Cátedra 1 Mayo 2020

Catedra Mayo 2020

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección, así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasad y tomad de vuestro banquillo Humanidad entera, Pueblo amado de Israel, escuchad con atención mi Consoladora Parábola que he traído para vosotros.

Benditos y bienaventurados los que sois acercándose a escuchar la Parábola de Luz y de Gracia que he traído para vosotros. Incertidumbre contemplo entre vosotros, desasosiego he de contemplar. Contemplando sois las lejanas y cercanas comarcas; más contemplando así sois a todo el Haz Terrenal. Más limpiando y desmanchando he de ser, desde vuestro crisma y hasta vuestra calza, a todos y cada uno de vosotros. Así mismo he contemplado vuestras gargantillas que rompiéndose sois al gritar de viva voz porque no sois escuchándolos de grande manera; en verdad os lo dice vuestro Jesús: Sí te escucho, mis hijos benditos. Pero así como vosotros sois al oído sordo, tu Jesús amado también viene haciendo el oído sordo a vuestro llamado.

¿Por qué eres en desobediencia, Humanidad entera, Congregación amada? Porque vas en desolación, pero no inclinas tu frontal por un instante y abres tu corazón para pedirme de grande manera; porque quieres hacer sonar tu gargantilla y que alguien te sea escuchando para sacar todo lo que llevas por dentro, y te olvidas que estoy ahí a tu lado, tratando de hacerte entender que estoy ahí para ti, para sanar tus heridas, para limpiar tu sudor, para limpiar tu lágrima, para sanar cada uno de tus dolores, para apartar cada una de tus congojas. Mas así mismo, eres en el oído sordo, eres en la omisión, porque quieres presuroso acudir y escuchar de voz en cuello lo que has de hacer. Eres necio y eres sordo, mas así mismo, no hagas que te haga mudo también; porque así mismo no vas entendiendo, no vas comprendiendo, mi Parábola Bendita. Porque vas en necedad de querer hacer siempre lo que es tu voluntad, porque no vas atendiendo las indicaciones que te son dadas, porque eres en rebeldía, porque así mismo, mis hijos benditos y bienamados, aun cuando eres hecho y formado por mi Mano Poderosa, también eres atrayéndote hacia la oscuridad, porque has contemplado aquel rico manjar que te han puesto en el mesar, y cuando Yo he dicho que solo debes de conformarte con el Agua de Vida que Yo te ofrezco, eres necio y corres a tomar de aquel manjar. Cuando así mismo te he dicho, mis hijos benditos, que es mi Mano Poderosa la que te viene tocando tu frontal, vas en el oído sordo y quieres sentir esa mano del hombre para que así mismo seas sabiendo que se te está arrancando de raíz lo que llevas a cuestas.

He tratado de ayudarte con la cruz tan pesada que llevas en hombros, mas necio eres y la sostienes con fuerza. Dime entonces cómo puede ayudarte tu Jesús, si cierras el fondo de vuestro corazón, pero abres tus labios porque vas divagando –mis hijos benditos– y solo escuchas lo que no es bien visto ante mi Pupila que seas escuchando y que seas contemplando.

Cuando te he dicho que resguardado seas en tu hogar, porque tu Jesús te proveería; mas así mismo necio eres en verdad y dudaste de Mí, porque dijiste: “No me llegará el pan a mi mesar, tengo que salir a buscarlo”, en verdad os digo mis hijos benditos, el canasto lleno estaba frente a ti, pero tu falta de Fe y de Amor a tu Jesús no te hizo verlo en verdad, porque eres necio lo vuelvo a repetir, y eres sordo ante mi Mandato Divino… ¿qué puedo esperar entonces de vosotros? Si vosotros que me escucháis, si vosotros que estás frente a Mí, dudas de mi Presencia, dudas de mi Parábola, dudas de mi Luz, dudas de mi Fuerza, dudas de todo lo que traigo para ti… dime entonces Humanidad entera, ¿qué puedo esperar de aquellos que no me conocen, de aquellos que no saben de mi existir, de aquello que se encuentran en la lejanía y que van vendados de sus pupilas?

