Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro de la Escala de Perfección hacia la de Jacob, y de ahí a vuestro propio entendimiento humano.
Bienvenidos sean los unos y los otros, mis hijos benditos y bien amados. ¡Yo les recibo con tanto Amor a buenos y malos, porque todos sois mis hijos, mis pequeños benditos! Que en Alba bendita llena de Gracia te encuentras presente porque has levantado de tu sandalia para acercarte a escuchar la Parábola Bendita de tu Jesús Amado. Pasad y tomar de vuestro banquillo ¡oh Congregación bendita, oh Humanidad entera!
Benditos y alabados sean quienes reunidos y congregados sois ya en esta Alba Bendita llena de Gracia: Alba bendita, alba primicia del mes de marzo, del Año del Hombre 2023, en el cual mi Aposento está entre todos y cada uno de vosotros, mis hijos benditos y bienamados. ¿Dónde puede encontrarse el Padre, que no sea el Hijo, y dónde puede estar el Hijo que no sea el Padre? Congregados sean mis benditos amados, porque habéis venido a la reunión.
Mira y contempla que el mesar se encuentra servido para que sacies de vuestra hambre, y sacies de vuestra sed; porque aquí encontrarás el Maná Bendito que ha de llenar vuestro entendimiento humano, ha de satisfacer a todas y cada una de tus necesidades, mis pequeños benditos y bien amados.
Abrir de par en par vuestro corazón, Congregación bendita y bienamada. Más así mismo escucha el palpitar de mi propio Corazón qué regocijante es de verte en reunión una vez más en Alba bendita y llena de Gracia, en la cual mis pequeños benditos todos sois huyendo de la Luz y de la Gracia, y vosotros prevalecen ahí postrados en vuestro banquillo, Congregación bendita y bienamada.
Mira y contempla a todos y cada uno de mis hijos que sois dando de las espaldas, que sois diciendo que “no me necesitan”. Escucha a aquellos corazones que van en el blasfemar, que van en el renegar, porque llevando es la lengua viperina, mis pequeños benditos y bien amados.
Más bendecido es aquel que prevalece en el cerquillo, como aquella oveja y aquel cordero que es sumiso y obediente, y no va saltando aquel alto cerquillo que postrándose es para vosotros, para que así mismo sean reunidos y congregados a una sola voz para escuchar -mis pequeños benditos- el Sano y el Buen Consejo, para escuchar la Palabra de aliento que ha de guiarlos a salir adelante. Porque contempla en los Tiempos en los cuales vienes a encontrarte ¡oh multitud amada!
Contempla que a cada paso que das vas encontrando aquel espino y aquel pedrusco. Más mirar y contemplar cómo tu calza es pisando aquella sangre derramada por aquel inocente, mis pequeños benditos, y todos y cada uno de los altos mandatarios son lavándose sus palmos, como lo hizo aquel Pilatos, mis pequeños benditos y bien amados.
Más Yo a sí mismo he de entregar a mi Padre las cuentas claras y precisas por cada uno de vosotros, así como vosotros cuentas claras y precisas entregando han de ser a Mí Mismo, a su Jesús amado, mis pequeños benditos y bien amados.
Contempla en verdad a vuestro alrededor: Aprende a abrir desde dentro vuestras pupilas espirituales, mis pequeños benditos. ¡Despierta del letargo, oh Congregación amada! No esperes y no aguardes porque es el momento en que levantes vuestra calza y sigas a tu Maestro. No es menester -mis pequeños benditos- que lo hagas “de viva voz” aquella gargantilla de voz en cuello, solamente es menester de abrir vuestro corazón y entregarme a manos llenas, porque así mismo contemplaréis lo que he traído para vosotros. Pero si tú prevaleces con vuestro corazón sellado y cerrado -mis pequeños benditos- ¿qué habré de entregarte, corazones de buena voluntad?
