Cátedra 1 Enero 2020

Adoración de los Reyes Magos

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu limpio y puro, de la Escala de Perfección, así a la de Jacob y de allí a vuestro propio corazón y a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Tomad de vuestro banquillo Humanidad entera, tomad de vuestro banquillo Congregación amada y escuchad con atención mi consoladora Parábola.

Bienvenidos sean los unos y los otros, bienvenidos sean, porque Yo recibiéndoles sois de grande manera en esta bendita alba llena de Gracia. Alba quinta del mes de enero, del año del Hombre 2020, en el cual mi Aposento es entre vosotros, cuando tu Jesús amado ya era esperándote desde albas atrás; mas he contemplado vuestra calza que presurosa es para llegar bajo estas cuatro paredes que hechas y forjadas sois par el Aposento bendito, para cubrirte de la intemperie de los Tiempos, para limpiar y desmanchar tu bendita envoltura, para apartar el dolor, la congoja y la tristeza, que agobia en vuestro corazón.

Benditos y alabados sean, todos y cada uno de vosotros que presurosos sois a recibir a tu Jesús amado. Benditos y alabados sois cada uno de vosotros, porque así mismo habéis venido a recibir el llamado de tu Jesús, alba en el cual en la cual llegada es aquellos de tres Reyes, que guiados por aquella Estrella fue largo su transitar y no desesperaron en aquel andar para llevar a aquella inocencia aquellos preciados regalos, mas vosotros habéis venido a esta Casa de Oración a recibir también por igual aquellos preciados regalos que hoy te daré, mis hijos benditos y bienamados.

Dónde puede estar el Hijo que no se encuentre el Padre, y dónde puede estar el Padre que no se halle el Hijo. Mirad y contemplad, hijos benditos y bienamados, regocijando es vuestro corazón por un año más de Luz y de Gracia para tus pupilas. Bendecidos sean aquellos que han trabulado a mi Solio Bendito, mas bendecidos sean aquellos que prevalecen a contemplar las calamidades que habitan en el Haz Terrenal. Calamidades que algunas son por la naturaleza, porque así está escrito, mis pequeños amados, pero más grande sois las que le Hombre a venido a trazar al Haz Terrenal, y es lo que más lo está llevando a la destrucción porque no solamente estás destruyendo el suelo que pisas, porque estás destruyéndote a ti mismo, estás acabando con todo lo que Yo te he entregado para tu hábitat, para tu alimentación, para tu respirar, para tu cobijo, para que seas saliendo adelante y en qué lo estás convirtiendo mis hijos benditos y bienamados…

Mas en verdad os digo, mis pequeños míos, no es reclamo lo que he venido a traer para vosotros, porque vosotros sabéis en lo que has de convertir todo el bello jardín del edén que Yo te he dejado. SI quieres que sea convertido en el desierto, en aquel fango, en aquel pozo sin fondo, será tu propia decisión. Yo os te lo entregué y tú sabrás qué hacer con ello; con todo mi Amor Yo te lo he entregado porque a todos os he amado a todos por igual, sin distinción alguna de raza, de credo, ni color, buenos y malos todos sois mis hijos y a todos he entregado por igual; ni a uno más, ni a unos menos.

Mas mirad cómo sois vostros mismos llenos de egoísmos, llenos de vanidad, llenos de avaricia y esa avaricia es lo que acabará con vosotros mismos porque no te conformas con lo que Yo te he dado, porque vas por más, y más y más, sin importar encima de quién vayas pisando, acabando con los propios tuyos con aquel que dijiste alguna vez amar, mas en verdad os digo: Qué esperas de tu Jesús amado si todo te lo he dado a manos llenas, mis pequeños hijos. En verdad os lo dice vuestro Jesús… analiza cada una de las Parábolas que traigo para vosotros y no seas más en el error.

