Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas, y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección hacia la de Jacob. Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.
Pasad, Humanidad entera -Nuevo Jerusalén- a tomar de vuestro banquillo, y escuchad con atención mi Consoladora Parábola.
Benditos y alabados sean, mis hijos bienamados, que recibiendo sois a los unos y a los otros, sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color; porque todos sois mis hijos, y a todos amo por igual, mis pequeños benditos y bienamados.
Oh Israel amado y bendito, que presente puedes hacerte ante la presencia de tu Jesús amado. Recibiéndote sois de grande manera, en mi Regazo Bendito, para llenarte de mi Luz, de mi Fuerza y de mi Fortaleza.
Mira y contempla la congoja que traes a cuestas, oh Israel amado, oh Congregación Bendita y bienamada. Contemplo vuestros aposentos, contemplo vuestra envoltura, y contemplo vuestro espíritu cómo es lleno de debilidad, porqué no vas fortaleciendo de grande manera con aquel aprendizaje, con aquella enseñanza, mis hijos benditos y bienamados.
Pues asimismo en Alba Bendita llena de Gracia, alba primicia del mes de junio, del año del Hombre 2022, en la cual mi Aposento es entre vosotros: mi Espíritu en presencia de vosotros una vez más; porque crea el Hombre o no lo crea, Jesús en Espíritu y en Verdad es entre vosotros.
Heme aquí Humanidad entera, heme aquí Israel Bendito, heme aquí Congregación amada ante vuestras pupilas, en Espíritu y en Verdad.
¿Quieres palparme, oh Humanidad entera? Toca aquellas rocas, toca aquellas florecillas, toca aquellos animalillos, y estarás palpando mi Fuerza y mi Fortaleza, mi Esencia y mi Presencia.
Oh, Humanidad entera: ¿Quieres palparme, y quieres sentirme? Abraza aquel menesteroso, toca la mano de aquel que ha caído y levántale. Acepta en vuestro regazo aquel que pide a gritos el consuelo, aquel que pide la paz y la tranquilidad para su espíritu; aquel qué dolor lleva en su envoltura, aquel que lleva la congoja y la tristeza, aquel que necesitado es de una palabra de aliento; aquel que perdido va en los senderos; aquel que divagando es en sus pensamientos porque no hay el apacentamiento.
Más mis hijos benditos y bien amados, no me busques en estatuillas, no me busques en sinagogas, porque ya no estoy en ellas, porque mi Espíritu no se encuentra presente en aquellos lugares donde hay mal palabrerío, donde hay malos mirajes, donde hay falsedad, donde hay hipocresía, mis hijos benditos y bienamados.
¿Quieres sentirme? Abre tu corazón de par en par, tócale y siente el palpitar. Más mis hijos benditos y bienamados, mis parvulillo benditos, no quieras encontrarme -mis pequeños amados- donde no me puedo aposentar. Heme aquí en este instante ante vosotros, Yo escuchando sois el palpitar de vuestro corazón. Más no escucho tu grito de desesperación, no escucho cuando me dices si me preguntas “Oh mi Jesús, qué he hecho para merecer esto o aquello. Oh Jesús mío, por qué me abandonas” No, mis pequeños benditos… Ni un solo momento, ni un solo instante me alejo de vosotros. Ustedes sois quienes se alejan de Mí, sí más Yo voy con vosotros a vuestro lado, un paso de distancia sois de vosotros… Mas vosotros sois quien se alejan de Mí.
Mas Yo estoy a tu lado para tenderte de mi Diestra y tomar de tu palma y guiarte por el Sendero de Luz y de Gracia. Mas vosotros sois los que esconden su palmo dentro de sus bolsillos y no me dejan tomaros de su mano bendita para ayudarles a saltar aquella zanja tan enorme. No me permiten guiarles por el sendero para que no sean tropezando con el pedrusco y el espino. No me permiten limpiar vuestra calza y apartar las llagas, enjugando esa sangre derramada, ese sudor de vuestra frente, mis pequeños benditos, porque sois haciéndome a un lado, porque sois tomando el camino erróneo, el camino equivocado.
Más he aquí, ante todos y cada uno de vosotros, a Luzbella como es trayendo el peor de los pecados capitales que es la Pereza para toda la Humanidad entera, y vosotros sois cayendo en el peor de los pecados porque vas llevando a cuestas esa Pereza, y te entregas al letargo, y vas en el dormitar.
Más tú Jesús te dice: ¡a la alerta, a la alerta, Humanidad entera!, porque en un abrir y cerrar de ojos pueden ocurrir no una ni dos, sino muchas desgracias. Mas no dormites, os lo dice vuestro Jesús, siempre a la alerta oh Congregación amada, oh Humanidad entera.
