Catedra 1 Marzo 2021

niños orando

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro de la Escala de Perfección, así a la de Jacob y de allí a vuestro propio Entendimiento Humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasad a tomad de vuestro banquillo, Humanidad entera, Congregación amada, y escuchad con atención mi Consoladora Parábola.

Benditos y alabados sois, los unos y los otros, porque he venido a recibir a buenos y malos; en esta bendita alba llena de Gracia os recibo a todos por igual sin distinción alguna de raza, de credo, de color, porque todos sois mi hijos y a todos amo por igual. Mas benditos sean los que presurosos sois a levantar de vuestra calza para acudir con gran Fe, y Amor a recibir de la dulzura de vuestro Padre. En alba bendita llena de Gracia, alba primicia del mes de marzo, del año del Hombre 2021, en el cual se abren los Cielos y se abre la Tierra para recibir a todos mis hijos. He aquí hijos amados en cual te hago Yo el llamado para que a la alerta, a la alerta puedas ser: ¡levántate del letargo y no seas en el dormitar! 

Mira y contempla lo que os acontece; mira y contempla lo que os viene para vosotros. Así mismo grandes pedruscos contemplo en vuestros senderos, espinos y mala hierba, Yo iré arrancando una por una desde la raíz para que puedas transitar libremente por esos senderos, mis hijos benditos. No temas si caes, porque Yo te tomaré de tu diestra y te levantaré, mis hijos benditos y bienamados, para que seas siguiendo adelante. Mira y contempla, Humanidad entera, que largo es el transitar que aún tienes que recorrer, más no temas porque así mismo Fuerza y Fortaleza he de darte, pequeños hijos. No temas de caer porque Yo limpiaré de tus heridas, y así mismo seguirás adelante y avante, contemplando siempre el Faro Luminoso como aquellos Reyes siguiendo a esa Estrella, así seréis vosotros para llegar a vuestro destino, ¡oh Humanidad entera! No desfallezcas, no titubees, sé fuerte ante las adversidades, sé como aquel roble que aún ante los grandes vientos, aunque sea aquel lavamiento de tierra no decae, sigue fuerte porque sus raíces van tomándose de grande manera de hasta la última piedra que encuentran en su sendero. Así vosotros Humanidad entera, aún y cuando sean esos grandes aires, esos rayos solares intensos, aquellos fríos, aquellas grandes tempestades, vosotros seáis como aquel roble… fuerte y así mismo aferrado al haz terrenal, porque esa es mi Voluntad, mis hijos benditos. Vosotros debéis de ser como aquel roble para así mismo dar sombra de aquellos que vengan postrarse ante vosotros para recibir de grande manera el Sano y el Buen Consejo, para recibir de grande manera la sombra que ha de caer ante sus espaldas y ante sus hombros, vosotros habéis de ser el sostén, mis hijos amados. Seréis el cobijo que ha de cubrir a las grandes tempestades a todo aquel que ha de llegar, mis hijos benditos y bienamados. Labrando has de ser la Tierra, oh Humanidad entera, oh Congregación bendita, labrando seas esa Tierra con Amor, para que así mismo seas entregando el amor que cosechas a vuestros hermanos, a vuestros seres que van acercándose a ti, oh Humanidad entera.

Mirad y contemplad que estamos en un Tercer Tiempo lleno de Espiritualidad, sé en esa misma espiritualidad mis hijos benditos y  bienamados. ¡Despréndete del materialismo, os lo dice vuestro Jesús!, no al apego de lo material corazones de buena voluntad, no al apego de aquel varón, no al apego de aquella doncella, no al apego del materialismo -mis pequeños benditos y bienamados-, porque cuando eres llamado a la Luz Verdadera, a la Luz Bendita, así como llegaste al Haz Terrenal, así te voy recibiendo de grande manera, sin nada en tus palmos corazones de buena voluntad. Benditos y alabados sean los unos y los otros.

No seas en promesas injustificadas, corazones de buena voluntad, porque sois en juramentos falsos mis pequeños benditos, no juréis nombrando el Cielo mis pequeños amados, porque en el Cielo sois mi Trono Bendito; no juréis en la Tierra, mis pequeños amados, porque postrando mi Calza sois en ella, mis pequeños benditos. Mas analiza, analiza cuál Palabra vengo entregando a los unos y a los otros, mis pequeños benditos y bienamados.

