposas que abriendo sus alas sois para trabular a lejanas y cercanas comarcas. Mas vosotros sois como aquellos árboles que sois aquellas ramas secas, porque ningún fruto dais ni aquella sombra entregas. No mis hijos benditos y bienamados… Sé como aquel árbol frondoso que pueda cubrir con sus ramajes y dar esa sombra; sé fuerte que nada haga que seas cayendo. Contempla en verdad, cada una de las Parábolas que vengo a entregarte en verdad. Mira y contempla, cómo se encuentra vuestra envoltura: Llena de dolor, llena de tristeza, en agonía, en desaliento… mas no es por mí porque no es esa mi Voluntad.

Contempla en verdad mis palmos, cómo traigo a manos llenas para vosotros de la Medicina Espiritual. Cómo traigo para vosotros la Fuerza y la Fortaleza. Cómo traigo para vosotros el Sustento y las Monedillas; pero vosotros sois sordos, no escuchais mis Parábolas, vosotros sois ciegos, no contemplas lo que te vengo a entregar. Vosotros sois mudos, no sabes pedirle a tu Jesús Bendito… Y así gritas de viva voz que por qué sois alejándome de ti; que por qué no sois entregándote lo que pideis; que por qué te abandono, que por qué te quito, que por qué no te doy. De todo blasfemas, mis hijos benditos y bienamados. Y en verdad, Yo no he venido a quitarte nada, eres tú que te alejas de todo, eres tú quien destruyes todo cuanto a tu paso ves. 

En verdad os lo dice tu Jesús Bendito: Redímete y llénate de mi Luz, contempla en el lugar donde te encuentras, mirad el mesar que servido está para vosotros, toma del fruto, toma del vino, toma del Agua de Vida, que todo es para vosotros. No vengo a quitarte nada, te vengo a entregar a Manos Llenas… Mas vosotros sois los que me dais de la espalda; los que te alejas de Mi, los que blasfemas y los que haceis oídos sordos al Mandato Divino, vosotros sois los que vais creyendo en el falso profeta, vosotros sois los que prefieren el materialismo porque piensan que es su sustento… En verdad os digo, que si fuese mi Voluntad no tuvieses aquel sustento, no tuvieses esas cuatro paredes, en las cuales eres cubriendote de la intemperie de los tiempos, pero aún así te vas olvidando de Mi por un instante, y vas en el libre albedrío. Heme aquí ante vosotros y pedirme de grande manera que todo aquello será concedido… Me pides por aquellos de los tuyos que trabulan a la lejanía a buscar el sustento, en verdad os digo –mis hijos benditos– que si es mi Voluntad, sanos llegarán a su destino y enviando el sustento para los suyos serán, mas que vayan con esa Fe de que han de buscar el sustento y no de perderse en los vicios, en la lujuria y en la avaricia, porque ay de ellos, porque no encontrarán el sendero.

Benditos y alabados sean… y a la alerta, a la alerta os lo dice vuestro Padre, porque aún así escrito está, lo que ha de suceder. Mas todo cuanto os he dicho, ha acontecido, mas no doy fechas –mis hijos benditos–, no doy lugares exactos, más solamente he venido –mis hijos benditos– a entregar mi Amor y a alertarlos porque pueden ser sorprendidos en el instante mismo en que ha de suceder aquellas grandes calamidades, mis pequeños amados, y no has de decir que no has sido advertidos de todo cuanto ha de pasar, mis pequeños amados… Mas no temas jamás, que mientras tu corazón abierto de par en par sea, mi Luz no os faltará.

Mas no dormites en verdad, os lo dice vuestro Padre, y no compares la Luz que entrego en este recinto con la de otros más, porque no es la misma Fuerza en la cual me Aposento aquí, que en la que me Aposento en otros lugares, porque cada uno de vosotros llevan su propio corazón, llevan su propia Fe, y llevan su propio Amor y todo aquello Yo lo contemplo para que sea con más Fuerza mi Aposento Divino; y aquellos lugares en que se han convertido en Luz y Oscuridad, en Bondad y Maldad, sí me hago presente pero no con el mismo Amor con el que me hago presente en donde sois recibido de grande manera. Y donde no hay una mezcla de bondad y maldad, como la Casa de Oración en la cual me Aposento en estos instantes, que no permitida está la Oscuridad para llevarla a cabo. Mas les valiere no levantar un dedo para trabajar la Oscuridad, mis hijos benditos y bienamados.

Mas contemplo a aquellos corazones que han deseado el mal para sus semejantes y hermanos, y les he perdonado, mis hijos benditos. Mas no cometas más, los mismos errores porque estarás en el arrepentimiento bendito. 

Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas, oh varón amado. Tomad y llevad Sabiduría y Entendimiento para que seas sacando adelante a los grande Pueblos. Tomad y llevad para los tuyos, que no falte nada en vuestro hogar, porque no es esa mi Voluntad. Toma y lleva oh Pedro bendito. Levanta a vuestra calza y sigue a tu Maestro. Benditos y alabados sois.

Más en verdad os digo, que 22 Preceptos han sido entregados, y Yo –en alba bendita y llena de Gracia– te puedo decir que ni uno de esos 22 llevas a cabo de grande manera. Amarás a Dios antes que todo lo creado, y vosotros sois amando todo lo creado antes que a tu DIos, porque no puedes dejar atrás tu labor para llegar a temprana hora ante Mi. porque no eres dejando a los tuyos para acudir a mi llamado: Primero están los tuyos, primero está tu labor, primero está todo el materialismo antes que tu Jesús Bendito; más benditos sean en verdad, que Fuerza y Fortaleza Yo les entrego a todos por igual para que llegando el momento no sean en la desolación, que sean fuertes como aquel roble, y no sean en decadencia mis hijos benditos y bienamados.