Mira y contempla que te he dicho que no es más quien más estudios posee, sino aquel que más educación lleva, y aquella educación no se encuentra en las albas del saber, aquella educación no se refiere al conocimiento amplio que tú tengas, sino a brindar una leve sonrisa pero sincera, a dar las gracias por todo lo que posees, por la nueva alba que inicia y por el alba que ha de terminar; y no me des las gracias a Mí, sino voltea a vuestro alrededor… No seas más en el error, Humanidad entera, empieza por vosotros mismos, no esperes a que alguien más sea el primero que ha de levantar ese pedruzco que te estorba en tu camino, no seas esperando y aguardando: levanta vuestra calza y haz tu propia labor, porque todo quieres que te sea haciendo, porque siempre esperas a que actúe el otro que tienes a vuestro lado, porque no sabes tu ser el que lleve la iniciativa para hacer el bien, pero para hacer el mal todos sois los primeros en querer empezar… hasta porque “el insecto va pasando” es motivo de enojo, de furia, y no la agarras contra aquel insecto sino con quien más cerca se encuentre de vos. Aparta esa furia desatada, aparta esa tristeza, aparta ese dolor.

Contempla en verdad -Humanidad entera– que el varón no te pertenece, la manceba no te pertenece, tus progenitores no te pertenecen, ni tus mismas semillas que tú llamas “hijos” no te pertenecen. Cada uno de vosotros es uno solo, y llegado el momento tiene que transitar. Disfrútalos mientras estén a tu lado, ámales, brindales calor de hogar, respeto y amor, no los quieras tener por fuerza a tu lado porque no te pertenece, desapégate de todo lo material. 

Contemplo a aquel varón que inicia aquella agresión, no es porque sea malo, sino es porque se siente débil, porque se siente menos y la agresión es lo primero que sabe y que cree que va a hacerle fuerte, ¿y con quién cree que lo va demostrar?, con quien siente y cree menos débil que él. No a las agresiones, Humanidad entera, empieza por vosotros mismos, no quieras transitar con ese peso encima de ti, aligera tu carga para que puedas transitar, para que puedas correr en el momento en el que necesario sea, porque si tu llevas esa carga en tus hombros no podrás transitar.

Aparta esos rencores, aparta esos odios, contempla vuestro alrededor y ve el instante mismo en que te hiciste por un instante feliz, haz memoria y recuerda un solo momento en el cual sentiste esa felicidad, esa alegría, esa algarabía y cuánto tiempo duró; así como esa alegría llegó y se fue, porque aquel rencor, aquel odio que guardas en tu corazón no puede alejarse tan fácilmente como esa alegría. ¿No sería mejor para vosotros que esa alegría prevaleciera en vuestro interior y alejaras esos rencores, alejaras esas tristezas y esos temores que te agobian? Contempla a los tuyos, llévalos a tu mente, tráelos contigo, contempla sus pupilas, contempla sus rostros, contempla sus sonrisas, ¿no es eso lo que quieres ver? Y contempla un instante de ira y de furia, ¿cuál es lo que quieres que prevalezca? Está en ti, pequeños benditos, no en Mí ni en nadie más.

Contempla en lo que se ha convertido tu mundo, tu suelo, tu tierra, porque te pertenece, porque te la entregué, porque fue uno de los regalos que Yo te hice, mis pequeños hijos. Espero que lo que aún resta de ella sea cuidada, porque en verdad contempla que te ha avisado de aquellos movimientos terrenales y alba por alba los hay, pero no los sientes, porque aún no es el momento; pero llegado el momento será en que llegará con cual furia desatada y querrás correr y no podrás hacerlo; llenarás tus pupilas de lágrimas, levantarás vuestra voz y no te escucharé.

Así mismo Yo te he entregado a manos llenas sin pedir nada a cambio, y tú no sabes dar sin recibir a cambio pago por ello; mas olvídate por un instante del monetariado, pero tú no sabes abrazar si no recibes algo a cambio, tú no sabes extender tu diestra para ayudar sin recibir algo a cambio, tú no sabes abrir vuestro corazón, no sabes abrir vuestra portezuela, porque vas en el egoísmo, porque vas en la vanidad, eres tú primero, segundo y tercero, y no digo que esté mal… está bien porque debes amarte primero a ti mismo, pero también debes aprender a dar a entregar sin mirar si lo merece o no merece, si hará un buen uso de ello o no.