Cuántas y cuántas sois las albas en las cuales he pedido que se aparte ese mal palabrerío, esa lengua viperina de vuestros labios. Cuántas y cuántas albas he pedido -mis pequeños benditos- que no seas más en el error, que no seas más en el pecado -mis pequeños benditos y bienamados-, y alba por alba te lo seguiré pidiendo, porque alba por alba seguirás en la confusión, seguirás en el error, seguirás en la blasfemia, seguirás en el mal palabrerío, seguirás -mis pequeños benditos- dando aquel paso a donde no debéis, porque no vas tabulando por el Sendero que te he trazado, porque no vas tabulando por la Luz y por la Gracia, porque cada vez te contemplo más perdido entre las penumbras de tu Humanidad entera, mis pequeños benditos.
Contempla y analiza cada una de mis Parábolas amadas, porque todo tiene un por qué mis pequeños benditos. Pero eres haciéndole el oído sordo y eres echando en “saquillo roto” cada una de mis Parábolas, porque no sabes analizar lo que tú Jesús Bendito viene a trazar para todos y cada uno de vosotros. Porque todos lo vais tomando en juegos, porque todos hacéis del oído sordo y porque todos sois echando en saquillos roto cada una de mis Parábolas.
Más cuando llegado sea el momento, mis pequeños benditos y bien amados, he de escucharte en el gritar, he de escuchar el rechinar de vuestros dientes, he de escuchar aquel lamento, aquel alarido, porque has de gritar a tu Jesús Amado los “porqués”: por qué me mandas este castigo, por qué nos derramas todo, y esto que no es para nosotros ¿por qué Padre amado, por qué nos castigas? ¡No, mis pequeños benditos, no Sois un Padre de castigo, no Sois un Padre de dolor! Sois un Padre que ha venido a entregarte a Manos Llenas y he venido -mis pequeños benditos- alba por alba, a prevenirte de lo que ha de llegar.
Te previne de este Astro Rey que llegaría con gran furia, y te burlaste, te mufaste de mí. Y ahora ve y contempla cómo sois aquellos rayos de aquella luz que vienen provocando caos entre vosotros mismos. Mira y contempla todo a vuestro alrededor, cómo sois en lamentación los unos y los otros. Más no culpes a tu Jesús, mis pequeños benditos, no culpes a mi Madre Amorosa, porque Ella es abogando por vosotros. No culpes a mis Ángeles, porque ellos están con vosotros, más vosotros sois ignorándolos. No culpes a mí Serafines y Querubines, porque ellos te vienen entregando a Manos Llenas… sois vosotros mismos quién va quitando de su palma para no recibir lo que ellos con cuánto Amor vienen a entregarte.
Ve y contempla todo cuanto Yo Os he dado ¿y qué has hecho con todo aquello, mis pequeños benditos? Te he dado el Don de la Sanidad y tú te guardas aquel medicamento. Te he dado el Don de la Videncia y tú vas guardando aquél Miraje. Te he dado el Don de la palabra y sellas de vuestros labios.
Pero así mismo, he venido a contemplar aquellos de mis hijos que no sois en contemplación pero inventan aquellos mirajes; que no tienen el Don de la palabra, pero blasfemando sois en mi Nombre. He contemplado aquellos que no tienen el Don de la Sanidad y se creen aquellos hechiceros y van entregando el medicamento; más a sí mismo ¡no, mis pequeños!, no es esa mi Voluntad.
Ve contemplando cada una de tus acciones, ve contemplando cada uno de tus pasos, ve contemplando cada uno de tu actuar, y decidme mis pequeños benditos: ¿Qué me has de entregar en el momento llegado, mis pequeños benditos?
Aquellos que tú les llamas infinitos, aquello que tú le llamas Cielo -mis pequeños benditos- tú volteas hacia arriba mis pequeños benditos, cuando escuchas la palabra Cielo -mis pequeños amados- sin saber que El Cielo lo tienes más cerca de ti de lo que te imaginas mis pequeños benditos. Más a sí mismo escuchas la palabra Infierno y volteas hacia abajo sin saber -mis pequeños benditos- que el mismo Infierno lo estás viviendo -mis pequeños amados-. Pero todo aquello tú lo decides: Das un paso hacia la derecha o das un paso hacia la izquierda, vas hacia adelante o vas hacia atrás o prevaleces en tu lugar, esperando y aguardando a ver qué viene trayendo para ti aquel viento, aquel sol, aquella lluvia, mis pequeños benditos.
