Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu limpio y Puro, de la Escala de Perfección hacia la de Jacob, y de ahí a vuestro propio entendimiento humano.
Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasad a tomar de vuestro banquillo Humanidad entera, Congregación amada, Pueblo amado de Israel, y escuchar con atención mi Consoladora Parábola, que Yo les recibo a todos, a todos por igual, sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos, y a todos amo por igual.
Benditos y alabados sois, quienes acuden al llamado de la Campana Sonora, a recibir de grande manera de Mi Luz, de Mi Fuerza, de Mi Fortaleza, del Agua de Vida que he de dar a todos y cada uno de vosotros, el Sano y el Buen Consejo que he de traer para mis discípulos benditos y bienamados en esta Bendita Alba llena de Gracia: Alba primicia del mes de diciembre, del Año del Hombre 2023, en el cual su Jesús Bendito y su Jesús amado, ha contemplado tanta calamidad, ha contemplado tristeza, ha contemplado sinsabores, ha contemplado derramamientos de sangre. Mas asimismo, seguirán aquellos acontecimientos que vosotros llamáis desgracia, desolación, intranquilidad. Más miraréis correr a todos de un lado hacia otro; miraréis a unos tropezando con los otros; mírareis todo el derramamiento de sangre inocente. Contemplaréis aquella destrucción en grandes ciudades. Contemplaréis grandes enfermedades que han de venir, pestes y más.
Mas no lloréis por aquel que se va, sino llora por aquel que se queda. Porque aquel que se va, estará por unos instantes en aquellas penumbras, pero al final del sendero encontrará la Luz. Más aquél que se queda, sentirá que está en la Luz, más se encuentra en la penumbra. Más así mismo, cumplido está todo cuanto fue escrito mis pequeños amados. Mas no te digo hoy, o mañana pasará. Pero cumpliéndose todo cuanto ha sido escrito será.
Y vosotros que se encuentran aquí, ante su Dios y su Señor, ante tu Jesús Amado, no hallarás el sendero por donde transitar. Porque así mismo vas en la desobediencia; no te encuentras en la preparación, por qué sois blasfemias, porqué sois en ignorancia, porque sois en vanidad, mis pequeños benditos, cuando Yo te he pedido: lleva Humildad en tu envoltura, lleva Humildad en tus labios, y lleva Humildad en tus acciones, en tu actuar.
Más así mismo, mis pequeños, levantándose de aquel camastro antes de abrir vuestras pupilas, gracias debes de dar por la Luz que has de contemplar: porque tienes un techo donde cubrirte de la intemperie; porque tienes un pan que llevarte a la boca; porque tienes a los tuyos aún cuando en lejanías puedan encontrarse, pero sabes que ahí están; porque tienes Paz y Tranquilidad; porque no andas en las callejuelas buscando y asechando el pan de cada día. Mas asimismo, vosotros se levantáis del camastro renegando porque han de ir a esa labor, porque han de levantarse de aquel camastro, porque nuevamente la rutina está frente a vosotros cuando así mismo otros desearían esa rutina, esa labor, mis pequeños benditos. Porque vosotros sois vivendo en el quejar, en el renegar y no en el agradecimiento pequeños míos.
Más así mismo os dice vuestro Jesús, ámate a ti mismo, mis pequeños amados. Porque contemplo en verdad cómo sois careciendo de conciencia, careciendo sois de Paz interior y así mismo, mis pequeños benditos, ¿quieres combatir todo cuanto acontece a tu alrededor? Mira cómo es, qué vas a acabando con todo cuánto os dejé para vosotros; cómo eres acabando con vuestra propia conciencia, con vuestro amor propio, porque ahora dependes de un aparatillo para salir adelante, mis pequeños benditos.