Mirad y contemplad cuando ha llegado cs hacia vosotros, y vosotros sois en el dormitar. Labrando quiero que seas la tierra que te he entregado, mis hijos benditos y bienamados. Labra y sal adelante, levanta vuestra calza, no esperes y aguardes sentados en el banquillo, porque nada ha de llegar a vosotros.
Vosotros habéis de apartar aquella Pereza, y labra vuestra propia tierra. Más todo aquello, que llega a vosotros, mis pequeños benditos, vosotros lo habéis pedido. Más a sí mismos -lo dice vuestro Jesús-, llega a vosotros lo que vosotros queréis, mis pequeños benditos, porque hecho está todo cuanto es Mi Voluntad. Más allá vosotros si sois tomando lo que os corresponde, o si sois rechazándolo mis pequeños amados.
Analiza, analiza mi Parábola amada, Humanidad entere, porque sois echando en saco roto, porque unos de vosotros sois tomando lo que os corresponde, más otros más sois tomando lo que os conviene. Pero hay quienes más vais tomando lo de otros, mis pequeños benditos… Analiza, analiza os dice vuestro Padre: despierta del letargo, labra vuestra tierra, manténte en pie, porque Yo he de apartar el cansancio, Yo he de enjugar el sudor, y he de darte la Fortaleza que has de necesitar para vuestra envoltura, para vuestro espíritu, para vuestro corazón, y para vuestra mente, mis pequeños benditos y bienamados.
Mira y contempla vuestro alrededor, qué habéis hecho con todo cuanto te he entregado -mis hijos benditos y bienamados- Ve cómo se encuentra la Humanidad entera, vé cómo se encuentran cada uno de los tuyos. No camines tan lejos, ve y contempla cómo te encuentras tú mismo lleno de tristeza, lleno de dolor, lleno de vanidad, llenos de egoísmo… No mis hijos benditos y bienamados, ¡llénate de Amor! porque no es mi Voluntad contemplarte vacío, contemplarte vano, sino lleno de Amor, lleno de regocijo ante las adversidades de toda la Humanidad entera, de toda la Perla Mexicana y de toda la Humanidad siempre regocijante.
Y adelante, mis pequeños benditos; deja atrás lo que ya fue y da un paso adelante a lo que vendrá, mis pequeños benditos y bienamados. Levanta vuestra calza y sigue a tu Maestro no te quedes en el sendero, mis pequeños benditos y bienamados: Yo limpio y desmancho tus pupilas, limpio y desmancho tu envoltura, limpio y desmancho vuestro espíritu, doy Fuerza y Fortaleza a tu casa, Fuerza y Fortaleza entrego a tu envoltura porque tanto os hace falta.
Mis pequeños benditos, ¿qué puedo esperar de vosotros? ¿Qué puedo esperar de ti, oh Pedro Amado?
Bendito seas, oh Pedro amado. En verdad desde que llegando el momento será, en que aquel varón cuentas claras y precisas sea entregando, y en el arrepentimiento será por el derramar de sangre. Más no temas varón, que a todos y cada uno pues llegando será su momento; más bendecidos sean aquellos que sufren y lloran, aquellos que gimen y padecen, porque Yo estaré guiando por el Sendero de Luz y de Gracia; toma y lleva varón bendito… para ti y para los tuyos, nada sea faltando en vuestro hogar, y adelante, adelante a sacar al Pueblo de la Nueva Jerusalén, con mano dura, con mano enérgica, porque se habló con Amor y asimismo, caso omiso hicieron. Probaremos con la vara que mides seréis medido, a ver si sale adelante. Toma y lleva varón bendito; adelante, adelante han de ser todos y cada uno de vosotros, mis pequeños benditos.
Era el mundo espiritual que no cesa de acercarse a vosotros, para guiarles con Sabiduría, con Inteligencia. Mas no presumas de ver, porque ciegos serán; más no presumas de oír, porque sordos prevalecerán; no presumas de andar, porque paralíticos quedarán. Ve y contempla a vuestro alrededor y sé más humano. Toca tu propio corazón, para que esa bondad llegue a vuestra hermana humanidad, y todos sean en Paz y en Tranquilidad, Humanidad entera. Sé más humano, porque todos y cada uno de vosotros echan la piedra al otro y así se va esa piedrilla rodando y rodante. Más analiza, analiza varones y doncellas, y sé en más Paz y en más Tranquilidad.
