Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección hacia la de vuestro corazón.
Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasad y tomad de vuestro banquillo Congregación Amada, Humanidad entera, que ha de recibirlos su Jesús Bendito y Bienamado en Alba, bendita llena de Gracia.
Os doy de la bienvenida a los unos y a los otros, y a buenos y malos, sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual.
Bienaventurados los que sois postrando de su calza en esta Bendita Casa de Oración, porque limpiados y desmanchados han de ser desde su Crisma y hasta su Calza. Benditos y Bienaventurados sean porque han de recibir a grande manera lo que he venido a traer para todos y cada uno de vosotros en esta Bendita Alba Llena de Gracia: Alba primicia del mes de febrero, del año del Hombre 2024, en la cual Mi Aposento es en Espíritu, es en Verdad entre vosotros, corazones de buena voluntad.
He de recibirles de grande manera y con los brazos abiertos a todos y cada uno de vosotros para limpiar y desmanchar desde su Crisma y hasta vuestra Calza, apartando todo lo que no os pertenece, por dentro y por fuera: desmanchando vuestro espíritu, desmanchando vuestra alma, desmanchando vuestro ser y desmanchando vuestra envoltura.
Así mismo, mis pequeños benditos, pues os lo dice vuestro Jesús: llénense de Mi Amor, mis pequeños amados, y despidan ese Amor para cada uno de vuestros pobres, porque Así mismo vosotros decís que sabéis amar más en verdad. Os dice vuestro Jesús que no es así, mis pequeños benditos, porque no eres ni amando ni a ti mismo, ¿cómo puedes decir que amas a los demás? No eres capaz de amarte a vosotros mismos, porque tú eres lo último que piensas, mis pequeños benditos y bien amados.
Mas en verdad os dice vuestro Jesús, si no te amas a vosotros mismos, ¿cómo podéis amar a vuestro semejante y hermano mis pequeños amados? Si Yo este preguntara en estos instantes si fueses capaz de perdonar a aquel que te ha ofendido, a aquel que te habla de más, a aquel que te ha malmirado, aquel que ha levantado su diestra contra ti, ¿qué me dirías mis pequeños benditos?, me dirías que sí, que sois cada uno de vosotros capaz de perdonarles. Más en verdad Os te digo, mis hijos pequeños benditos y bienamados, que tu Jesús Amado que contempla estos instantes y sabría que solamente de dientes hacia fuera dirías aquello. ¿Por qué no eres capaz de perdonar? Porque no te amas mis pequeños, porque permites que otros pasen sobre de ti, porque permites que te dobleguen, mis pequeños benditos y bienamados. Cuando tú entiendas y comprendas lo que es es el Amor, tendrás un cambio en vuestras vidas, mis pequeños benditos.
Porque Amarte no es solamente el ropaje, no es solamente aquella máscara que postras en tu rostro para dar otra cara a los demás, no mis pequeños benditos. El amarte es respetarte a ti mismo, es perdonarte a ti mismo, es quererte, mis pequeños amados. Más vosotros no sabéis amar porque vosotros solamente lo decís de dientes para afuera y vosotros amás todo lo material, todo cuanto posees, porque no eres capaz de deshacerte de todo aquello. Si en estos instantes Yo te dijera “deja vuestra choza, deja vuestro ropaje, deja vuestro denario y sígueme”; en verdad Yo os digo, mis pequeños benditos, que no lo harías, porque no eres capaz de dejar los material.
Cuántos y cuántos lustros has prevalecido en la Casa de Oración, y cuántos lustros he pedido que dejes atrás vuestro materialismo, y eres aferrándote cada vez más a todo aquello cuánto posees, y lo que es peor, a lo que aún no tienes en tus palmos, porque eres aferrándote a todo cuanto contemplas, a todo cuanto palpas y no a lo que sientes, mis pequeños benditos. Porque te he pedido que cierres vuestras pupilas materiales, y abras aquella Pupila Espiritual y vosotros sois ciegos, sois sordos, sois mudos, porque no han sabido escuchar todo cuanto te digo; pero no lo escuchas. ¿Crees en cuanto te digo?, pero al dar vuelta atrás lo olvidas, mis pequeños benditos. Deja atrás todo aquello, y empieza nuevamente mis pequeños, Os lo dice vuestro Jesús.