Más así mismo te lo dice tu Jesús: Más Fe tiene en Mí aquel que no me conoce, que vosotros mismos que me estáis escuchando, porque no crees que en este momento y en este instante sois apartando todo cuanto no te pertenece, y eres necio y quieres contemplarlo con tus propias pupilas materiales, pupila que en pecado sois porque van viendo lo que no debieres ver, y van cerrándose a lo que deberías contemplar. Labios pecaminosos que van con la lengua viperina, blasfemando lo que no ha de ser, hablando de los unos y de los otros y diciendo que tú lo puedes y tú lo harás cuando así mismo he pedido que tus labios sean abriéndose para dar el sano y el buen consejo, no para alardear con lo que no puedes hacer.

No seas más en el error Humanidad entera, porque lo peor está por venir, mis hijos benditos y bienamados. Si en estas albas te has encontrado en la desesperación, si te has encontrado en la desolación, imagínate cómo estarás con lo que ha de venir… Más así mismo os lo dice vuestro Jesús: Aquel que cree en Mí, sano y salvo será. Mas vosotros sois diciendo “creo en ti”, pero de dientes para afuera mis pequeños amados, y Yo no quiero escuchar que me lo grites, sino quiero escuchar desde el fondo de tu corazón que lo sientas.

Dime en verdad, de los primeros 10 Mandamientos que fueron escritos para vosotros, ¿con cuál de ellos has cumplido? Cerrando tus labios eres porque sabes bien que ninguno, mis pequeños amados. Porque no eres amándome más a Mí que a todo lo creado, porque eres amando todo lo creado antes que a Mí. Porque eres como aquellos que en el Primer Tiempo hicieron el “becerro de oro” para adorarle, y así vosotros. Si me ves y me contemplas en este instante y a vuestro lado está el materialismo, corres hacia él, y te he escuchado decir “no mi Señor”. Así como escuché decir al Pedro que me seguiría y me negó tres veces, cuando Yo mismo le dije “me negarás” y él dijo que no, y así mismo lo hizo.

En este instante te digo a ti mismo, que si en mi Palmo derecho tengo el materialismo, y en el izquierdo me contemplas a Mi, corriéndote irías a mi Palmo derecho, porque es tu inercia, porque es tu vanidad, porque es tu egoísmo, porque es tu avaricia, no eres conformándote con lo que te entrego, porque eres a más y más, sin importar los tropiezos que tengas, mis pequeños benditos y bienamados. Cuando Yo te he pedido “guardarte un instante en tu hogar”, y oído sordo habéis hecho a él. Cuando Yo te he pedido, que te acerques a Mi, y oído sordo habéis hecho a ello.

¿Dónde se encuentra tu Pueblo, que tanto necesita de mis Niños Espirituales, oh Pedro? Mirad y contemplad lo que te vengo diciendo, no sois conformándote con mi Voz, y mi Voz es la que os así mismo quitará tus dolencias, apartará el mal enemigo, y te multiplicará lo que tienes, más no es así porque quieres que te contesten todas tus cuestiones… quieres una a una escuchar respuestas cuando Yo mismo te las he entregado, pero eres tan necio que las haces a un lado. Yo que vengo a entregarte Amor, Yo que vengo a entregarte Sabiduría, Yo que vengo a entregarte mi Luz, mi Paz y mi Tranquilidad, ¿qué recibo a cambio mis pequeños amados? Más benditos sean en verdad… Les perdono en verdad, mis hijos benditos y bienamados, porque no saben lo que hacen.