Más os dice tu Jesús Bendito y Bienamado: No esperes y no aguardes más; es el momento de actuar para vosotros mismos, mis pequeños benditos. Más apártate de la blasfemia, apártate de la mentira, apártate de toda vanidad, apártate de todo egoísmo -mis pequeños benditos- para que puedas sentirme de grande manera, para que puedas escucharme de Viva Voz, para que así mismo tus Pupilas Espirituales puedan contemplar Mi Esencia, mis pequeños benditos. ¿Me has escuchado Humanidad entera? Benditos y alabados sean.
Oh Congregación amada, ve y contempla que hay dimensiones y hay vida en todas y cada una de ellas, mis pequeños benditos: Desenvuélvete, desdóblate y trabula a esas dimensiones, mis pequeños benditos, para que puedas contemplar de grande manera -mis pequeños amados- para que seas en verdad en el Espiritualismo, no solamente de palabra, sino de Esencia: Unifícate a tu Padre amado, unifícate al Hijo, y unifícate al mismo Espíritu Santo, mis pequeños benditos y bienamados.
Prepárate en todo momento y en todo instante -mis pequeños benditos- porque no es menester solamente que vengas a tomar un banquillo y a dormitar -mis pequeños amados- porque no te estás preparando como es debido, porque solo vienes, tomas el banquillo y dormitas y relajas tu envoltura, mis pequeños benditos. Pero no estás poniéndote en Plegaria y pidiendo de grande manera que ésta sea preparada, tu envoltura, que te sea preparado tu espíritu, que te sea preparada tu esencia -mis pequeños benditos y bienamados-.
Analiza todas y cada una de mis Parábolas, reúnanse los unos con los otros para así mismo, identificar cada una de las Plegarias que traigo para vosotros, mis pequeños benditos y bienamados.
Oh Pedro Amado, ¿qué puedo esperar de ti?
No temas varón bendito, que Yo les recibo de grande manera. Bendecido eres por no maldecir, sino infinitas Gracias has de dar, porque así puedes sentir, mi pequeño bendito, mi Presencia, mi Pequeño amado, más jamás he de apartarme de vosotros.
En cuanto más Fe tengan vosotros mismos en vuestro corazón, más grandezas he de entregar, mis pequeños benditos. No temas por lo que habéis recibido y no temas por lo que habéis de recibir más adelante, mi pequeño amado. Aquello será para fortalecer tu envoltura y vuestro espíritu, mi pequeño amado… Yo te escucho, varón.
Bendito seas varón. Y así mismo llegarán aquellos pergaminos a su destino. No temas varón bendito. Contemplo muchos pedruscos y muchos espinos que han de retener todo aquello; pero no temas, que es Mi Voluntad que consumida sea vuestra volunta, mi Pedro Bendito y Amado. Cúmplase así Mi Voluntad en esta Bendita Alba llena de Gracia, que serán retenidos, más no detenidos para llegar a su destino. Hecho así conforme mi voluntad ha sido, Pedro bendito, Mi Voluntad no temas, varón amado, pedrusco tendrás en tu camino, pero sin temor los alzarás y fortaleza recibiréis. Toma y lleva varón amado: Fuerza, Fortaleza y Gracia Divina para ti y para los tuyos. ¡Hecho ha sido!
Benditos sois todos y cada uno de mis hijos. ¿Qué puedo esperar de vosotros, mis pequeños amados…?
