Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Padre Eterno Jehovah-Yahveh, Señor de los Ejércitos

Canalizado por: Hermana Concepción

El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros, Humanidad entera, hijos benditos y bienamados.

Heme aquí ante todos y cada uno de vosotros para limpiar y desmanchar a vuestras carnecitas que llenas de fango son, porque así vosotros mismos las han llenado de fango.

Y Tiempo más me piden para vosotros, mas Yo os pregunto: ¿Para qué, Humanidad entera?… ¿para que sigas enfangando tu calza, para que sigas enfangando tu envoltura, para que sigan llenándose de mentiras vuestros labios, para que sigan malmirando vuestras pupilas, y para que sigas en el tropiezo, mis pequeños benditos y bienamados?

Más tiempo más me piden para vosotros, tiempo más os doy… Más cuentas claras y precisas has de entregarme Humanidad entera. Y esperándote he de ser, mis pequeños benditos, para contemplar tus palmos vacíos y tu semilla vana de ti, mis hijos benditos y bienamados.

(Canto: “Padre nuestro está en los cielos…”)

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Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Jacob hacia la de vosotros mismos y a vuestro propio corazón y entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados son ya en este Bendito Redil Sacrosanto.

Pasa a tomar de vuestros banquillos, oh Humanidad entera, oh Congregación amada. 

Benditos y alabados sean los unos y los otros, porque no he venido a hacer distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos, y a todos amo por igual, mis pequeños benditos y bienamados.

Recibiéndoles sois de grande manera, a los unos y a los otros, porque mirad y contemplad mis pequeños benditos, que las religiones las van forjando vosotros mismos, porque Yo Soy Uno mis pequeños benditos, Un Solo Dios que no viene haciendo divisiones, ni viene haciendo religiones, mis pequeños benditos, y a todos os amo por igual a buenos y a malos, mis pequeños amados.

Más Yo les recibo de grande manera, en esta bendita Alba llena de Gracia: Alba primicia del mes de enero, del Año del Hombre 2023, en la cual abriéndose un nuevo Lustro para vosotros, mis pequeños benditos y bienamados. Más Yo te pido que me entregues en este instante lo que has hecho en meses atrás, mis pequeños benditos en verdad.

Yo os digo, mis pequeños amados, que limpias son tus palmas porque no tienes nada que entregar, mis pequeños amados, más si tienes mucho que recibir, mis pequeños benditos; porque Yo he de entregarte de grande manera a todos y cada uno de vosotros.

Más en verdad os digo, mis hijos benditos: No eches en saco roto la Plegaria, la Parábola y la Letra que has de escuchar, porque Así mismo mis pequeños benditos, ¿eres en el oído sordo?,  eres en el caso omiso porque en desobediencia vas alba tras alba, porque va a ser el tropiezo, mis hijos benditos y bienamados.

Abriéndose un Lustro nuevo para vosotros, y Yo te entregó una hoja en blanco, mis pequeños amados, para que seas escribiendo lo que has de hacer en este nuevo Lustro, y vayas recordando alba por alba lo que tú mismo has escrito en ese papiro, mis pequeños amados. No quiero que al terminar este Lustro que inicia, ese papelillo se encuentren blanco, mis pequeños amados. Ay de vosotros que me lo entreguéis blanco y blanquecino cual copo de la nieve, mis pequeños amados.

Más asimismo qué quiero decir con ello, porque vosotros sois tan incrédulos, mis pequeños benditos, que Alba por Alba has de hacer tu labor, mis pequeños benditos, en el Haz Terrenal.

Ve y contempla mis elementos con cual furia desatada vienen al Haz Terrenal. Y vosotros en lugar de agradecer y bendecir sois rechazándolos, y sois agrediéndoles de grande manera, sois maldiciendo a mis elementos: Si es el Astro Rey “¿por qué vienes a quemarnos?”. Si es el viento, “¿por qué vienes a soplar?”. Si es la lluvia, ¿por qué vienes a empapar?… Por todo  recriminas, mis hijos benditos y bienamados. Más así mismo es de mi Voluntad que seas bendiciéndoles porque no sabes lo que traen para vosotros. Lo que para vosotros corazones benditos es molesto, es porque traen algo nuevo para cada uno de vosotros; más vosotros, los vas rechazando lo que traen cada uno de mis elementos para cada uno de vosotros mismos.