Espero entiendas cada una de las Parábolas que he venido a entregar, mis hijos benditos y bienamados, porque así mismo contemplo aquel que llenándose es de dolor hacia su envoltura y Yo le apartaré ese dolor mis pequeños hijos, aparto también tu dolor que llevas interno lleno de tristezas, ¡llénense vuestras envolturas de mi Luz, de mi Fuerza y de mi Fortaleza! Aparto tristezas y aparto dolor, pero también aparto aquel rencor que llevas en vuestro corazón, porque es lo que te adolece más, cargar con ese rencor mis pequeños amados, porque no te deja florecer con aquella algarabía, no cargues más con aquello tan pesado, mis pequeños benditos y bienamados.

Contempla en verdad a aquel árbol que aún cuando al caer sus ramas y sus hojas vuelve a florecer, vuelve a retoñar; aquel árbol te da sombra, aquel árbol te da oxígeno, te da vida: la Humanidad destruye vidas, destruye todo lo que a su paso puede encontrarse; ahora tú dí: ¿es más importante un árbol o la Humanidad entera? Mala comparación, pero en verdad os digo, que a estas alturas de vuestra existencia, es más importante un árbol que una vida humana, porque una vida humana está destruyendo todo lo que a su paso pueda encontrar, y un árbol te está devolviendo la vida. Cuida todo lo que a tu alrededor puede encontrarse, vuelvo a repetir: No esperes a que los demás actúen, actúa por ti solo, actúa tú mismo y haz el cambio a lo que ha de venir.

Pedro bendito, ¿qué puedo esperar de ti?… Bendito y alabado seas, oh Pedro. Ilumino tu sendero y te doy Fuerza y Fortaleza para que seas saliendo adelante. Tomad varón bendito, para ti y para los tuyos, nada faltará, porque esa es mi Voluntad.

Y en verdad os digo, que la Oscuridad prevalece en el Haz Terrenal, mas vosotros sois llevando un Faro de Luz que ilumina vuestros senderos, por eso el libre albedrío para que vosotros decidas qué hacer con esa Luz… si iluminas tu sendero o transitas por el de penumbra, así mismo mis pequeños amados, aquellos ángeles de Oscuridad que habitan en el Haz Terrenal vienen y son enviados para también para tocar vuestro corazón, mas vosotros mismos libre sois de decidir a cuál seguir: Al ángel de Luz o al Ángel de Penumbra, siempre habrá mayor tentación con el de penumbra porque te mostrará grandes manjares y lo que tú quieres ver; mas aquel de Luz te ha de mostrar aquel camino cual largo que has de transitar para llegar a la Verdad, porque aquel camino oscuro es un oasis; mas tú decide mis pequeños amados, porque Yo quito el velo de oscuridad de tus pupilas, mas tú decide mis pequeños amados, porque Yo quito el velo de oscuridad de tus pupilas para que tú seas contemplando cuál camino has de elegir.

Mas así mismo te entrego Fuerza y Fortaleza para que seas iluminando tu sendero y para que seas siguiendo por él porque aún es largo el transitar. Esa Fuerza y Fortaleza es la que necesitarás para transitar en esos arduos caminos, mis pequeños amados. Si caes, no temas, levanta vuestra calza y sigue adelante porque Yo sanaré vuestras heridas, siempre estoy con vosotros mientras tú me abras vuestro corazón, no importa el lugar, no importa el momento, no importa el instante, si tu me abres vuestro corazón: tú Maestro está con vosotros. Estoy con vosotros en vuestros hogares porque he contemplado ese altar, mas así mismo estoy con vosotros cuando repartes vuestros alimentos, estoy con vuestras familias porque también sois mías, porque también los amo como te amo a ti mismos.