Contemplo tu dolor, contemplo tu tristeza, contemplo tu congoja, escucho el palpitar de vuestros corazones, más ábrelos de par en par, para que Yo pueda penetrar en cada uno de ellos, porque contemplando sois el palpitar más cerrados sois con tres candados, mis pequeños benditos; arroja aquellos candados y abre tu corazón de par en par, permíteme la estancia, permíteme la entrada a vuestro corazón, mis pequeños benditos, ábrete de grande manera que podamos ser en comunicación de Espíritu a espíritu, mis pequeños labriegos.

Oh así mismo mis pequeñas mancebas, mujeres benditas de la Luz de mi Padre: Fuerza y Fortaleza he de depositarles en cada una de vosotras, mis pequeñas benditas y bienamadas, contemplo aquel vientre que fue fortalecido en un momento para dar a Luz a aquellos seres, que así mismo, mis pequeñas benditas, has de llevar por el transitar mis pequeñas benditas para darles el Sano y el Buen Consejo, porque contemplé tu tristeza, contemplé tu dolor, contemplé tu agonía, más Fuerza y Fortaleza deposito en cada una de vosotros porque aún no fue el dolor cuando sean en aquel parto, sino así mismo contemplo el dolor -mis pequeñas benditas- cuando sois en crecimiento aquellas semillas porque algunos sois perdiéndose en los senderos, mis pequeñas benditas y bienamadas, y vengo contemplando tu tristeza y tu dolor, más no temas corazones de buena voluntad, porque así mismo -mis pequeñas amadas- Fuerza y Fortaleza he de entregar a vosotros para que seas sacando adelante a los tuyos.

Varones benditos y bienamados, no teman porque Fortaleza he de dar a vosotros, porque sois el sustento. Más no temiendo han de ser, sino al contrario -pequeños varones- fortalecidos serán varones benditos, desde su crisma y hasta su calza, varones benditos, más jamás reniegues de mi Nombre, más jamás varones benditos, inclinen la cabeza ante nadie, siempre erguidos con la Fuerza y la Fortaleza para así mismo entregar el sustento a los suyos, no teman jamás.

Oh inocencias benditas, de la Luz de mi padre. En algún Tiempo me dijeron aquellos de mis discípulos: “¿a quien de nosotros llevaréis a tu Reino, cuál es el más grande, para que así mismo pueda entrar a tu Reino?“, y así mismo -sin titubear- os contesté a aquellos de mis discípulos en aquel Tiempo: “más valiere ser como la inocencia, más valiere ser como la pequeñez, porque no es el más grande, sino el más pequeño, el más humilde, el más tierno, tiene potestad de entrar en mi Reino“, así mismo os lo digo a vosotros: sé como la inocencia de aquellos niños para que puedan entrar de grande manera a mi Reino, mis pequeños benditos; porque no entrará el que más tiene, el que más es, el que más posee y el que más se siente -mis pequeños benditos-, sino así mismo el más humilde, el más inocente de mis pequeños hijos. No teman jamás, corazones de buena voluntad, de lo que así mismo han de contemplar vuestras pupilas materiales mis pequeños amados, benditos y bienamados. Aquel que en mi Nombre sea entregando el Sano y el Buen Consejo, así mismo llevará la Luz, la Gracia, la Fuerza y la Fortaleza a aquel que fue tocado por una mejilla y doblegando fue tocando la otra, no teman porque fortalecidos seréis por mi Mano amada. Aquel que fue despojado de su capa, y así mismo, por propia voluntad entregó aquella de su túnica, jamás se verá desnudo porque Yo estaré arropando de grande manera, mis pequeños benditos y bienamados.

Oh Pedro amado y bendito, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas, oh varón amado. Más gran potestad te entrego, varón bendito y bienamado, sacando adelante haz de ser como buen Pastor a tus Ovejas, oh Pedro amado. Mas así mismo, Pedro bendito y bienamado, he de hacerte el llamado de grande manera para que así mismo, en albas venideras, te de potestad de tomar un banquillo para entregar de buena manera aquella sanidad a mis hermanos benditos y bienamados, porque esa es mi Voluntad, Pedro bendito. Mas no temas de lo que ha de venir, Pedro amado, porque tus pupilas se abrirán de par en par para contemplar lo que ha de acontecer, pero con tu plegaria -y abriendo de vuestro corazón- calmarás las tempestades, encomendándote a mi Madre Amorosa y a tu Jesús Bendito. Tomad y llevad de grande manera, oh varón amado, la Luz y la Fuerza, la Fortaleza y la Gracia Divina, y nada falta entre los tuyos. Toma y lleva, varón amado: levanta vuestra calza, y sigue a tu Maestro.