Todo este mes estaré resguardando nuevamente a mis Niños Espirituales, descenderán para limpiar y desmanchar a todos y cada uno de vosotros; mas así mismo no se harán escuchar ni contemplar. Si necesitas de ellos acércate a Mí: Inclina tu frontal, abre tu corazón y haz el llamado al Mundo Espiritual y recibirás de ellos, porque así mismo no has sido en la obediencia, mis amados hijos. De una u otra forma tengo que hacerte entender, que todo lo que hago es por tu bien, mis pequeños benditos. Y tú todo lo vas echando en saquillo roto, porque eres en desobediencia, más benditos y alabados sean, que aún así, mis pequeños benditos, sois apartando en estos instantes vuestro ropaje hecho jirones y postrando la vestimenta engalanada: Limpiando y desmanchando he de ser sus envolturas desde su crisma y hasta su calza, en verdad os digo: no seas más en el error. Luz y Luz, Fuerza y Fortaleza para vosotros y apartando lo que no pertenece en vuestros hogares, que marcados han quedado por mi Luz, para que nadie sea acechándolos, mis pequeños amados.

Ámate en verdad, os lo dice vuestro Jesús. Ámate en verdad, mis pequeños benditos y bienamados, como Yo os vengo amándolos en verdad. Mirad y contemplad a mi Madre, cómo gime y llora por vosotros, y pidiéndome es de grande manera que no sea tan duro con vosotros; más así mismo, mi dureza no ha sido para con vosotros mis pequeños, porque si así fuere, en estos instantes cuentas claras y precisas pediría uno a uno, y no sería entregando mi Paz y mi Tranquilidad, mis pequeños amados. Por Pedimento de mi Madre, mis hijos benditos, Yo les entrego a Manos Llenas: Tomad y llevad mis hijos amados, he de entregar la monedilla y multiplicándola he de ser; sé cómo se encuentran en estas albas, mis pequeños benditos, mas no teman, abran su corazón y no faltará nada en vuestros hogares.

Contemplen a Elías, Anciano Venerable, que viene haciendo presente su báculo, para que así mismo sean limpiando vuestro camino, para que no sean en tropieza con su báculo al quitar el pedrusco e iluminándose serán con aquella de su antorcha luminosa, y pidiéndome también es que limpie y desmanche sus lanecillas como él lo ha hecho alba por alba. No teman jamás, mis pequeños benditos, porque así mismo mi Luz no la he de apartar de cada uno de vosotros. Mas sean en sumisión y sean en obediencia, porque así mismo, mis pequeños amados, sus pupilas contemplarán lo que ha de venir. Mas no teman porque ahí estaré con vosotros para sostenerles, porque aún la avaricia del hombre es tanta que no se conforma con lo que tiene, más no teman mis pequeños.

Oh Pedro, ¿qué puedo esperar de ti? Bendito y alabado seas, oh varón amado, limpiando y desmanchando he de ser de tu crisma a tu calza. Tu estarás acercándote a la Casa de Oración porque así mismo has de resguardarla, varón bendito, mis niños estarán presentes pero no serán comunicándose con vosotros, pero tu seguirás al pie de la letra conforme es mi Voluntad. Limpiando y desmanchando he de ser desde tu crisma y hasta tu calza, y de tu calza hasta tu crisma, nada faltará en tu hogar, varón bendito y resguardando he de ser a los tuyos, aunque en desobediencia sean. Toma y lleva varón amado. Bendito seas, levanta vuestra calza y sigue a tu Maestro.

¿Qué puedo esperar de vosotros, Humanidad entera? No temiendo sois, porque sellando vuestros labios sois en verdad, mas no teman corazones de buena voluntad. Yo le escucho…

[El Pueblo presenta directamente sus intenciones al Padre]