Así mismo mis hijos amados, mientras mantengas abierto tu corazón de par en par, contemplarás y sentirás mi Presencia, porque ahí estaré con cada uno de vosotros. Pero mientras mantengas cerrado vuestro corazón, aunque tu gargantilla sea abriéndose de grande manera, no acudiré a vuestro llamado, mis pequeños benditos.

Oh Pedro amado, acercadme de tus aguas. Bendito y alabado seas.

Aguas Cristalinas que traídas del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser, aparto lo que no les pertenece y convertidas sois en Bálsamo de Sanidad, aquel que tomare de ellas sano y salvo será porque esa es mi Bendición. Hacedme presente vuestro ramaje. Bendito seas.

He de entregar primeramente este rocío a vuestra Escala, símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío derramado a vuestras aguas que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad…. Sea este rocío a las cercanas y lejanas comarcas. Sea este rocío a los caminos y veredas, a las altas y bajas montañas, a los mares, ríos y lagos. Sea este rocío derramado a los campos y campesinos. Sea este rocío derramado a los lugares donde se encuentran recluidos mis hijos, con culpa y sin ella. Sea derramado este rocío a todo ser viviente del Haz Terrenal. Sea este rocío derramado a vuestras monedillas que multiplicadas han de ser en lo material. Sea este rocío a vuestros hogares y a los que habéis dejado en ellos. Hecho ha sido Pedro bendito.

Bendito y alabado seas mis hijos, porque habéis recibido a manos llenas. Mirad y contemplad que cuando tu vaso se encuentre vacío Yo lo llenaré del Agua de Vida, cuando sientas el apetito Yo saciaré vuestra hambre, mas no temas de la intemperie de los tiempos porque avisado fuiste de ello. Mas no temas, porque aquí estaréis mis brazos para que te vengas a refugiar en ellos en todo momento en que tú así lo decidas, mis brazos prevalecerán abiertos de par en par, para que te refugies en ellos mis hijos benditos y bienamados.

No seas acercándote al dolor, no seas acercándote a la tristeza, no seas acercándote a la penumbra, llénate de mi Luz en todo momento y en todo instante, contempla ese ropaje hecho jirones… Yo lo aparto en estos instantes y postro en vuestras envolturas la engalanura blanca y blanquecina de copo de nieve para que seas iluminando vuestro sendero y vuestro hogar. No desfallezcas, sino que tómate de mi Mano y levántate, y sigue adelante en todo momento y en todo instante, mis pequeños amados.

Abre vuestro corazón y no lo cierres ni un instante, no temas a lo que tus pupilas puedan contemplar, mas así mismo abre vuestros labios cuando sea el momento indicado de hablar y séllalos, corazones de buena voluntad, cuando en furia puedas encontrarte porque en arrepentimiento serás de lo que salga de vuestros labios, cuando tengas de esa furia desatada, ábrelos para entregar parábolas de buen consejo; mas así mismo, ciérralos ante las ofensas.

Analiza, analiza cada una de las Parábolas que he traído para vosotros y tómate de lo bueno y aléjate de lo malo, abraza a los tuyos y ámales, mas inicia por vosotros mismos, mas no teman jamás que aquel que cree en Mí sano y salvo será de la intemperie de los tiempos porque grandes cosas se han de venir. Tú no puedes levantar en armas, pero sí en oración y la oración es tu mejor arma, mis pequeños amados, válete de ella en todo momento y en todo instante, y serás protegido por mi Luz. Esta es mi Palabra.

Yo os pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Benditos sois, que por vuestra conformidad Yo os entrego a Manos Llenas del Pan, del Jergón, de la Miel, de la Uva, tomad y llevad mis hijos benditos de estas monedillas que multiplicadas serán en lo material, tomad y llevad mis hijos benditos de mi Paz y mi Tranquilidad, de mi Fuerza y de mi Fortaleza, tómense de mi Luz y nada os faltará pequeños amados.

Lleven de mi bendición: En el Nombre que Sois el Padre + en mi Nombre que Sois el Hijo + en mi Nombre que Sois la Luz bendita del Espíritu Santo. 

Mi Paz sea con vosotros.

(canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)