Para vosotros que me piden por vuestros vástagos, en verdad os digo mis pequeños amados, son frutos y semillas que Yo te entregué y del cual tú permitiste que fuera podrida aquella fruta, y aquella rama retorcida, porque no supiste desde un principio imponerte, porque no supiste dar el sano y el buen consejo, porque no supiste ser fuerte, porque te doblegaste ante ellos, mirad y contemplad, que todo padre ama a sus hijos, pero jamás se deben doblegar ante ellos. Mirad y contemplad, que Yo a todos de mis hijos os amo por igual, pero no voy a hacer lo que ustedes me pidan, sino ustedes han de hacer lo que Yo he pedido para vosotros mis hijos benditos, y no porque sea una imposición, sino porque es de su bien –mis pequeños benditos y bienamados–. Así vosotros con sus vástagos, es su voluntad la que debe de cumplirse y no la de sus vástagos mis pequeños amados, porque por eso es que van por el camino erróneo, porque dejáis que hagais su voluntad, aún sabiendo que están yéndose por el mal camino, y vosotros estais confundiendo vuestro amor y decid que por amor os dejas que hagan lo que quieran, mas no es así mis hijos benditos y bienamados. En errores que veas, doblega a tus pequeños para que vayan por el camino recto, cuando aún es tiempo –mis pequeños benditos– no cuando esa rama ya se torció y es rígida, y no podrás enderezarla más. Analiza, analiza, lo que vengo a entregar, mis pequeños benditos y bienamados.

Oh Pedro amado, hacedme presente vuestras aguas.

Bendito y alabado seas. Aguas Cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser. Una gota de mi Preciosa Sangre he de derramar cual Bálsamo de Sanidad… Aquel que bebiere de ellas, Sano y Salvo ha de ser. Fuerza y Fortaleza Yo entrego por medio de estas aguas, Salud y Bienestar, Paz y Tranquilidad. Hacedme presente vuestro ramaje… Bendito y alabado seas.

He de derramar estas Aguas amadas, primeramente a vuestra Escala: Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este rocío a vuestras aguas que convertidas han de ser en Bálsamo de Sanidad. A vuestras antorchas que iluminarán vuestro sendero. Sea este rocío derramado a vuestros aceites. Se a este rocío a las cercanas y  lejanas comarcas. Sea derramado este rocío a las altas y bajas montañas, a los mares, lagos, ríos. Sea derramado a todos los campos y campesinos, que darán fruto y sustento a la Hermana Humanidad. Sea este rocío derramado a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos. Sea este rocío a todo ser viviente en el Haz Terrenal. Sea este rocío bendito, a tus monedillas que multiplicadas han de se en lo material. A tus amuletos, que sean usados siempre para el bien y jamás para el mal. Sea este rocío bendito a todos y cada uno de mis Pedestales benditos, que en preparación puedan encontrarse. Se a este rocío derramado a todos y cada uno de vosotros –mis pequeños amados– . Sea este rocío derramado a vuestros hogares y a a quienes habéis dejado en ellos.

Cúmplase así mi Voluntad en todo momento, Pedro bendito.

Recordad, mis hijos benditos y bienamados, que vuestros pequeños han de verse reflejado en vosotros. Todo l que vosotros hacéis, ellos lo han de hacer –mis pequeños benditos–; no les enseñes a mentir, porque siempre será una mentira. No les enseñes a decir el mal palabrerío, porque en arrepentimiento estaráis mis pequeños amados. Haz de tus vástagos lo que tu quisieses haber sido, mis pequeños amados. Guíalos por el sendero de Luz y de Gracia, que siempre sean en corrección y en Amor, mis pequeños benditos; siempre lleva bondad en tu corazón, y aprended a entregar –mis pequeños benditos–, para que así mismo te sea entregado a ti. Trata a tus semejantes, como quisieses ser tratados, tiende la diestra a aquel que te lo solicite mis pequeños benditos. No contemples –en verdad– si él lo necesita o no lo necesita, tú entregalo con Amor y en multiplicación será para vosotros mismos, mis pequeños amados. No juzgues tú, deja todo en mis Manos, que seré Yo quien tome aquellos asuntos que no son los tuyos –corazones de buena voluntad–.

Mirad y contemplad, mis pequeños benditos, todo cuanto he traído para vosotros: No lo echéis en saquillo roto. Mas Yo te pregunto… ¿habéis quedado conformes? Benditos sois, que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos llenas: Tomad y llevad –mis hijos benditos– del Pan, de la Uva, del Jergón, de la Miel, del Vino y el Techumbre. Toma y lleva –mis hijos benditos– de estas monedillas que multiplicadas han de ser en lo material, tomad y llevad –mis hijos benditos–, las llavecitas del trabajo… nada os faltará en vuestros hogares porque no es esa mi Voluntad, mis hijos benditos y bienamados. Más recordad que has de ser humilde, mis hijos amados: No en el egoísmo, no en la altanería, no en la vanidad, no en egocentrismo, mis pequeños amados. Sumisión y obediencia –mis pequeños benditos– ante mi Mandato Divino. Tomad y llevad, de mi Bendición:

Yo que Sois el Padre + el Hijo + y el Espíritu Santo, te entrego de mi Bendición amada.

Tomad y llevad, mis hijos benditos, que no os digo el “adiós” sino hasta pronto, porque nuevamente estaré de retorno ante todos y cada uno de vosotros.

Mi Paz sea con vosotros.

(canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos..”)