Porque así mismo, eres aquella máquina que le prenden ese botón y camina, y va de un lado a otro. Si no es encendido ese botón, se queda pasmado en un solo lugar con la mirada perdida y sin saber qué decir, mis pequeños benditos. Más así mismo, os lo dice vuestro Jesús, como lo dije en algún tiempo: Ama a tu prójimo, pero si no eres capaz de amarte a ti mismo, ¿cómo es que vas a amar a vuestro prójimo? Porque es que te digo que te amas a ti mismo, porque así mismo no haces nada para salir adelante; porque siempre necesitas la aprobación de alguien más; porque así mismo quieres depender de otros cuando tú eres capaz de sobresalir, de triunfar, de ser y de estar, mis pequeños amados. No necesitas de nadie más, no necesitas de otro más de tus hermanos, de tus parejas, de tus padres, de tus hijos. Eres tú, y solamente tú. Cuando aprendas, entiendas y comprendes lo que te quiero dar a entender, cambiarás tu mundo y todo lo que te rodea. No necesitas la aprobación de nada, más que la tuya propia. ¿Cómo vas a ayudar a tu prójimo, si no eres capaz de ayudarte a ti mismo, mis pequeños amados? No quieras correr, cuando ni siquiera tú mismo sabes hacia dónde dirigir tu calza. No sabes ni lo que quieres, no sabes a dónde ir, no sabes ni quién eres. Mis pequeños benditos, analiza y comprende todo cuanto he venido a entregar para vosotros.
Mira y contempla, todo cuanto hay a vuestro alrededor, y rescata lo que aún puede salvarse. Mirad y contemplar que lo que pisas: Tierra es, tierra sobre tierra, y sobre aquella tierra agua que ha de florecer, aquella semilla que se ha acabado. Pero si no tienes Fe, si no confías ¿cómo lo lograrás? Florecerá aquella Paz, aquella Tranquilidad y aquel Amor; más solamente está en vosotros mismos, no en los demás. No culpes a nadie, a nadie más, de lo que os pasa a vosotros mismos.
Ve, levanta vuestra calza y comunícalo a los demás todo cuanto te he dicho. Y no temas porque no te vayan a creer, porque no te van a escuchar. Preocúpate porque seas tú quién haga el cambio. No esperes y no aguardes que alguien cambie porque tú así lo quieres, porque alguien más cambie porque tú así lo decides, o porque tú quieres el cambio. Cambia primero tú, así podrás amar a tu prójimo y así podrás ayudar a quien en verdad lo necesite, porque tú eres pilar. Más así mismo, de todos aquellos que me escuchan que me dicen seguirme, les aseguro y les confirmo que si hubiese en este instante “una calamidad” que necesitasen de ti aquella Humanidad, solo 1 de vosotros se quedaría, los demás correrían al igual que la multitud. Porque sois faltos de Fe, porque sois faltos de Amor y porque sois inseguros, mis pequeños benditos y bien amados.
Si en estos instantes cuentas claras y precisas te pidiese, en verdad tus labios sellaríais, porque no sabrías la respuesta. Si así mismo Yo te pidiese que me entregaras todo cuánto te he dado, tus palmos vacío serían, porque no has sabido sembrar y cosechar todo cuanto te he dado. Y hoy dormitas en el letargo, mis pequeños benditos. Mirad y contemplar todo cuanto he venido a entregar, y analiza corazones de buena voluntad.
Así mismo, mis pequeños benditos, te digo que ha de florecer la Luz, ha de abrirse nuevas portezuelas para que puedas encontrar la Paz y la Tranquilidad, pero has de limpiar todo tu sendero antes antes de llegar a esas portezuelas que abriéndose de par en par ha de ser, para que encuentres el banquillo en el cual has de reposar, para que escuches de la Campana Sonora que ha de repicar para decirte que lo has logrado, que triunfando eres ante las adversidades, mis pequeños benditos.
Muchas puertas se abrirán, pero aquellas puertas serán en falsedad mis pequeños benditos. Has de contemplar y entregar la Plegaria para hacer y saber cuál es el pórtico que has de abrir, y no seas en el error abriendo el equivocado, porque te perderás mis pequeños benditos. Has de escuchar al falso profeta porque te ha de decir “que no existe tu Jesús”, que te ha de decir que esa es “la verdad”, que te ha de decir que has vivido en el engaño. Aquel falso profeta te dirá que te trae “la verdad”, que te trae “la luz”, que te trae “la sanidad” mis pequeños benditos. Más así mismo caerá en sus redes aquel falto de Fe, aquel falto de Paz, aquel falto de Amor, ya aquel qué en debilidad puede encontrarse mis pequeños benditos.