Si ahora se postrare frente a ti aquel de tu enemigo, y te levantará la voz, tú se la levantarías dos veces más. Si aquel de vuestro enemigo te levantara la diestra, tú la levantarías 3 veces más, porque así mismo, mis pequeños, no te sabes perdonar ni a ti mismo como para aprender a perdonar a vuestro semejante.
Si Yo te preguntase ¿amas a tu Hermana Humanidad? y dices que “sí”, me estarías mintiendo mis pequeños benditos, porque no serías capaz de quitarle el cobijo a vuestros vástagos para darlo a otro más de vuestro hermano que lo necesite; porque no eres capaz de quitarte el pan de vuestros labios para entregárselo al hambriento; porque no eres capaz de abrirle vuestra portezuela para arropar a quien anda en la intemperie de los tiempos. ¿Y por qué no eres capaz de darlo, de recibirlo y de apoyarlo? porque eres en el temor, eres en duda, mis pequeños benditos, porque no te amas lo suficiente a ti mismo para amar a vuestro prójimo.
Dices amar a vuestra pareja, pero en cuanto ves la oportunidad volteas a ver a otra. Dices amar a vuestros pequeños, pero en cuanto se presenta la oportunidad eres gritando y golpeando. Dices amarme a mi mismo, a tu Jesús Amado, y me das de la espalda mis pequeños benditos, porque para vosotros vuestra prioridad es lo material, porque para vosotros la prioridad es el denario, porque ni siquiera para vosotros es vuestra prioridad el pan de cada día, si no tenéis vuestros bolsillos llenos de aquel denario.
¿Para qué ocupáis aquel denario, Os pregunta vuestro Jesús? por vanidad, por egoísmo, por lucrar, mis pequeños benditos. Porque qué hace falta en vuestro hogar si tienes el techo, tienes el cobijo, tienes el pan de cada día, tienes la sandalia, pero cada vez quieres más y más y más, mis pequeños benditos y bienamados.
Estás aquí, en el hoy, en este preciso instante vives, mis pequeños benditos: Aprovéchalo, mis pequeños amados, que no sea en vano vuestra estancia, mis pequeños benditos, porque hoy estás. Más recordar que no seréis eternos en este Haz Terrenal. Más hoy estás y mañana trabularás, ¿y qué llevarás consigo mismos? Llegaste con los palmos vacíos y te irás con los palmos vacíos, entonces ¿por qué aferrarse a lo material?
Llenate de Amor, llénate de Sabiduría, llénate de Entendimiento, para que seas entregando todo ello mis pequeños benditos. No pienses en hacer fortunas para dejarle a los tuyos, cada uno de los tuyos tiene las herramientas suficientes, para labrar la tierra y salir adelante por sí solos. ¿A vosotros quién os dio la herramienta y quién os entregó el denario?, vosotros mismos.
Ser por el sendero de Luz y de Gracia mis pequeños benditos, ve y contempla lo que ha de venir, y no porque sea Mi Voluntad, ni porque sea La Voluntad de Mi Padre Amado, sino porque es la voluntad del egoísmo, de la avaricia, de la vanidad del Hombre.
Haz el cambio en vosotros mismos para que dejes aquel campo lleno de Semillas, para que dejes aquel camino limpio de pedrusco y de espino, para que seas estando en Paz y en Tranquilidad con vosotros mismos y con tu hermana humanidad. Da el Sano y el Buen Consejo, da Paz y Tranquilidad, no blasfemias y mentiras, no egoísmos ni vanidades.
