Catedra 1 junio 2021

catedra Junio 2021

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en los Cielos y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección, así a la de Jacob y de allí hasta vuestro propio entendimiento humano. Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez; y los que aposentados sois ya en este bendito Redil Sacrosanto.

Bienaventurados los humildes de corazón porque de ellos serán consolados. Bienaventurados los que purificándose sois porque así mismo estaréis en el Reino de tu Dios y tu Señor. Bienaventurados aquellos que sois abriéndome su corazón porque recibiéndome seréis de grande manera. Bienvenidos sean mis hijos benditos, que a todos y cada uno de vosotros Yo los recibo por igual, sin distinción alguna de raza, de credo, ni color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual, a buenos y malos; a aquellos que me dan por instantes la espalda y a aquellos que me miran de frente, recibiéndoles sois de grande manera, mis pequeños benditos y bienamados.

Benditos sean los unos y los otros. Tomando sean su banquillo, Humanidad entera, nuevo Jerusalén y escuchad con atención mi Consoladora Parábola que he traído para todos y cada uno de vosotros.

Los recibo en esta alba bendita llena de gracia, alba primicia del mes de junio del año del Hombre dos mil veintiuno, en el cual mi Aposento es entre vosotros, crea el Hombre o no lo crea, Jesús de Nazareth en Espíritu y en Verdad es ante vosotros. Podrás gritar a tu Jesús Bendito y no te he de escuchar; mas podrás balbucear y haré del oído sordo, más podrás hablar de Espíritu a espíritu abriendo tu corazón y heme ahí sumiso y obediente ante tu pedimento amado. Aquel que me pide a gritos, no lo escucharé ; aquel que gime y llora frente a una estatuilla, no lo escucharé, mas aquel que abre desde el fondo de vuestro corazón, ahí estaré postrado con vosotros mismos.

Inclinar vuestro frontal, Humanidad entera, abrir vuestro corazón y sentid cómo palpito en vuestro corazón, porque ahí me encuentro Congregación Bendita, Humanidad Entera. He escuchado, corazones benditos, cómo de gargantilla hacia afuera sois pidiendo e implorando que aparte vuestros problemas, que aparte a buenos y malos vecinos, aquel que te hace daño, aquel que balbucea a tus espaldas, aquel que te malmira… mas no mis pequeños, no es esa la manera en la cual has de pedir que te entregue a Manos llenas de la sanidad que aparte tus angustias, que aparte tus desvelos, que te de a manos llenas la monedilla multiplicada, que no falte el pan de cada día en vuestro mesar, que no falte el agua de vida que llevarte a vuestros labios, que cuide y proteja a los tuyos, que selle los labios de aquel que habla a vuestras espaldas. No mis pequeños benditos, no es la manera de pedir a tu Jesús bendito y bienamado.

Toca tu pecho, abre tu corazón, y eleva tus plegarias con Fe y ahí estaré con vosotros atendiendo a tu llamado, apartando el dolor d etu envoltura, de tu espíritu, entregándote la Paz, la Tranquilidad, y la Sanidad; acompañaré y guiaré a quien me solicitas que guíe por el sendero de Luz y de Gracia; sellaré los labios de aquel que balbucea de ti, ataré las palmas de aquel que te daña por medio de aquellas labores insanas, mas pídeme y te daré, pero aprende a pedir Humanidad entera, y lleva la Fe. Sé, mis hijos benditos y bienamados, como te forje, hecho a imagen y semejanza de tu Jesús Bendito; así sean también vuestras acciones, mi pequeños amados para que no seas en el arrepentimiento, para que no seas en el tropezar, para que no seas en el tristeza, en la desolación, porque pides el materialismo mis hijos benditos y bienamados, en verdad os digo, ese no te lo concederé para que no seas perdiéndote en los senderos. Imagina si Yo te diera la monedilla en multiplicación, qué harías con esa monedilla, te perderías más y no hallarías -corazón bendito- en dónde depositarla, en qué gastarla como es tu lenguaje, porque si ahorita no eres capaz de dar el pan al que lo solicita de dar el Agua de Vida a quien padece de la Sed, imagina si tuvieras a Manos Llenas… serías el egoísta y no alcanzaría para malgastar en sí mismos, mis hijos benditos y bienamados.