No temas, mujer, enjuga vuestras lágrimas y no seas más en llanto. Aquel que tú has contemplado, en verdad es mi hermano, mi hijo y vuestro hermano, quien presente está en todo momento y en todo instante, en representación porque así lo es llamando aquella humanidad que va en maldad. Mas no debes temer, mujer, porque has conocido la Luz; más así mismo, pequeña bendita y bienamada, he de pedirte… pocas veces entrego medicamento en lo material a la Humanidad entera, porque para ello son mis pequeños siervos de Luz, mas hoy lo haré con vosotros porque contemplo tu desolación. Mas debes de apartarte de aquello que no es bien visto ante mi pupila, pequeña amada: Has de ungir vuestra envoltura y la de tus pequeños con una antorcha; mas así mismo, novenario harás con esa antorcha encendiéndola –corazón bendito– a las doce del alba; encendiéndola serás y así mismo, la antorcha prevalecerá en el centro, y tanto como tú como tus pequeños tomados de la mano alrededor de aquella antorcha, en oración con aquella Plegaria que Yo os enseñé, pedirán para que se aparte esa oscuridad que habita en tu hogar. Formarás un círculo y dentro de ese círculo un triángulo con aquel alcohol y encendiendolo seréis para apartar todo aquello en el centro de tu hogar, ¿me has escuchado? Pocas veces he entregado materialismo para que así sea, mas privilegiada eres, pero en cumplimiento te quiero contemplar. Lleva de mi Luz y de mi Fuerza, de mi Fortaleza para ti y para los tuyos, nada faltará en tu hogar, porque no es esa mi Voluntad. Tomad y llevad, mujer amada.

[El Pueblo continúa presentando sus intenciones al Padre]

Recibiéndote sois corazón bendito y bienamado. No temas, corazón, mas aquel ser necesita Luz y así mismo anda buscándola, no es de maldad, mas así mismo anda trabulando porque no tiene Paz, porque así mismo dormitando fue y perdió el control en aquellos caminos; mas así mismo él necesita comunicarse con los suyos porque intranquilo es, y busca la ayuda mas no temas; de igual manera encender aquella antorcha a las doce del alba, si no pueden hacerlo a las doce del alba, a las tres de la tarde ha de ser, corazones de buena voluntad; pero así mismo elevando la Plegaria que Yo os enseñé y pidiendo Paz y Tranquilidad para ellos; y decirle que llegará el momento en que pueda comunicarse con los suyos, para que así mismo le hagas saber lo que le inquieta, pero que no tema, Yo en estos instantes lo llevo hacia la Luz Bendita… cúmplase así la Voluntad. Bendito seas corazón amado, lleva de mi Paz, de mi Fuerza y de mi Fortaleza, y sacar adelante a las inocencias con buen ejemplo.

Recibiéndote sois, varón amado. Bendito y alabado seas varón; mas así mismo te hago saber que has blasfemado varón bendito y has cometido error tras error, pero en arrepentimiento serás corazón amado, y así mismo, limpiando seré vuestra envoltura y vuestro camino. Contempla en verdad todos y cada uno de vuestros errores, corazón amado, y aprende a sellar de vuestros labios porque ello conlleva a tus problemas, corazón bendito; aprende a escuchar y a callar, y así mismo contempla todos los errores que has cometido en vuestro andar, contempla que no has sabido ser en sumisión y en obediencia, pero aún así no te he desamparado varón bendito. He contemplado que te ha hecho falta el denario, mas así mismo, corazón amado, Yo te lo he de entregar, pero sé sumiso y sé obediente al Mandato Divino: Sella vuestros labios y abre vuestro corazón, pequeño bendito y bienamado. No temas, que nada faltará en tu hogar, aún cuando por instantes seas en el desesperar. No te desesperes y no blasfemes, quita el mal palabrerío de vuestro labios y abre tu corazón. Tomad y llevad, varón amado: Yo te entrego lo que hace falta en tu hogar, y nada faltará del pan de cada día, para ti y tu pequeña. Hecho ha sido. 

No temiendo han de ser, corazones de buena voluntad, que la Luz y la Gracia, la Fuerza y la Fortaleza será en todos y cada uno de vosotros. En sumisión y en obediencia los quiero contemplar, porque así mismo cubriéndolos seré con mi Manto Divino, con mi Luz, con mi Fuerza y Fortaleza. En alba primicia del mes de mayo, del año del hombre dos mil veinte, en la cual mi Madre aboga por vosotros y Elías entrega el Faro Luminoso y su Báculo Bendito para así mismo sigan en su camino, adelante y avante mis pequeños amados.