Recibiéndote sois mi pequeña. Bendita y alabada seas por vuestro pedimento, mi pequeña amada. Ella ha elegido el camino del vicio por los problemas que ha tenido, mi pequeña bendita, así en vuestro hogar. Pero no temas: la Fuerza y Fortaleza he de entregarle, tocaré de su corazón para que se apartando de aquellos vicios, mi pequeña bendita y bien amada, pero sí es menester que su progenitora le haga ver aquel problema que ya tiene y que la acoja en su regazo, mi pequeña bendita, porque son muchos los problemas que contemplo. Por ello es que ella optó por el camino fácil, que fue aquel vicio, mi pequeña bendita.
Pero Yo limpiaré y desmancharé esos senderos para hacerla entender y comprender lo mal que está pasando la pequeña bendita. No temas: Luz y más Luz para ti; para aquellos pequeños Fuerza y Fortaleza para su progenitora, y Don de Palabra le entrego para que se acerque a ella, y le dé de su regazo amado. Bendita seas, corazón amado.
No temas, mi pequeño bendito y bien amado. Sé que por instantes las pruebas son grandes y dolorosas para vosotros, mis pequeños benditos, pero así como ese pedrusco se pone ante vosotros, asimismo desmoronándose ha de ser para que sean saliendo adelante. No temas que todas aquellas tristezas, aquellos sinsabores y aquellos tropiezos… Llenándose seréis de júbilo cuando llegado sea el momento, mi pequeño varón. Más no temas, por qué he de limpiar vuestro senderos, he de limpiar vuestros corazones y he de sanar nuestras envolturas, y saldréis adelante tanto tú como los tuyos, y todos quienes a tu alrededor puedan encontrarse.
Lastimosamente varón bendito, pruebas grandes llegaron a vosotros, pero a sí mismo limpiando y desmanchando he de ser todo sendero y todo camino, para que sean trabulando por el camino de Luz y de Gracia. Toma y lleva varón bendito, nada ha de faltar en vuestro hogar, nada ha de faltar a los tuyos, y he de quitar todo ese pedrusco y ese espino mi varón: Amor, Sabiduría y Entendimiento he de entregar a todos y cada uno de vosotros, varón bendito, para que sepáis enfrentar aquellas grandes murallas que se han postrado entre vosotros. Toma y lleva pequeño varón.
No temas, corazón bendito. Que así como tu corazón en alegría va, eso es molesto para quienes te rodean, corazón. Pero aún, aunque sea molesto para ellos, tú no dejes de regocijarte porque Yo quiero verlos contemplando a todos y cada uno de vosotros en el regocijo y en algarabía, pero sanamente corazones benditos.
No temas por aquellos que desean el mal para vuestra envoltura, corazón bendito, porque así mismo han de recibir a Manos Llenas de todo cuanto propagan, mi pequeña bendita. Como actúan les llegará a todos y cada uno de vosotros… Si vosotros sois entregando mucho Amor, llegará a vosotros; pero si vosotros sois entregando odio, odio llegará a vosotros, así para ellos corazón; todo es reversible mi pequeña bendita y lo que han de hacer para vuestra envoltura llegará también para ellos corazón. Tú jamás les des el mal a nadie en ningún momento, mi pequeña bendita; tú vives en Paz y en Alegría, mi pequeña.
Mas más atención para tus pequeños, porque ellos están ahorita en la edad en que más te necesitan, mi pequeña bendita. Si no tienen un progenitor a su lado, tienen una progenitora que los guiará y los sacará adelante mi pequeña; ahorita están en la edad en que más necesitan de los suyos, no los dejes ni un solo instante, no los tengas en el abandono y arrójalos en vuestro regazo mi pequeña bendita y bienamada. Y limpiando he de ser vuestro sendero para que seas saliendo adelante, y apartando todo aquel espino que es lastimando tu calza y tu envoltura, no temas. Ora en todo momento, y pide el perdón por ellos. Toma y lleva corazón amado, y cuentas claras y precisas has de entregarme por vuestros pequeños. Toma y lleva a Manos Llenas, mi pequeña bendita y bienamada.
Benditos todos y cada uno de mis pequeños benditos. Han de recibir a Manos Llenas mis pequeños amados, he de limpiar y desmanchar vuestro sendero, he de limpiar y desmanchar vuestras envolturas, he de apartar todo cuando no pertenece, mis pequeños benditos y bienamados.