Yo sé lo que estás pensando, y contemplo cuando dices “si yo tuviera, daría a todo el necesitado”, más en verdad te digo que nos sería así; malgastarías todo cuanto Yo te entregaría mis pequeños amados y no me buscarías, te olvidarías de mi existencia porque te acercas solamente a Mi cuando sientes el dolor, la tristeza, la congoja, la ansiedad, mis pequeños amados. Mas de nos er así olvidándote serías de mí, de mi Madre, de todo mi Mundo espiritual, por ello te envío un poco de dolor, un poco de tristeza y desolación para que recuerdes que el Mundo Espiritual existe y de él te debes de valer, mis pequeños amados. Mas no me culpes a mí de vuestros tropiezos, porque ese dolor que Yo te envío es como el grano de aquell mostaza, mas todo el dolor que tu sientes es lo que tú atraes corazones benditos, porque tu mente es tan fuerte que tú mismo te vienes forjando todas aquellas enfermedades habidas y sin haber; porque eres escuchando todo aquel dolor y te lo atribuyes a tu envoltura, mis pequeños benditos, cuando es así voluntad de tu Jesús bendito, al abrir el alba, abrid nuestras pupilas, y decir: “Oh Padre mío, heme aquí ante tu Luz y Gracias por un alba más. Estoy sano. Tengo mis extremidades, mis cinco sentidos desarrollados y voy a laborar la tierra que me has dado”; y al llegar el anochecer: “Gracias Jesús porque mis pupilas han contemplado nuevamente la penumbra y he llevado el cansancio a mis hombros, como ha sido tu voluntad; mas si es ella misma tu voluntad, aparta el dolor y el cansancio. Hágase en mí tu Voluntad y permíteme contemplar un alba más”. Pero vosotros qué sois haciendo, abren vuestra pupila y quejándose sois… “Ay, ya amaneció… ya voy a trabajar… otra vez lo mismo…” he escuchado a cada uno de vosotros, quejándose de lo que ha de acontecer mis pequeños benditos y bienamados. Más bendecidos sean los unos y los otros, mis pequeños hijos.

¿Queréis seguir en el dolor, en la tristeza y en la desolación o saldréis adelante con Fuerza y Fortaleza mis pequeños amados? He en ti lo que deseas para vosotros mismos, mis pequeños hijos. Yo te entrego el Agua de Vida, Yo te entrego el Pan de cada día, Yo te entrego la labor material y te entrego la monedilla que haga falta en tu hogar.

Varones sois la cabeza de la mujer. Mujeres sois el cuerpo del varón, son el uno para el otro, mis pequeños hijos… mas así mismo sean los dos entregando la labor para que sea menor el cansancio mis pequeños labriegos. Labren la tierra, vénala crecer y germinar con Amor, con Paz y con Tranquilidad y cortarán aquel fruto tan anhelado y tan esperado. Sean comprendidas mis parábolas, mis pequeños labriegos.

Pedro bendito, ¿qué puedo esperar de ti? No temiendo seas varón amado, que Fuerza y Fortaleza he de entregar a todos y cada uno de vosotros. Saliendo adelante han de ser porque esa es mi voluntad. Tomad y llevad varón bendito; y no hagas caso omiso a lo que se te presente, porque mirad y contemplad que tropezando series. Toma y lleva varón bendito. Bendito seas.

No saliendo seais de aquel cerquillo mis pequeños amados, no quieras correr cuando apenas empiezas a dar vuestros primeros pasos. Sé analizando todo cuanto llega a ti y no te precipites pequeños amados. No quieras sentirte superior por lo poco que te he entregado de Sabiduría , porque así mismo puedo quitar todo cuanto te he dado, mis pequeños amados.

No reniegues de vuestra labor porque vosotros la posees y hay quienes desean que abriéndose sea la portezuela. No dudes de mi Parábola y no pierdas la Fe mis pequeños amados, porque en arrepentimiento serais. No sirvas a dos amos, mis pequeños benditos porque a uno le darás la espalda. No seas mis pequeños benditos en desolación, porque así mismo mis pequeños amados, no encontrarás la Luz para salir adelante. No tropieces con la misma piedra, mis pequeños benditos y bienamados, porque tus pupilas han contemplado de más y no lo has sabido ver.

No hagas caso omiso a lo que llega a ti, mis pequeños benditos, porque así mismo te quedarás sentado en el banquillo esperando y aguardando lo que no ha de llegar. ¿Por qué hablo en Parábolas en esta alba?, porque te he hablado en tu propio dialecto y no me has sabido entender, esperando que con Parábolas seas acertando a lo que te quiero decir Humanidad entera. Mas benditos y alabados sean.