Oh Pedro bendito, acercadme de tus aguas. Aguas benditas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas has de ser y apartándoles de cuanto no les pertenece por dentro y por fuera; Luz y Luz y Gracia Divina, Fuerza y Fortaleza he de entregar. Una gota de mi Preciosa Sangre de mi costado izquierdo cual Bálsamo de Sanidad; aquel que bebiere de ellas, sano y salvo será. Estas aguas varón bendito, lo que quede de ellas, las repartirás en aquellos de mis pequeños que han levantado su calza para que sean regándolo en tus hogares. La harán rendir con una poca más de las aguas que he de bendecir en estos instantes. Luz y Luz, Gracia Divina, Fuerza y Fortaleza. Entregadme tu ramaje. Bendito y alabado seas.

Primeramente he de derramar estas Aguas a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío derramada a vuestras aguas que convertidas serán en Bálsamo de Sanidad. A vuestras antorchas que han de cuidar a vuestro hogar y a vuestro sendero. Sea este rocío a la lejanas y cercanas comarcas. He de derramar este rocío de grande manera a los caminos y caminantes. Sea este rocío derramado de grande manera derramado a los campos y campesinos que han de levantar las cosechas para sacarlas adelante, para saciar de su labor. Sea este rocío derramado a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos, con culpa y sin ella. Sea este rocío a los mandatarios de cada uno de los países, que así mismo sean en sumisión serán. Sea este rocío derramado de grande manera para mis pedestales; para estos de mis labriegos que en ausencia son y para los que presentes estáis para ayudar a sostener mi Casa de Oración. Sea este rocío a los aquí presentes y a quienes habéis dejado en casa.

[Nuestro Señor se levanta del Sitial, y con ayuda del Pedro y componentes recorre las filas y postra directamente con su Mano, uno a uno, las Aguas Benditas entre los pocos asistentes.]

Benditos y alabados sean mis hijos amados, que mi Luz nunca faltará en este hogar ni en cada uno del de vosotros. Sea derramado este rocío a cada uno de mis pequeños. Sea este rocío derramado… sin temor sean jamás, mis pequeños. No sean en el temor, heme aquí ante vosotros pequeños benditos. Mi Luz sea derramada, Luz y Gracia, Fuerza y Fortaleza… Pequeñas benditas y bienamadas, tomad y llevad de mi Grandeza, de mi Fuerza y de mi Fortaleza; no temas jamás mi pequeña bendita, porque adelante has de ser, en verdad os lo dice vuestro Padre, mis pequeñas benditas, que no están solas. Heme aquí ante vosotros, mis pequeñas benditas, aún y cuando su temor sea tanto y tan grande por su soledad, jamás se sientan solas mis pequeñas; heme aquí con vosotros. No temas jamás, mi pequeña bendita, no sean en temor, no sean en dudas, aparten la incertidumbre… A ti mujer, no temas, que haré ver a ese varón la gran mujer que eres, mi Luz estará contigo… unifíquense entre ustedes. Los que están en el Pórtico, acercarse sin temor… Fuerza y Fortaleza, Sabiduría y Entendimiento he de entregar pequeño y varón, no teman jamás de mi Luz y de mi Gracia; adelante serás inocencia bendita de la Luz de mi Padre, en sumisión y en obediencia: En el Nombre que Sois el Padre, el Hijo y la Luz Bendita del Espíritu Santo. No temas, mi pequeña bendita y bienamada, que mi Luz y mi Gracia es contigo; mas decid a aquel varón que cubriendo y protegiendo con mi Luz porque no sabe lo mal que se encuentra cada uno de sus órganos, dañado es el riñón, dañado es el pulmón y en cualquier momento –corazón bendito– puede darte un susto; atendedlo en verdad, mas así mismo hacédmelo presente cada vez que sea la oportunidad. Fuerza y Fortaleza Yo te entrego para ti y para los tuyos, corazón amado.