No desistas de orar, no desistan de pedir porque Yo los vengo escuchando cuanto más abierto es vuestro corazón. Más voy escuchando su palpitar, y voy cumpliendo lo que me habéis de pedir. Más no grites, mis pequeños benditos. No exijas -mis pequeños amados- sino he de recibir Yo a Manos Llenas lo que tanto pides, mis pequeños, porque vosotros sois exigiendo que Yo te sea otorgando, pero tú no eres entregando… Lo que Yo necesito y lo que Yo necesito, mis pequeños benditos, es que destiles Amor, es que tú entregues Sano y Buen Consejo, es que seas ayudando a tu semejante y hermano, y es que seas cumpliendo al pie de la letra Mi Voluntad, mis pequeños amados.
Y así mismo he de limpiar y desmanchar tu camino, tu sendero, vuestro hogar, vuestro propio corazón, vuestro propio entendimiento humano, vuestra envoltura y principalmente vuestro espíritu y vuestra esencia, corazones de buena voluntad.
Oh Pedro bendito, acercarme de tu Luz. Recibiendo de grande manera Sois vuestras aguas cristalinas. Traídas del Río Jordán benditas aguas serán: Una gota de mi Preciosa Sangre derramo cual Bálsamo de Sanidad será, para la Humanidad entera. Sea así cumplida Mi Voluntad, ahora y siempre y en todo momento. Vuestro ramaje por Caridad. Bendito seas.
He de depositar primeramente este Rocío a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual:
Sea este Rocío derramado a vuestrtas aguas que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad. Sea este rocío derramado a vuestras estatuillas, a vuestros amuletos, y a todo cuanto me haces presente. Sea derramado este rocío a las lejanas y cercanas comarcas, aquellas que se encuentran en desolación, en tristeza, en agonía. Sea derramado este Rocío a los mares, lagos y ríos. Sea derramado este rocio a los campos y campesinos que labrando sois la tierra para que sean alimentando a la Humanidad entera. Sea este rocio derramado a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos benditos con culpa y sin ella. Sea derramado a este rocio a los asilos y a los orfanatos. Sea derramado este rocío a todo ser viviente en el Haz Terrenal, aquellos que no tienen donde cubrirse de la intemperie de los Tiempos. Sea derramado este rocío a todos y cada uno de mis hijos para que sea tocado el corazón de aquellos mandatarios. Sea derramado este rocio a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos.
¡Hecho ha sido Pedro bendito y amado! Levanta vuestra calza, varón amado.
Benditos sean mis pequeños; que aún así cuando reunidos y congregados sean en Mi Nombre uno o dos, presente estaré ante vosotros, mis pequeños benditos y bien amados.
Yo os pregunto: ¿Habéis quedado conformes? ¡Benditos sean! Que por vuestra conformidad Yo vengo entregando a Manos Llenas: Tomad y lleva del Pan Sin Levadura, del Jergón, de la Miel, de la Uva; tomen y lleven mis hijos benditos estas Monedillas que multiplicadas han de ser en lo material; tomen y lleven que Yo depositando Sois para vosotros este Medicamento Espiritual para sanar vuestra envoltura, para sanar vuestro Espíritu, mis pequeños benditos y bien amados, porque esa es Mi Voluntad. Tomen y lleven estas Llavecitaa para vuestra labor, nada faltará; y tomen y lleven estas Monedillas que multiplicadas han de ser en lo material, mis pequeños benditos y bienamados.
No giman, no lloren, no teman… ¡Acérquense a Mí para que puedan encontrar la Paz y la Tranquilidad! No tienen más que pedir, abriendo vuestro corazón para encontrar aquellas respuestas que tanto necesitan para encontrar la Sanidad para vuestra envoltura y para vuestro Espíritu.
Entrego de mi Bendición: en el Nombre que Sois el Padre + en el Nombre que Sois el Hijo + y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.
Mi Paz sea con vosotros.
(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)