Cátedra 1 Enero 2024

Catedra Padre Eterno 2024

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Padre Eterno, Yahveh / Jehovah Señor de los Ejércitos

Canalizado por: Hermana Concepción

El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. ¡Oh Humanidad entera! ¡Oh Israel amado! ¿Qué puedo esperar de vosotros? Mas así mismo, entre vosotros me encuentro.

Trazado ha sido tu Sendero, oh Humanidad entera; más allá vosotros si has de seguir ese Sendero o has de perderte.

Lustro más me pedis para vosotros, Lustro más os entrego para que el mismo Hombre acabe con el Hombre. No seré Yo, oh Humanidad entera, vosotros mismos seréis acabando el uno con el otro. 

Tiempo más me pides, pues Tiempo más he de darte ¡oh Humanidad entera!

Mas así mismo, te entrego de Mi Luz a vosotros. Aquel que en verdad me ame, aquel que en verdad me crea, aquel que en verdad tenga Fe, guiado será por Mi Mano amada.

Mas no pidas la Tercera Venida de Mi Hijo, porque Mi Hijo es con vosotros.

{Canto: “Padre nuestro que estás en los Cielos…”}


Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor  Jesucristo

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra, mis hijos benditos. Así mismo Mi Espíritu es entre vosotros, en Espíritu y en Verdad, de la Escala de Perfección hacia la de Jacob, y de ahí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasad a tomar de vuestro banquillo Humanidad entera, Congregación amada, y escuchar con atención Mi Consoladora Parábola.

Benditos y alabados los que sumisos y obedientes son al Mandato Divino, porque tu Jesús en Espíritu y en Verdad trasciende hacia vosotros. En Alba Primicia del mes de Enero del Año del Hombre 2024, en el cual me Aposento es para entregar de Mi Luz, de Mi Fuerza, de Mi Fortaleza, de Mi Paz y de Mi Amor a todos y cada uno de vosotros, ¡oh Humanidad amada, oh Israel bendito!

Un Lustro más que inicia en Alba Bendita llena de Gracia, en el cual contemplo Fe y Esperanza en algunos de mis hijos; más en otros contemplo el temor y la incertidumbre. Mas así mismo os pregunta vuestro Jesús: ¿por qué temer, mis pequeños benditos? Heme aquí entre vosotros, vosotros sois átomos de Mi Divinidad, aquí como El Alfa y El Omega, como el Principio y el Fin de todos los Tiempos, mis pequeños benditos y bien amados. ¿Por qué temer a un futuro que es incierto, mis pequeños benditos? ¿Por qué temer a una penumbra, mis pequeños amados? ¿No estoy Yo aquí que Sois vuestro Padre?

Más así mismo, quita el temor de vuestro corazón, quita el temor de vuestro pensamiento, que asi mismo si tu tienes aquella Fe viva en Mí, nada os pasará. Más que la Fe que dices tenerme no sea de dientes para afuera mis pequeños amados; porque así mismo, aunque tú digas que tienes esa Fe, más si Yo vengo contemplando vacío vuestro corazón, tomado en cuenta no has de ser, mis pequeños y bienamados hijos. Porque así mismo aunque estés alba por alba en estas cuatro paredes, y no es cuán grande tu Fé, no te recibiré mis pequeños benditos en Mi Regazo Bendito.

Así que antes de abrir vuestros labios, analiza vuestras respuestas, corazones de buena voluntad; porque así mismo grande es lo que he traído para vosotros. Maravilloso será lo que he venido a entregar para cada uno de mis hijos, que aún cuán grande sea su Fe, como aquel grano de mostaza mis pequeños benditos. Más que no contemple Yo que es de dientes para afuera vuestra Fe, porque no serás recibido mis pequeños benditos en el Regazo de Mi Madre, en Mi Regazo mismo.