Benditos y alabados sean, los unos y los otros. Mas he aquí a mi hijo, a mi amado Luzbella; mas no temas de él, corazones de buena voluntad, porque aún cuando él los ponga en aquellas tentaciones, has vosotros mismos de abrir de vuestro corazón para resistir de ellas, corazones de buena voluntad. No puedo prohibirle la entrada y el paso a mi hijo, porque así mismo también, es mi hijo como lo sois vosotros. Mas así mismo, corazones, como existe la Luz y la Oscuridad, así mismo la Bondad y la Maldad corazones benditos y bienamados, así mismo corazones de buena voluntad solamente vosotros les entrego la Fortaleza para resistir de esa tentación, más no le malmires corazones de buena voluntad, porque en verdad os digo -corazones benditos- que es uno más de mis hijos, mas solamente mantente a la raya, no brinques aquella barrera que se ha puesto -corazones benditos- y así mismo, nada os pasará mis pequeños amados.

Contempla del fruto, corazones benditos, y has de aprender a separar del fruto que está en dulzor, que está -corazones benditos- maduro; más así mismo aparta ese fruto, que ya así mismo ha sido en la podredumbre, así os lo digo con vuestro hermano Luzbella, que estará junto a ti corazones benditos, pero ay de ti si cruzas el cerquillo para seguirlo a él, o para prevalecer ante la Luz de tu Jesús Bendito. No temas jamás, corazones de Buena Voluntad, mas mientras vosotros seais firme como el roble, seais fuerte como el roble -corazones benditos- no recaerán ante la tentación, corazones de buena voluntad. 

Yo os escucho, Pueblo bendito de Israel, Jerusalén amado: levanta vuestra calza y habla a tu Maestro… Recibiendote sois mujer bendita y bienamada. No temas corazón bendito, Yo contemplo tu cuita y tu dolor corazón amado; contemplo lo que acontece en tu transitar; contemplo corazón bendito, vuestro corazón afligido; mas le entrego Fuerza y Fortaleza a ese corazón que entristecido va por instantes; así mismo te entrego la fuerza y la Fortaleza que siempre te ha ayudado a salir adelante y sacar adelante a tus pequeños, corazón bendito y bienamado. Mas no temas de lo que han de decir de ti, porque así mismo corazón bendito, hablaron de tu Jesús Amado, así mismo blasfeman de ti corazón, pero no sea eso un obstáculo en tu sendero corazón, sino al contrario, tómate de ello para seguir adelante corazón bendito. Fuerza y Fortaleza he de depositar en ti, mujer amada, no temas jamás del derramar de las lágrimas corazón porque eso los hace aún más fuertes, corazón bendito. Tomad y llevad para ti, para los tuyos -corazón amado-, no temas… Yo te escucho…

No temas, no temas corazón, no era el Tiempo ni el momento, por lo que estaba transcurriendo por el Haz Terrenal. Pero pronto estará libre de toda aquella peste, corazón bendito, y podrás trabular para contemplar a tu vástago amado. Mas así mismo, Yo les entrego, la Fuerza y la Fortaleza, la Paz y la Tranquilidad; no entres en desesperación, porque prontamente estarás postrándolo ante tus brazos benditos. Lleva de la Luz de tu Jesús amado, bendita seas.

Yo te contemplo, mujer bendita y bienamada; abrid de vuestro corazón así mismo como de vuestros labios. He escuchado el palpitar de tu corazón, pequeña bendita y bienamada, mas así mismo debes decir corazón, no al apego corazón bendita, siempre ve por ti misma y por tus pequeños amados, corazón amado… Yo te escucho. No temas corazón amado, Yo te cubro con la Luz, te protejo de toda penumbra, pide la Paz y la Tranquilidad para esta mujer, que Yo la estaré contemplando de grande manera; más postro para ti y para tus pequeños amados de mi Luz y de mi Regazo Bendito en el nombre que Sois el Padre, en el Nombre que Sois el Hijo, en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo. Toma y lleva pequeña amada, Yo te enjugo de tus lágrimas y las convierto en Fuerza y en Fortaleza, como escudo de protección para ti y los tuyos. Levanta vuestra calza, pequeña bendita y sigue adelante. La Luz y la Gracia, la Fuerza y la Fortaleza sea de grande manera entre vosotros. Contemplo su tristeza y dolor, y contemplo mis pequeños benditos en un instante: así como existe la Luz, existe la penumbra y hay quienes han elegido acercarse a esa Oscuridad. Acércate a Mí pequeña bendita, acércate sin temor… No temas. Benditos y alabados sean. Voy a tocar tu corazón, pequeña amada: que la Luz fluya dentro de este corazón, en el Nombre del Padre, en el Nombre del Hijo y en el Nombre de la Luz Bendita del Espíritu Santo. No temas corazón, enjuga de vuestras lágrimas, y fortaleza en tu interior. Tocada has sido por la Mano Poderosa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Mi Luz y mi Gracia derramada sea en estas inocencias, que fortalecidas serán y sacando adelante a su progenitora; no dependan jamás de un varón para salir adelante, porque Yo les entrego la Fortaleza para hacerlo por vosotros mismos; levantad de vuestra calza, corazones de buena voluntad y seguid a vuestro Maestro. Bendito seas.