He contemplado a muchos de mis pequeños, a muchos de mis labriegos que se han entregado no solamente al falso profeta, sino también al Ángel de la Oscuridad que dicen que “él en el instante mismo que se lo piden los sana en el instante mismo, les entrega a manos llenas, en el instante mismo les cumple cada uno de vuestros caprichos”. Más así mismo, ahorita viven en la alegría, en el júbilo, ¿y qué esperan con el pasar de las albas, mis pequeños benditos?
Si vosotros se encuentran en el dolor, si se encuentran en la desolación, si se encuentra de la tristeza, mis pequeños benditos, sois porque así mismo están limpiando todo su ser, su envoltura y su espíritu para levantarse a la nueva alba regocijados de Paz y de Tranquilidad. Más otros más de mis pequeños, es porque esa penumbra los ha envuelto mis pequeños benditos; mas no temas, porque así como es como existe la Luz, existe la Oscuridad. Mas aquel que sea fuerte, aquel mis pequeños benditos, que no sean en debilidad cayendo ante esas tentaciones… aquel se levantará a la Vida y a la Gracia. Mas aquellos que sois en debilidad y que dicen “ya estoy cansado de sufrir, de llorar y de este dolor” y piden que sea quitándose todo aquello y ofrecen lo que no pueden dar, que es su propia alma, o el alma de alguien más, mis pequeños benditos. ¿Cuándo tu Jesús Bendito y bienamado te ha pedido algo a cambio?, solamente un instante de aquella Plegaria y aquel Amor a mi Madre y a vuestro semejante y hermano, mis pequeños benditos.
Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?
Bendito y alabado eres, varón amado. Tomad y llevar la Sabiduría, la Inteligencia y el Don de Palabra para guiar a tu Pueblo, para guiar a los tuyos y para guiar a los que han de venir. Luz y más Luz para los tuyos, para vuestro hogar, Fuerza y Fortaleza para vuestra envoltura, varón amado. Levanta vuestras calzadas y sigue a tu Maestro.
Sean en Paz, sean en Tranquilidad y sean en Amor, en Armonía y en Unión, mis pequeños benditos.
En este Lustro que termina, corazones de buena voluntad, le diré a mi Padre que quede atrás las calamidades, las enfermedades y las pestes. Mas sé que pediré en vano, pero de algo ha de servir, por lo menos para aquellos que tienen Fe sean en Armonía, en Paz y en Tranquilidad.
Mas no desistan de orar, con su oración no solamente ayudan a vuestros hermanos, sino que me ayudan a Mí Mismo a que Mi Padre sea más en Amor hacia vosotros, y sea calmando sus cauces, sea calmando las tempestades y tranquilizando a sus elementos, aquellos movimientos terrenales y todo aquello que ha de venir, mis pequeños benditos.
Oh Pedro Bendito y bien amado, acercarme de tus aguas. Bendito seas: Aguas Cristalinas que traídas sois del río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser, convertidas en Bálsamo de Sanidad; aquel que tomare de ellas sano y salvo será porque esa es Mi Voluntad. Dadme vuestro botón. Bendito seas.
Que con estas Aguas ha de recibir de Mi Bendición esta de vuestra Escala, símbolo de la Hermandad Espiritual. Se ha recibiendo vuestras aguas que convertidas seréis en Bálsamo de Sanidad, vuestras antorchas que iluminarán la penumbra que ha de venir. Sea derramado este Rocío en las lejanas y cercanas comarcas. Sea este Rocío derramado a los campos y campesinos, a aquellas comarcas que se encuentran en desolación, cárceles, presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Este Rocío en hospitales, orfanatos y asilos. Sea derramado este rocío a los caminos y caminantes, sea derramado este Rocío a vuestros amuletos, a vuestras estatuillas. Sea derramado este Rocío a todo amuleto que me haces presente. Sea este Rocío derramado a mis pedestales que en preparación puedan encontrarse. Sea este Rocío a Mi Congregación. Se ha derramado este Rocío a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Hecho ha sido, varón amado. Levanta vuestra calza y sigue a tu Maestro.