Más así mismo, contemplo temor en vuestros corazones a lo de a lo que ha de venir en este nuevo lustro; nuevo lustro que para tu envoltura son 366 albas, son 12 meses, mis pequeños benditos. Más para vuestro espíritu es un segundo solamente, un abrir y cerrar de vuestras pupilas, mis pequeños amados.

Mas te contemplo con aquella incertidumbre de qué es lo que ha de pasar en este nuevo lustro. Mas así mismo, lo dice vuestro Jesús, que si tú dices que aún enviaré pruebas y Mi Padre os las pondrá, Yo te puedo responder que La Vida misma es una prueba, mis pequeños benditos y bien amados. Más bien lo dijo Mi Padre: vosotros tienen trazado vuestro camino, tienen trazado vuestro sendero, mas vosotros sabréis si quitas o dejas ese pedrusco, si saltas o pisas el espino, si enciendes La Luz o dejas en penumbra; sois vosotros mismos quienes van labrando vuestra propia Tierra, sois vosotros mismos quién decide si vuestro campo es fértil o si es vana la semilla. Sois vosotros mismos, quiénes dan la vida y quién la arrebatan. Hoy eres aquel pequeño niño, mañana será ser adulto, hoy estás en esta Tierra, mañana quizás no. Hoy naces y vives, mañana mueres mis pequeños benditos… Analiza, analiza.

Mas vosotros mismos sois como os lo dice Mi Padre, acabando los unos con los otros, porque alba por alba me presento ante vosotros pidiéndote no malmires, no juzgues, no blasfemes… ¿y vosotros qué hacéis?, todo lo contrario. No levantes la diestra hacia tu enemigo, sino ora y pide por él. Y vosotros vas levantando vuestra diestra y golpeando, y no solo golpeando sino arrebatando de la vida. Mucho os espera para este nuevo amanecer, este nuevo lustro, cosas que vuestras pupilas no querrán ver.

La última Alba que nos reunimos y congregamos Os dije que movimiento de Tierra habría, que asimismo aquellos grandes volcanes enfurecerían, ¿y te mentí mis hijos benditos? ¿te mentí, Yo te pregunto mis hijos amados? No vengo para alertarte y que entres en temor, sino que entres en conciencia, para que ores no solo por ti sino por tu Hermana Humanidad.

Contempla en verdad cómo aquellas grandes potencias se levantarán en armas, arrebatando vidas inocentes: mujeres quedarán solas con sus pequeños labrando las tierras porque aquellos varones los obligarás a ir a la defensa, y no es Mi Voluntad, mis pequeños benditos, sino la del mismo Hombre.

Pues así mismo eleven Plegarias para que Yo sea arropando uno a uno a los brazos de Mi Madre, para recibir su cobijo, para acercarlos a Elías como Buen Pastor, cuidando a sus ovejas. Aparta ya el “materialismo” mis pequeños benditos; aparta ya las vanidades, aún tienes el Tiempo, no esperes a que seas tocado mis pequeños benditos…No sabes lo que ha de venir para ti y para los tuyos; Yo sí lo sé, mis pequeños amados. Más créeme en verdad, que trataré de arroparlos lo más que pueda, pero si vosotros no se dejáis, ¿qué puedo hacer mis pequeños amados? Yo quisiera tenerlos aquí en Mi Diestra y arroparlos en mi pecho, pero vosotros sois saltando del Cerquillo, ay aquellos de mis hijos qué han dado de las espaldas y querrán regresar, pero la portezuela será cerrada, y no porque Yo lo quiera -mis pequeños benditos- porque no permitiré que sean dañado más de mis hijos amados al abrir esa portezuela, porque seréis resguardados aquellos que prevalezcan en Mi.