Sean vosotros aquel Roble en el cual han de reposar todos aquellos que necesiten de vosotros de vuestra sombra, de vuestra paz y de vuestra tranquilidad… oh, Humanidad entera, Pueblo amado de Israel.
Vosotros que sois constantes al Mandato Divino de vuestro Jesús Amado, sois ya parte del Redil -mis pequeños benditos- sois parte de Mi Congregación. Y aunque no sean en una Preparación, siempre tendrán un lugar especial en las cuatro paredes que forjadas sois para nuestro Aposento Divino.
Hoy Israel bendito, no cesen de pedir con vuestro corazón abierto de par en par, porque así mismo escucharé el palpitar de vuestro corazón, y estaré entregando a Manos Llenas.
No temas mi pequeña, por aquella vista que ha cesado, porque privilegiada has de ser, pequeña bendita y bienamada. Fuerza y Fortaleza Yo te entrego, y esa maldad que no era para ti, sino para el varón… Yo les perdono a aquellos que fueron tocando vuestra envoltura; y te cubro con mi Luz. Jamás temas -pequeña, bendita y bienamada- porque ella misma te guiará en tu casa. Toma y lleva corazón bendito.
Hacedme presente de vuestro botón y de vuestra fuente. Bendito y alabado seas.
Aguas cristalinas que traídas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchada han de ser, convertidas en Bálsamo de Sanidad. Con esta Gota de mi Sangre amada que derramada es cuál Bálsamo de Sanidad será… Aquel que tomaré de Ella, limpio y sano será.
Hacedme presente de vuestro botón; bendito y alabado seas. He de derramar estas Aguas primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este rocío a vuestras aguas, que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad. Sea derramado este rocío a tus antorchas que serán para iluminar vuestro sendero. Sea este rocpio derramado a las lejanas y cercanas comarcas, en especial aquellas que están en desolación y en desgracia. Sea derramado este rocío a los caminos y caminantes, a los campos y campesinos que han de dar el sustento a la Humanidad entera. Mares, lagos, ríos y riachuelos sea derramado este Bálsamo. Sea derramado este rocío a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos, con culpa y sin ella. Sea este rocío derramado a todo ser viviente en el Haz Terrenal. Sea este rocío derramado a aquellos de mis hijos que no tiene un techo dónde cubrirse de la intemperie de los Tiempos. Sea derramado este rocío a mis Pedestales que en preparación serán para el aposento de las Divinidades. Sea este rocío derramado a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Tomar y llevar mis hijos benditos. Hecho ha sido, Pedro Amado.
No temiendo jamás sean, corazones de buena voluntad. Llegará el acecho a vosotros, más ahí estará mi Mundo Espiritual para protegerlos y proveerlos, mis pequeños benditos. Más no dormiten -mis pequeños benditos- y a la alerta, a la alerta. Porque vosotros recordad, que sois los robles que han de sustentar a la Humanidad entera.
Vosotros deberéis de ser en la Fuerza y en la Fortaleza: dad de beber al sediento y saciar el hambre del hambriento; cobijar al desprotegido, mis pequeños amados, y con ello Yo proveeré para vosotros, y Abundancia daré, en lo que os haga falta, mis pequeños benditos. ¿Me habéis escuchado?
No temas jamás de mi Luz, de mi Fuerza y de mi Fortaleza porque será para vosotros.
Mas Yo os pregunto: ¿habéis quedado conformes? Cortas mis palabras, pero llenas de Amor para todos y cada uno de vosotros.
Más contemplo la Pereza que hay en todos y cada uno de vosotros… Y la alejó y la aparto, así como los otros pecados capitales que llegarán a vosotros en un momento, de un momento a otro. Más no temas corazón, es que es mi Voluntad la que cumplida será, y vosotros han de ser fuertes como el roble, para sustentar y para sostener, pequeños benditos. Por vuestra conformidad, Yo entrego a Manos Llenas: tomen y lleven -mis hijos benditos- del Pan, de la Uva, del Jergón, del Techumbre; tomad y llevad, mis hijos benditos, este Pan Sin Levadura; tomen y lleven de las Monedillas que multiplicadas han de ser en lo material, mis pequeños amados. Tomad y llevad, mis hijos benditos, las Llavecitas del Trabajo; tomen y lleven que nada hará falta en vuestro hogar.
Yo les entrego de mi Bendición: en el Nombre que Sois el Padre + en el Nombre que Sois el Hijo + y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo +.
Mi Paz, sea con vosotros.
(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)
Bendito seas, Padre Eterno
Muchas gracias y se que nuestro Padre me dará la fortaleza de un día estar oyendo su palabra bendita en su templo