¿Has escuchado soplar el viento? Mas no lo has analizado, lo que te dice mis pequeños benditos y bien amados. ¿Has sentido mojarte con las lluvias?, mas no has visto que te ha limpiado de grande manera. Más vosotros sois rechazando alba por alba de mis benditos elementos, más si vienen con cual furia desatada es por vosotros mismos.

Porque mirad  y contemplad cómo has acechado con todo lo que he postrado para vosotros. Haz arrancado de raíz aquellos árboles, aquellas flores tan frondosas y aquella buena hierba, ¿mas así mismo por qué arrancarla, si la mala sois arrancándola Yo de raíz mis pequeños? Vosotros mismos sois acabando con todo y así mismo vienen quejándose mis pequeños amados, y culpando a tu Jesús Amado, y culpando a tu Dios y tu Señor, y culpando a tu Madre amorosa porque todo has acabado con ellos, mis pequeños benditos. Mas no vengo a recriminar porque no sois un Padre de castigos, un Padre que viene a lastimar a todos y cada uno de vosotros; sino sois un Padre Amoroso y que viene a entregar Paz y Tranquilidad, mis pequeños benditos y bienamados.

Mas asimismo, os te digo mis pequeños, enseña a la niñez el sano y el buen Consejo. Entrégale mis pequeños benditos, palabras de cariño y de Amor para que así mismo vaya creciendo, y él mismo vaya entregando a toda su hermana Humanidad. Ve apartando el mal palabrerío de vuestros labios, mis pequeños benditos, porque lo que ellos escuchan es lo que van aprendiendo mis pequeños. Enseña la inocencia a respetar a su semejante y hermano, enseñale a amarles y apoyarles mis pequeños benditos y bien amados.  

Contempla que una inocencia cuando aún es en el regazo de su madre, aún va recibiendo a Manos Llenas por mi Mano Poderosa para que no falte nada en vuestro hogar. Pero cuando es corrompido ya por todos y cada uno de los que le rodean, porque corrompido es con el mal palabrerío, porque corrompido es con el mal consejo, porque corrompido es por aquellos aparatillos que van enseñando palabrerío y malos ejemplos, mis pequeños benditos y bienamados.

Lleva por el buen camino a tus inocencias, lleva por el buen camino a tus doncellas. Enséñales a amar a mi Madre, enseña a tus doncellas a andar por el camino de Luz  y de Gracia, porque tocando seréis la puerta errónea, la puerta errada, mis pequeños benditos y bienamados. No permitas que sean creciendo por aquella penumbra, aquella oscuridad; ¡guíales, aún estáis a tiempo, pequeños benditos! de guiar a tu inocencia, de guiar a tu juventud que descarriada es por los senderos, que perdiéndose en los vicios, mis pequeños benditos y bienamados. Yo entregándoles he de ser Luz, Fuerza y Fortaleza a todos y cada uno de mis pequeños benditos.

Ve y contempla mis pequeños, vosotros que conocéis mi Obra, vosotros que estáis ante mi Presencia, son blasfemando, son cerrando su corazón y sois negando la ayuda a su semejante y hermano, cuando así mismo Yo os he dicho: no niegues aquella ayuda, no niegues el pan, no niegues el agua -mis pequeños- no niegues el abrigo.

Mirad y contempla a tu hermana Humanidad cómo se encuentra en desolación, cómo se encuentra en tristeza, cómo se encuentra en dolor, mis pequeños benditos y bienamados.