Mirad y contemplar las grandes catástrofes que han devenido, más no temas por lo malo mis pequeños, porque al abrir la primavera contemplareis renacer las flores, contemplareis aquellos senos maternos de toda especie amamantando y fecundando a todo ser vivo; mirarás en el verano aquel Sol que quema con sus rayos todo lo negativo, para abrir paso a la nueva Luz. Verás en aquel otoño aquellos vientos que arrasarán con todo lo que a su paso puede encontrarse, acabarán con todo lo que no pertenecen el Haz Terrenal y contemplaréis en aquel invierno como aquellos fríos congelan todo cuanto no es bien visto ante Mi Pupila y cuanto dañando será. Aquellos que prevalezcan ante Mi Luz y ante Mi Gracia.

Asimismo, lo dice vuestro Padre, labra vuestra Tierra para que no os falte nada, para que puedas amasar aquella semilla del trigo y del maíz, y puedas ofrecer el pan a cada uno de mis hijos amados, qué tantos lo necesite. Asimismo mis pequeños benditos, os lo dice mi Padre amado, Mi Madre Amorosísima, Dios mismo tú Jesús Bendito: Ora por vosotros, más ora también por los grandes mandatarios, por aquellos que tienen “el poder” porque jamás cesa su avaricia, porque entre más tiene más desean y más anhelan, y por ello destruyen, amenazan y acaban con todo lo que os estorba.

Mas asimismo mis pequeños, no quieras ser tú como ellos, empieza por vosotros mismos de hacer la diferencia. Asimismo he de decirte que si vendrán más catástrofes, en las cuales se arreglarán nuevos caminos, nuevos senderos, y llegará el momento en que te estreches con otros Mundos. Que esos mandatarios den la mano a otros más y hagan La Paz, mas asimismo para que todo eso suceda, ellos mismos tienen que acabar los unos con los otros, y no es por Mi Mano Poderosa, mis pequeños benditos, es por su enferma avaricia, por el querer tener más poder. Muchos cambios vendrán, pero también habrán buenos cambios. Vosotros ponerse en Mis Palmos para que nada os pase, mis pequeños benditos.

Mas sé con aquella Fé, cuán grande aquel Amor, mis pequeños benditos y bien amados, y aquella Preparación. Mira aquí el vivo ejemplo de vuestro hermano Josué: pruebas ha recibido, y ves cuán lejos y presente puede hacerse. ¿Y vosotros, que estáis aquí a un paso y dudas en venir, por qué mis pequeños benditos? ¿Quieres ser de los olvidados, quieres ser de los que no se les abra la portezuela, quieres ser de los que sean acechados? Porque maldad ha de venir, falsos profetas que se harán pasar por Mí, mis pequeños benditos y bien amados.

A la alerta, la alerta siempre, en Plegarias mis pequeños benditos. Y abre vuestro corazón para entregarte las respuestas a tus mil preguntas, porque si venías con incertidumbre que te contemplo que te irás con más preguntas que respuestas, mis pequeños benditos y bien amados, pues lo único que puede decirte tu Jesús: abre vuestro corazón para que encuentres esas preguntas. Más Yo he limpiado vuestro sendero, he limpiado vuestra envoltura, y he limpiado vuestro espíritu… Tú sabrás cómo lo conservas, mis pequeños benditos y bienamados.

Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas varón. Así es, vosotros sois mis hijos, buenos y malos, no venimos a ver distinción y aunque sean malos, no deseamos el mal para vosotros, sino al contrario tocamos vuestro corazón para que sean entrado en el Redil. Así vosotros como progenitores, dan el Sabio Consejo a vuestros hijos, más allá ellos si lo toman o lo dejan, más benditos sean. Que he de entregarte a Manos Llenas: la Sabiduría y el Entendimiento para guiar a los tuyos, varón amado y bendito. No dejen de dar Mi Palabra a quienes puedan, para que así mismo sean en el Entendimiento, de que han de venir tiempos mejores para todos y cada uno de vosotros. Toma y lleva varón amado, mi Paz y mi Amor para ti y para los tuyos.