Dadme de tus aguas, Pedro bendito. Bendito seas. Aguas cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas sois, convertidas en Bálsamo de Sanidad, aquel que tomare de ellas, sano y salvo será. Mi Luz y mi Gracia, mi Fuerza y Fortaleza, mi Sangre Bendita depositada es en estas Aguas Cristalinas. Dadme de vuestro botón, bendito seas.

Derramando he de ser el Rocío de estas Aguas, primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este rocío a vuestras antorchas, amuletos y todo cuanto me haces presente, a estas aguas que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad. Sea derramado este rocío a las lejanas y cercanas comarcas, a los mares, lagos y ríos. Sea este rocío derramado a carreteras, calles y caminos. Sea derramado este rocío a los campos y campesinos. Sea derramado este rocío a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea derramado este rocío a todo ser viviente en todo el Haz Terrenal, sea este rocío a quienes han trabulado a la lejanía buscando el sustento. Sea derramado este rocío de grande manera a mis Pedestales que en Preparación puedan encontrarse. Sea derramado este rocío desde el primero hasta el último de mis pequeños que se encuentran presentes y a los que por alguna razón no pudieron asistir a la Casa de Oración. Sea derramado este rocío a tus chozas y a quienes habéis dejado en ellas. He aquí hecha mi Voluntad.

Oh mis hijos benditos, no me he olvidado de ninguno de vosotros. He escuchado con atención lo que habéis pedido, desde el fondo de vuestro corazón. No temas, porque cuanto has pedido será concedido de grande manera, mas no seas más en el error, no seas más en el tropiezo, no seas más cometiendo lo mismo corazones de buena voluntad. Cierra vuestros labios cuando no es necesario abrirlos; cierra vuestros auriculares cuando no es menester que escuches y cierra tus pupilas materiales y abre las espirituales para que contemples mis grandezas y maravillas. Contempla lo que hay a vuestro alrededor cómo viene acabándose mis pequeños benditos. Contempla al Astro Rey que furia lleva ante vosotros. Contempla las aguas que desatadas sois, contempla la Tierra que movimientos lleva. Contempla en verdad, que la naturaleza está pidiendo a gritos auxilio, ayuda, no la destruyas más porque es tu hábitat. Ámalo, cuídala en verdad y pon aquel granito de arena para que seas saliendo adelante.

Me pides por aquellos que tu has elegido como pareja, Yo no te los impuse, fue elección tuya; mas si no es para ti mis pequeños benditos, no quieras retenerlo a la fuerza, porque es bien visto ante mi Pupila mejor una separación sana, que estén unidos y contemplad aquel mal palabrerío, aquellos golpes, aquellos malos ejemplos para los pequeños. Mas vale poner distancia que contemplar tristeza y desolación en vuestros hogares, mis pequeños benditos.

Haced conforme es mi Voluntad: Amarse los unos a los otros; mas no haced conforme habéis entendido y comprendido vosotros: insultar, agredir y matar los unos a los otros.

Aquel amor que tú derramas hacia tu prójimo es el que me estás derramando a mi mismo. Aquel odio que tu transmites hacia tu semejante y hermano, me lo estás transmitiendo a tu Jesús Bendito. Analiza y actúa, mis pequeños benditos… Actúa Israel, os lo dice vuestro Jesús.

Yo te pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Benditos y alabados sean. Mas así mismo mis pequeños amados por vuestra conformidad Yo entrego a Manos Llenas, en alba bendita llena de Gracia, alba primicia del mes de junio del Año del Hombre dos mil veintiuno, te entrego en tus palmos -a ti mis pequeños benditos-: el Pan sin Levadura, el Jergón, la Miel y aquel Techumbre. Deposito para ti la Monedilla que multiplicada será en lo material para que seas entregando el sustento a los tuyos y no falte nada en tu mesar. Yo te entrego a Manos Llenas, mis pequeños benditos, conforme es tu pedimento, en esta bendita alba llena de Gracia, tomad y llevad, mis hijos amados, que cubiertos serán y protegidos por el manto divino de mi Madre, y guiados con la Antorcha del Anciano venerable, para que no seas perdiéndote en los senderos, que en penumbra se encontrarán. Mas tómate de mi Mano, mis hijos benditos, y no te sueltes de ella, porque perdiéndote serás en los senderos.

Analiza, analiza todas y cada una de las Parábolas que he traído para vosotros y no echad en saquillo roto mis hijos benditos. Te entrego de mi Bendición: en el Nombre que Sois el Padre, en el nombre que Sois el Hijo, y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.

Mi Paz sea con vosotros.

(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)