Hecho ha sido, Pedro amado, he entregado a tu Pueblo de Israel. Acercadme de tus aguas, Pedro bendito. Bendito seas.

Aguas Cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad. Derramo una gota de mi Sangre para que así mismo sea convertida en Bálsamo de Sanidad: en el Nombre que sois el Padre, en el Nombre que Sois el Hijo y en el nombre que Sois de la Luz Bendita del Espíritu Santo. Hacedme presente de vuestro botón. Bendito seas.

Derramado sea este Rocío primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío derramado a vuestras aguas que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad. Sea este rocío derramado a vuestras antorchas que iluminarán a vuestro hogar y vuestro sendero. Sea este rocío derramado a vuestras lejanas y cercanas comarcas. Sea este rocío derramado de grande manera a los caminos y caminantes. Sea derramado este rocío a los campos y campesinos. Sea este rocío derramado a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea derramado este rocío a todo ser viviente en el Haz Terrenal. Sea este rocío derramado a los mares, lagos y ríos. Sea este rocío derramado a los valles y altas montañas. Sea este rocío derramado de grande manera a vuestros amuletos y monedillas que multiplicados han de ser en lo material. Sea derramado este rocío de grande manera a todos y cada uno de mis componentes desde el primero hasta el último. Sea este rocío derramado a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Sea así cumplida mi Voluntad, ahora y siempre. Levanta tu sandalia Pedro bendito, y sigue a tu Maestro. 

Benditos y alabados sean mis pequeños amados. Sed en Paz y en Tranquilidad. Sed en Amor y en regocijo en todo momento. Sed corazones de buena voluntad en Armonía; mas así mismo contempla a tu semejante y hermano, corazones de buena voluntad. Ve quién necesita de aquel Sano y Buen Consejo, ve quien necesita -corazones de buena voluntad- de aquel pan que llevarse a los labios corazones benditos de buena voluntad. Contempla corazones amados de aquel caminante, aquel que no tiene donde cubrirse de la intemperie de los Tiempos; ofrece un vaso de Agua de Vida a todo aquel sediento; ofrece un mendrugo de pan al hambriento, quita tu capa y entrégala corazones a aquel que en el frío se puede encontrar. Aquel ramaje de sombra para aquel que va en los caminos con aquel arduo calor corazones benditos y bienamados. Sean en sumisión y en obediencia, sean en humildad y en amor, corazones de buena voluntad.

Yo os pregunto ¿habéis quedado conformes, corazones benditos? Benditos sois, que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos Llenas: tomad y llevad, mis hijos benditos, del pan sin levadura del jergón, y la miel, tomad y llevad de la uva; tomen y lleven mis hijos benditos las llavecitas del trabajo, nada faltará en vuestros hogares -corazones de buena voluntad-. Tomen y lleven esta monedilla que así mismo multiplicada será 7 veces 7, corazones amados. No teman jamás de lo que han de contemplar, de lo que han de sentir, tómense de mi Mano, abran vuestro corazón, y ahí estaré con vosotros para sacarlos de aquellos baches, corazones benditos de buena voluntad, para cubrirlos con mi Luz y con mi regazo bendito arroparlos , corazones amados. Aquel que me hace el llamado, desde el fondo de vuestro corazón, iluminado será porque esa es mi Voluntad, corazones amados.

Vivan en Paz y en Tranquilidad, en Amor y en Armonía, corazones bendito y contemplaréis mi Luz amada. No les digo el adiós porque pronta y nuevamente estaré ante vosotros. Yo les dejo mi Paz y mi Tranquilidad, mis pequeños amados: en el Nombre del Padre, en el Nombre del Hijo, y en el Nombre de la Luz Bendita del Espíritu Santo. 

Mi Paz sea con vosotros. 

(canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…)