Más a sí mismo, os dije que muchas tragedias ocurrirían, y tus pupilas lo están contemplando, y aún falta la Perla Mexicana. Mas no temas, que aquel que me ame en verdad no será tocado -mis pequeños benditos-, cuando sea llegando ese momento.

No te quiero contemplar en el correr, porque vas a tropezar. No te quiero contemplar en el llorar, porque no serás escuchado. No te quiero contemplar en el rechinar de dientes, en el jalar de cabellos -mis pequeños benditos-, y no quieras gritar la Plegaria en ese momento, porque no serás escuchado. La Plegaria es hoy, y en este instante y en todo momento… No te llevará ni un solo minuto en el orar y pedir por toda tu Hermana Humanidad, por la Perla Mexicana y por vosotros mismos, mis pequeños amados.

Aquel que al levantar su cabeza a la nueva Alba, da gracias por el nuevo amanecer, da gracias por estar con sus pupilas alerta un alba más… aquel de mi hijo bendecido será. Aquel que al llegar la oscuridad de la noche se acerca su camastro y agradece por haber culminado su alba, bendecido será por mi Mano Poderosa y arrullado entre el regazo de mi Madre ha de ser, mis pequeños benditos y bienamados. Mas no temas jamás -mis pequeños amados- porque he de llevarlos a la Luz y a la Gracia.

Más no busques en otros Recintos lo que encuentras en el tuyo propio -mis pequeños benditos- y no busques en aquellos “aparatos de perdición” lo que he de entregarte Yo a Manos Llenas  -mis pequeños benditos-; en aquellos aparatillos encontrarás tropiezos y mal palabrerío en aquellos recintos -mis pequeños benditos-; no en todos está mi Luz y mi Gracia, mis pequeños amados. Ve la cuna que te vió nacer y prevalece en ella mis pequeños benditos y bienamados; porque mira y contempla cómo es que vas y ni cumples en tu cuna y ni cumples en otra más, mis pequeños.

Contemplo a aquellos de mis hijos que me han dado de las espaldas y en el arrepentimiento van, porque quieren acercarse y no hallan el cómo. Yo no Soy aquel que te ha de juzgar -mis pequeños-, son vosotros mismos que ponen el pedrusco en vuestro camino porque Yo lo voy apartando, mis pequeños benditos. Yo no Soy el que te ha de negar la entrada a la Casa de Oración… son vosotros mismos quien se alejan de Ella -mis pequeños benditos-.

Más vengo contemplando mis pequeños amados vuestras espaldas, porque contemplo vuestras espaldas porque quieres acercarte y no te atreves, mis pequeños benditos; pero bienvenidos y recibiéndoles a todos y cada uno de mis hijos, porque no he de venir a juzgar ni a malmirar a ninguno de vosotros. Más prepárate -mis pequeños benditos-, prepara tu envoltura, prepara vuestro espíritu, prepara vuestra envoltura de grande manera -mis pequeños amados- para que seas recibiendo de grande manera.

Mira  y contempla aquellos de mis Niños Espirituales que sois con aquel Botiquín polvoriento, porque no se ha ocupado mis pequeños benditos y bienamados. Mirar y contemplar aquellos seres de Luz, precisos están por comunicarse por medio de una materia; mas qué hacéis vosotros que no sois en la preparación, mis pequeños benditos… Por ello digo a cada 1 de vosotros ¡prepárate, mis pequeños amados, en oración, en plegaria!, un alba, un instante, un momento, no todo el Alba -mis pequeños benditos-. Así os lo dice vuestro maestro.

¡Oh Pedro bendito! ¿qué puedo esperar de ti?

Oh  bendito Pedro, Yo he de escucharte y sabía son tus Palabras, porque así mismo aquel que ve, aquel que escucha, aquel que habla, aquel que tiene sus palmos y sus calzas, no las usa… Como es débil. Más aquel que carece de cada uno de sus órganos, aquel que carece de vista, ve más que vosotros mismos, aquel que carece de oídos, escucha más que vosotros, que los tenéis. Aquel que carece del habla, ora más y lo escucho más, porque sale todo aquello del fondo de su corazón. Aquel que no tiene palmos, contempla cómo es que va haciendo todo lo que tú no has podido. Aquel que no tiene calzas llega más pronto a Mí que vosotros, que puedes andar.