Contempla, mis pequeños benditos y bienamados, Yo he venido a entregarte Amor ¿por qué vosotros no lo entregas también a vuestro semejante y hermano? Trata a vuestro hermano como quisiese ser tratado, háblale como quisieses que te hablaran, ayúdale como quisieses que te ayudaran, mis pequeños benditos. Sé en Paz con vosotros mismos, para que Paz otorgues a vuestro alrededor.
Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?
Yo le recibo de grande manera, Pedro Bendito. Bendita y alabada seas mujer, amada; pues Yo te pregunto: ¿te has acercado por tu propia voluntad, o sientes alguna obligación? Yo te pregunto: ¿estás dispuesta a dejar todo atrás para seguir a tu Maestro? Yo te pregunto mujer bendita: ¿estás dispuesta a amar y a dar a manos llenas de mi Parábola a vuestro semejante y hermano? Bendita y alabada seas. Limpiada y desmanchada has de ser desde tu crisma y hasta vuestra calza, el cumplimiento has de llevar llevando de Mi Parábola con Fe, con Amor, y con Orgullo. No blasfemarás, de tus labios no saldrá la mentira, no dirás palabras vanas, no matarás ser viviente en la Faz de la Tierra mi pequeña bendita y bienamada. Limpiando y desmanchándote he de ser vuestros palmos amados, para que recibiendo seas de grande manera. Sea así de Mi Voluntad.
Hacedme presente vuestro hisopo, oh Pedro bendito. Bendito y alabado seas. Acercarte sin temor, mujer amada, que Yo te entrego en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… Mas así mismo serás reconocida con el nombre de Esther, donde quiera que vayas y donde quiera que te encuentres con ese nombre, te he de reconocer, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Postra tus palmos, mujer, limpiadas y desmanchadas serán tus palmos para que no sean hurtando, matando, ni maldición; estos palmos se levantarán solamente para entregar Sanidad, Sabiduría y Caricias a todo tu semejante y hermano. Lleva de la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, mujer amada. Ese Hisopo será de tu Sanidad, en cualquier momento y en cualquier instante y en Mi Nombre. Yo te levanto vuestra cara y te limpio y te desmacho, Yo que soy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Hecho ha sido, una más para tu Redil, y cuentas claras y precisas me has de entregar de esta nueva Congregación. Levanta vuestra calza mujer bendita y sigue a tu Maestro.
Bendito y alabado seas, ver el cargo que os así te postras en vuestras espaldas Pedro, bendiciones al entregar a una más al Redil bendito. Más contemplando sé en verdad el Cerquillo, que un pedrusco más pongo encima para que no sean saltando de él, porque así mismo los quiero contemplar dentro de ese Cerquillo, porque llegado será el momento en que solamente tomaré entre mi regazo bendito a aquellos que sean Fieles en su Fe, no tanto en el Amor que sientan hacia su Jesús, sino en su Fe, mis pequeños benditos y bienamados.
Cuidarás de aquel Redil, Pedro Bendito, serás entregando el Sano y el Buen Consejo, serás guiando con el ejemplo a estos de mis hijos que son como ovejas y Pastor Pedro Bendito, y tú serás ese Pastor que has de guiarlas Pedro amado, y cuentas claras y precisas has de entregar de cada una del Rebaño Amado.
Asimismo, mis pequeños benditos, todos y cada uno de vosotros llénense de Mi luz, llénense de Mi Sabiduría, llénense de Mi Paz y de Mi Tranquilidad, que asimismo cada uno de vosotros me estaréis entregando de grande manera cuando sea el momento claro y preciso en que postraráis de vuestras palmas para hacerme presente vuestra labor. Llénense de Mi Paz y de Mi Tranquilidad, mis pequeñas hijos benditos y bien amados, que Elías los cubre y los protege y los guía con su Luz, mi Madre los acoge en su Regazo Bendito en todo momento y en todo instante, sean en la preparación y no sean en la blasfemia, porque así mismo si dan falso testimonio, estaré contemplándoles mis pequeños benditos y bienamados.