Como vosotros decis “El Karma” que ha de venir para vosotros, para hacer Karma es lo que vosotros arrastráis en todas sus vidas pasadas hasta estos tiempos, mis pequeños amados. Porque vosotros pensaréis “sí me he portado bien, ¿por qué me va tan mal?” Pero jamás has analizado lo que vienes arrastrando, mis pequeños benditos, por una acción buena que tú haces en el alba ya cometiste tres errores, mis pequeños benditos, porque vas en tu transitar y diste el denario a aquel que te lo solicitó, pero ya volteaste “a ver mal” aquel que te empujó, aquel que no te sonrió, aquel que te malmiró; ahí se acabó tu buena acción, mis pequeños benditos… Analiza, analiza si es verdad o no lo que vengo a decir, mis pequeños benditos, y no te juzgo porque vives en el error; pero hay que enmendar ese error, mis pequeños benditos.

Tiempo más he pedido para vosotros. No hagas que en el arrepentimiento Yo Sea y redímete en verdad, Humanidad entera. Llénate de Mi Luz, llénate de Mi Sabiduría, llénate de Mi Paz, llénate de Mi Amor, de Mi Tranquilidad. Haz a un lado el egoísmo, haz a un lado toda maldad. Hecho has sido a imagen y semejanza mía. Pero vosotros mismos, has trazado la maldad en sí mismos, porque Yo no te hice malo, Yo te hice lleno de Bondad y lleno de Amor, Amor propio, para que ese Amor propio que sientes sea destilado por todos y cada uno de vuestros poros, y lo seas entregando entre aquel de tu semejante y hermano. No hagas que me arrepienta del Tiempo más que he pedido para vosotros.

Por ahí ama a Mi Madre y venérala, pero con el corazón abierto de par en par, no como lo haces en el alba en que te festejas con músicas, con aquellas luces, con aquellos escándalos,  con aquellas bebidas, porque eso no es un festejo para Mi Madre, sino es Luzbella a quien está con vosotros, como aquellos tiempos en que Yo mandé llamar a Moisés para entregar las Tablas, y vosotros adoraron a aquel “becerro de oro” llenos de júbilo. Así sois vosotros, en estos Tiempos, pues Mi Madre se presentó y vosotros guardaron esa imagen, pero no adoran a mi Madre. ¿Qué es lo que adoran con esos bailes, con esos ruidos, con eso que tú llamas cohetes? ¿A quién estás adorando? El adorar a Mi Madre es inclinarte un segundo: orar y pedirle y hacerle presente; puedes hacer todo y toda esa ebullición, mis pequeños benditos. Ella quiere la alegría de todos y cada uno de vosotros, pero no embriagándose mis pequeños benditos, no en pleitos mis pequeños amados.

Asimismo, vosotros acercarse a Mi Madre pero con respeto y con Amor, entregándole la ofrenda que es la Paz de su corazón. Es la Ofrenda que pide Mi Madre: Paz en su corazón, Paz en su interior, no quiere que gasten los grandes denarios haciendo esas algarabías… no la usen para eso. Si ustedes quieren “las algarabías” háganlas, eso que ustedes llaman “fiestas” háganlas, pero NO en Nombre de Mi Madre, NO en Nombre de Mi Mundo Espiritual, porque eso es mundano. Para nosotros ofrezcanos su corazón abierto de par en par, mis pequeños benditos. Usen las lucecillas, las antorchas, para iluminar vuestro sendero y vuestro hogar, no para maldad mis pequeños benditos. Las florecillas hurtadas del jardín para decorar los altares, mis pequeños benditos y bienamados.

Más así, mis pequeños amados, esos ruidos, esas “músicas” que ustedes les llaman, no son del agrado de Mi Madre, mis pequeños. ¿Quieren fiesta?, hagan fiesta, pero no usen a Mi Madre como pretexto, eso no le gusta a Ella mis pequeños benditos y bienamados. Solo abranle su corazón y ofrezcanselo de par en par para que Ella lo reciba de grande manera y les sea entregado también, mis pequeños benditos y bienamados.

Acercarme de vuestro azahar, oh Pedro amado. Bendito y alabado sois.