Mas no presumas de lo que tenéis, por qué no lo has sabido usar como es debido Humanidad entera… Bendito eres Pedro amardo, que Yo te entrego la Fuerza, la Fortaleza, la Gracia, Divina, Sabiduría y Entendimiento para que sean saliendo adelante. No le des la espalda jamás a ninguno de tus hermanos porque será como si me la dieses a mí mismo. Tommy llevaron a mal para ti y para los tuyos, no faltara nada en vuestro hogar. Hecho así levanta vuestra casa y sigue a tu maestro…

(Solicitud de Bautizo) Yo te escucho varón y Yo le recibo de grande manera, varón bendito. Yo te recibo pequeñez bendita. Yo te pregunto, ¿es para bautizos? Si traes tu cirio encenderlo por caridad y hacedme presente vuestro hisopo con aceite.

Benditos y alabados sean progenitores de esta inocencia. Recibiéndolos sois de grande manera, y entregar el Sano y el Buen Consejo a esta pequeñez: guiarla con Amor y hacerle saber que debe de llevar el respeto hacia sí mismo, hacia vosotros y hacia su hermana Humanidad. Siempre guiarlo con Buen Ejemplo, vosotros sois el espejo en el que ha de reflejarse esta pequeñez bendita.

Bendito y alabado seas. No temas inocencia bendita, que Yo te limpio y te desmancho. Te acerco al Regazo de mi Madre y te entregó Sabiduría y Entendimiento para tu crecimiento, pequeñez bendita. Yo te postro el nombre de Moisés Isaí, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pequeño bendito: recibirás el número 3 por la Trinidad Santísima, y recibirás el número 7, por los Siete Sellos y las Siete Iglesias. Nada faltará en vuestro hogar -inocencia bendita- y Sano y Salvo has de ser pequeñez amada. Aquellos que te postran ante Mí, cuentas claras y precisas harán de tu crecimiento pequeñez. Hecho ha sido.

Ese cirio, cada vez que la inocencia se encuentra en peligro o en dolor encenderlo. Ungirlo con él y encenderlo, corazón bendito. Y mientras guardado será con este hisopo, pequeño bendito. Hecho ha sido. No teman, que nada faltará y bendecidos han de ser sus progenitores y toda su descendencia. Lleven la Paz y lleven la Tranquilidad que nada faltara en vuestros hogares y vosotros sean más unidos y más en comprensión, el uno hacia el otro, pequeños benditos. Hecho ha sido.

Hecho ha sido Pedro Bendito y bienamado. He aquí uno más en el Redil, Pedro Bendito. Hacedme presente de vuestras aguas… Benditos y alabados sean, hijos pequeños.mLuz y Luz, y Gracia Divina, Fuerza y Fortaleza he de entregar para todos y cada uno de vosotros, 

Aguas cristalinas que atraídas sois del Río Jordán para limpiar y desmanchar a todos y cada uno de mis pequeños. Una Gota de mi Preciosa Sangre cual Bálsamo de Sanidad será para todos y cada uno de vosotros.

Más primeramente de entregar a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este Rocío a todas las antorchas. Sea derramado este  Rocío primeramente a todas las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos de mis hijos con culpa y sin ella. Sea este Rocío derramado a las lejanas y cercanas comarcas. Sea derramado este Rocío a los mares, lagos y ríos. Sea derramado este Rocío a los campos y campesinos. Sea éste Rocío derramado a todos los caminantes y caminos. Sea derramado este Rocío a vuestras aguas cristalinas, que convertidas han de ser en Bálsamo de Sanidad. Sea derramado este Rocío a todo ser viviente en el Haz Terrenal. Sea derramado este Rocío a mis hijos que en la horfandad se encuentran y que no tienen un techo con que cubrirse de la intemperie de los tiempos. Sea derramado este Rocío a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Hecho ha sido mis pequeños amados; levanta vuestra calza pequeña bendita y sigue a tu Maestro.