No desistan de orar, no desistan de pedir y no desistan de agradecer mis pequeños benditos y bien amados gracias han de dar al abrir el alba por el nuevo amanecer; gracias han de dar cuando estén en el mesar y sean compartiendo el pan de cada día; gracias han de dar al llegar el anochecer y llegar a su lecho para que sean en el reposo absoluto, mis pequeños benditos y bienamados.
Jamás, mis pequeños benditos, sean abriendo vuestros labios para mentir, jamás sean mis pequeños benditos, levantándo la diestra para acabar con alguna vida como lo han hecho algunos de mis pequeños que no sois tentando su corazón para acabar con la vida de su semejante y hermano por la avaricia, por el poder, mis pequeños benditos. Más cuentas claras y precisas me han de entregar cuando llegado sea el momento. Vosotros manténganse en limpieza y en blancura como os los dije en albas atrás y como lo sigo haciendo en esta Bendita Alba Llena de Gracia.
Acercarme de vuestras aguas, oh Pedro Bendito. Bendito y alabado seas. Aguas cristalinas que traídas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad; aquel que tomare de Ellas, Sano y Salvo será, porque esa es Mi Voluntad. Una Gota de Mi Preciosa Sangre de Mi Costado Izquierdo cual Bálsamo de Sanidad.
Acercadme vuestro botón. Derramado ha de ser este Rocío, primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad espiritual. Sea derramado este Rocío a vuestras Aguas que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad. Sea derramado este Rocío a vuestras antorchas que iluminarán nuevamente vuestro hogar. Sea derramado este Rocío a las lejanas y cercanas comarcas, sea derramado a las montañas altas y bajas, a los mares, lagos y ríos. Sea este Rocío derramado a los campos y campesinos, que sois entregando el sustento. Sea derramado a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos de mis hijos benditos, con culpa y sin ella. Sea derramado a hospitales y sanatorios. Sea derramado a los caminantes y caminos, aquellas comarcas que se encuentran en la desolación. Sea derramado este Rocío a aquellas estatuillas que Me Representan en Mi Niñez. Sea derramado este Rocío a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Hecho ha sido Pedro Bendito, sé levantando vuestra calza y sigue a tu Maestro.
Mis hijos benditos y bienamados, limpiada ha quedado vuestra calza, limpiado ha quedado vuestro corazón. Mas salgan de vuestros labios el Sano y el Buen Consejo, de Paz y de Tranquilidad para vuestra Hermana Humanidad, que los ha de necesitar en albas venideras.
Toquen el hombro de aquel de vuestro hermano que se encuentre desolado para que le entreguen Fortaleza. Sean entregando el pan de cada día a aquel que en realidad lo necesite. Sean entregando, mis pequeños benditos, Paz y Tranquilidad a vuestra Hermana Humanidad.
Mas Yo les pregunto: ¿habéis quedado conformes? Benditos sean mis pequeños amados, que por vuestra conformidad Yo les entrego a Manos Llenas: tomar y llevar del Pan Sin Levadura, del Jergón, de la Miel y de la Uva; tomen y lleven, mis hijos benditos, las Llavecillas del Trabajo; tomad y llevad esta Monedilla que multiplicada será en los material; tomen y lleven, mis hijos benditos, nada hará falta en vuestro hogar porque esa no es Mi Voluntad.
Prepárense, mis pequeños benditos, prepárense en todo momento y en todo instante para que logren salir adelante con aquel Ser Espiritual que he enviado para vosotros, mis pequeños.
Mas así mismo, tomen y lleven de Mi Bendición: + en el Nombre que Sois el Padre + el Hijo + y la Luz Bendita del Espíritu Santo.
Mi Paz sea con vosotros.
(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)