Aguas cristalinas que sois traídas del Río Jordán, limpiadas y Desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad: aquel que tomare de ellas, sano y salvo será porque esa es Mi Voluntad. Hacedme presente vuestro botón, bendito seas.

Que ha de recibir de grande manera este Rocío primeramente vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sean recibiendo este Rocío de estas aguas que serán convertidas en Bálsamo de Sanidad. Sea este Rocío derramado a las lejanas y cercanas comarcas, a aquellas que se encuentran en desolación, aquellas que se encuentran postradas en el camastro sea este Rocío derramado. Sea este Rocío derramado a las altas y bajas montañas, a los mares, a los lagos y a los ríos; esos mares que levantando sois, los rociaré en estos instantes. Sea este Rocío derramado a las cárceles y a los presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea este Rocío derramado a los hospitales, orfanatos y asilos. Sea este Rocío a los campos y campesinos que darán el fruto para alimentar a la Humanidad entera. Sea este Rocío derramado a vuestras antorchas, a vuestros amuletos, que han de traer Prosperidad. Sea este Rocío derramado a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Sea cumplida Mi Voluntad Amada ¡Hecho ha sido! Bendito y alabado seas.

Oh mis hijos amados, aún mis Carnes por las cual he venido a comunicarme no se encuentran al 100 como ustedes dicen mis pequeños; pero poco a poco he quitado y apartado lo que no le pertenecía. Ya estáis hablando, pero aún quedan “secuelas” de lo que pusieron en ella, y poco a poco lo iré apartando y dándole Fortaleza. Por ello es que no vengo con la misma Fuerza que vosotros estáis acostumbrados a recibir, mis pequeños; pero no quise pasar desapercibido que estuviesen vosotros presentes si no pudiera entregarles Mi Parábola Bendita, mis pequeños amados.

Asimismo, mis pequeños benditos, pronto estaré recibiendo de vuestra labor de cada uno de vosotros. No quiero contemplar palmos vacíos, mis pequeños benditos y bien amados. Aparta el mal palabrerío de vuestros labios, aparta esas quejas  y no estés esperando a que todo llegue de Mi Mano Poderosa, labra vuestra propia tierra y sal adelante mis pequeños benditos. 

Más bendecidos han de ser todos y cada uno de vosotros. No teman jamás porque mi Fuerza y mi Fortaleza no la alejaré de vosotros. Oh Josué bendito: no temas, porque saliendo adelante has de ser varón amado y bendito, mas no temas. Pedro amado: que Fuerza y Fortaleza he de entregar a ti y a los tuyos. Oh Doncellas y Mancebas: Fuerza y Fortaleza entrego. Varones benditos: las Llaves del Trabajo no faltarán para vosotros y aquellas Monedillas para el sustento de vuestros hogares.

No temas por haber quedado en soledad mis pequeños benditos, porque más vale arrojar aquello que no es bien visto ante Mi Pupila, porque ha de venir una nueva puerta para abrirse de par en par y encontraréis aquellas Alegrías, aquellas Sonrisas que ahora las contemplo en lágrimas y en tristeza. No teman jamás, porque nada faltará en vuestros hogares, mis pequeños benditos y bienamados.

Yo os pregunto: ¿habéis quedado conformes? Benditos sean pequeños amados, que por vuestra conformidad Yo les entrego a Manos Llenas: tomen y lleven del Pan Sin Levadura, del Jergón, de la Miel y de la Uva; tomen y lleven de las Monedillas que multiplicadas serán en lo material, mas no las despilfarren -como vosotros decís-, usadlas para lo que realmente necesites, mis pequeños benditos y bienamados; y tomar las Llavecitas del Trabajo que tanto me solicitas, porque nada faltará ahí, las portezuelas se abrirán de par en par.

Yo les dejo La Bendición + en el Nombre que Sois el Padre + en el Nombre que Sois el Hijo y + en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.

Mi Paz sea con vosotros.

(Canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…”)