Benditos y alabados sois mis pequeños amados.

Así mismo, pequeños benditos, has recibido de grande manera del Padre, has recibido de grande manera del Hijo, y has recibido de grande manera del Espíritu Santo. Recibe de Elías unas cortas palabras… Elías, Elías, llamándote Soy para que entregues a este tu ovejal amado.

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Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Pastor Elías, el Anciano Venerable.

Canalizado por: Hermana Juana

Amas al Padre, amas al Hijo, amas de la Luz Bendita del Espíritu Santo. Crees en el Padre, crees en el Hijo, crees en la Luz Bendita del Espíritu Santo. Esperas del Padre, esperas del Hijo, y esperas de la Luz Bendita del Espíritu Santo.

Heme aquí en esta tarde llena de Gracia: Elías, Elías el hijo del hombre, el Anciano Incansable en Espíritu. Aquí me encuentro presente en esta Alba Llena de Gracia. Vengo aquí viendo a todos por igual, porque todos son mis hijos y a todos los vengo amando por igual.

Y vengo a entregar las Llavecitas del Trabajo, las Monedillas a multiplicarles 7 veces más, vengo a bendecir la Escala, las antorchas, las florecillas y traigo sanidad para todos ustedes mis hijos, porque todos son mis hijos.

Yo los contemplo cómo se encuentran mis hijos amados; porque nos vemos amando profundo de mi corazón. Y vengo a bendecirles, a los mares y todos reciban por igual. No vengo distinguiendo a ninguno porque todos son mis hijos.

Cortos palabras, pero aquí les vengo entregando todo.

(Canto: “Vuela suspiro del alma…”)

 

Nuestro Señor Jesucristo: Madre Amorosa, es mi Voluntad que te comuniques por medio de esa carnecilla y entregues la Bendición a estos tus hijos…

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Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestra Madre Amorosa, María de Israel

Canalizado por: Hermana Dominga

El Ángel del Señor anunció a María. El Ángel del Señor anunció a María. El Ángel del Señor anunció a María, y Ella concibió por Obra y Gracia del Espíritu Santo.

María está presente. Os vengo a cubrirlos con mi Manto Tachonado de Estrellas con Amor y con mucha Alegría en este recinto.

El ósculo de mi Amor les entrego doncellas y mancebos. Y les entregó la Rosa de mi Jardín, mis polluelos.

(Canto: “Vino rodeada de flores…”)

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Nuestro Señor Jesucristo: Benditos y alabados sean, mis hijos amados. ¿Qué puedes pedir que no te sea concedido mis pequeños amados?

Habéis recibido del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Habéis recibido de Elías y de mi Madre amada. Más bendecidos eres porque se han comunicado por nuestras carnecillas que aún faltas de preparación son, pero de grande manera les han dado a todos y cada uno de vosotros, mis pequeños hijos.

Que este Lustro sea lleno de Paz y de Tranquilidad, Armonía para todos y cada uno de vosotros, mis pequeños amados.

Yo les pregunto ¿habéis quedado conformes? Por vuestra conformidad Yo les entregó a Manos Llenas: Tomen y lleven -mis hijos benditos- del Pan sin levadura, del Jergón, de la Miel, de la Uva. Tomen y lleven estas Monedillas que multiplicadas seréis en lo material. Tomen y lleven las Llavecitas del trabajo para que sea abierto ese pórtico bendito, mis pequeños benditos y bienamados. Sean en Paz y en Tranquilidad, mis pequeños amados.

Y no les digo el “adiós” porque nuevamente estaré ante vosotros. Les entregó de mi Bendición:  en el Nombre que Sois + el Padre + El Hijo + y la Luz Bendita del Espíritu Santo.

Mi paz sea con vosotros.

(Canto: “Adios oh Padre todos nos vamos…”)