Mis hijos benditos, mis hijos amados, bienaventurados sois los que culminarán el término de otro Lustro más, mis pequeños benditos, en compañía de todos y cada uno de quienes les rodean. Benditos y alabados sean porque aún con tropiezos sois levantándote y seguir adelante. Porque aún mis pequeños benditos llevas la Fe en tu Jesús Amado, y sabes que no faltará nada en vuestro hogar. Pero lleva Armonía a los tuyos, vive en Paz, en Tranquilidad y llénalos de Amor, mis pequeños benditos.
En estas benditas albas que han de acercarse, que nada perturbe vuestro júbilo cuando veas aquella nube de obscuridad; que aquellas luces son apagándose, enciende tu Luz interior e ilumina a los tuyos, porque tú puedes hacerlo, porque crees en Mí y no porque seas egoísta, mis pequeños benditos.
Mas lo dice vuestro Jesús: nunca te creas más que los otros, porque así mismo tú llevas Mi Luz, tú llevas Mi Fuerza, tú llevas Mi Fortaleza, pero si no la compartes, mis pequeños benditos, en ese instante se acaba todo.
Mas así mismo, como os lo dije en un principio, aprende a amarte para que puedas amar a los demás. Aprende, corazón bendito y bienamado, a ayudarte a ti mismo para que puedas ayudar a los demás. Porque por instantes te contemplo “en desesperación” que quisieras hacer y deshacer, pero sino te quitas primero la penumbra que vas arrastrando ¿cómo es posible que quieras entregar La Luz?
Asimismo, mis pequeños, Yo los limpio y los desmancho en estos instantes: desde vuestra crisma hasta vuestra calza, les entrego Paz y Tranquilidad a vuestros corazones, pero no juzgues a vuestro semejante y hermano. Da gracias por lo que tú tienes y no desees lo que poseen los demás.
Ve y contempla que si aquel levantó su palmo para dañar a su prójimo, tú bendícele mis pequeños benditos. Si aquel blasfemó y salieron de sus labios aquellas malas palabras, que de las tuyas salgan Plegarias elevadas a Mi Madre, elevadas a Mi Padre o elevadas a Mi Mismo. Yo estaré escuchando vuestras Plegarias, estaré ayudándote a salir adelante, mis benditos labriegos. No desistas de pedir que ahí estaré, no desistas de orar, no desistas de ayudar, mis pequeños benditos.
Yo les pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Benditos y alabados sean.
Cuidar y proteger a todas las inocencias, porque querrán dañarlos mis pequeños benditos. A todas las inocencias del Haz Terrenal las cubro y las protejo con Mi Manto Divino, principalmente a las de vosotros que sois mi seguidores y mis fieles discípulos. Tomad y llevad del Pan sin levadura, del Jergón, de la Miel, de la Uva; tomad y llevad la Monedilla que multiplicada ha de ser, mis pequeños benditos; tomad y llevad de las Llavecitas de aquella labor material, mis pequeños amados, nada hará falta en vuestro hogar porque no es Mi Voluntad.
En aquellas fechas que han de venir llénense de mi Amor, llénense de mi Paz y de mi Tranquilidad; y lleven aquellas Fiestas que ustedes llaman Hacia Mi Madre, llenas de Amor, de Regocijo y regalen una Oración para mi Madre para que sea escuchando, y así mismo entreguen Paz a vuestro interior, a vuestros hogares y a los suyos.
Entrego de Mi Bendición: En el Nombre que Sois el Padre + en El Nombre que Sois el Hijo + y en El Nombre que Sois La Luz Bendita del Espíritu.
No teman por lo que padece de mi carne, porque en purificación la he de contemplar.
Mi Paz sea con vosotros.
(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)