No temiendo has de ser pequeño bendito, contemplo tus mirajes, contemplo tus temores, varón bendito y bienamado; mas así mismo he de decirte, corazón, en que llegado el momento ha de ser en que seas siguiéndome, pequeño bendito, mas no temas por aquello que contemplan tus pupilas, porque así mismo –corazón bendito– grandezas y maravillas tendré para ti. Toma pequeña, bendita y alabada seas, más Fuerza y Fortaleza, Sabiduría y Entendimiento has de llevar; tomad y llevad mi pequeña bendita.

[Nuestro Señor toma nuevamente el Sitial]

No temiendo sean, corazones de buena voluntad. Pronto entregaré mis Niños Espirituales para vosotros, corazones de buena voluntad. Mas en sumisión y en obediencia. Aparta de esa soberbia a esa pequeña tú mi corazón bendito, contemplo su soberbia, contemplo su vanidad –corazón bendito– por ello es que tu no sales adelante; no temas corazón, nada faltará en tu hogar porque no es esa mi Voluntad. Mi pequeña bendita y bienamada, que en sumisión y en obediencia eres en todo momento y en todo instante, no temas por aquellas de tus pequeñas, no temas por aquel compañero que os así mismo estaré contemplando, pronto saldrás adelante con tu dolor, corazón bendito y bienamado, y así mismo estaré contemplando a aquellos que te tocaron; Fuerza y Fortaleza he de entregar. Oh mi pequeño, el más sumiso y obediente de todos, no temas jamás, porque mi Luz siempre guiará tus pasos –corazón bendito–; y así mismo sano y buen consejo seguirás entregando a vuestros hermanos, no temas. Inocencia bendita, Fuerza y Fortaleza te he de entregar corazón amado, nada faltará en tu hogar, por medio de ti mis pequeños benditos estarán recibiendo de grande manera vuestros progenitores; Fuerza y Fortaleza, Paz y Tranquilidad; qué fuera de este mundo sin estas inocencias, guiadlas por el buen camino corazones de buena voluntad.

Oh Pedro bendito y bienamado, nuevamente sois tocando tu frontal para entregarte y así mismo reciban los tuyos: Que los contemplo en desobediencia, corazón bendito, pero así mismo recibirán de grande manera. No temiendo han de ser, corazones de buena voluntad, que he de entregar a Manos llenas a cada uno de vosotros.

Mas Yo les pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Tanta falta les hará, corazones benditos, la Luz y la Gracia, y por ello mismo la he depositado en vosotros. No teman jamás mis pequeños hijos, porque por vosotros recibirán aquellos de vuestros hermanos. Así mismo mis pequeños benditos, no les digo el adios sino hasta pronto, porque nuevamente estaré de retorno ante vosotros. Mas no duden en hacerme el llamado, pero desde el fondo de su corazón, no a grito abierto mis pequeños benditos. Así mismo, mis pequeños amados, por vuestra conformidad, Yo les entrego a Manos Llenas: Del Pan sin Levadura, tomen y lleven; tomad y llevad del Agua de Vida; tomad y llevad de la Uva, del Jergón, de la Miel; tomad y llevad mis hijos benditos, esta Monedilla que tanto hace falta en vuestros bolsillos, y así mismo la multiplicaré en lo material; tomad y llevad las Llavecitas del Trabajo, mis pequeños amados, que abriéndose serán esas portezuelas nuevamente, para vuestra labor.

No teman jamás de mi Luz, mis pequeños benditos, tomen y lleven de mi Paz, de mi Tranquilidad, de mi Fuerza y de mi Fortaleza, que Yo les entrego de mi Bendición: En el Nombre que Sois el Padre, en Nombre que Sois el Hijo, y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo. No os digo el adiós, porque nuevamente estaré ante vosotros.

Mi Paz sea con vosotros. 

(canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)

2 comentarios sobre “Cátedra 1 Mayo 2020”

  1. Hola buenas tardes.
    Pregunto si me pueden dar su dirección. Y si actualmente están en labores los viernes.
    Gracias

    1. Buenas tardes hermanita: La Paz de mi Padre esté con usted. Qué bueno saber de usted; ya en este mes tenemos labores con respeto de las indicaciones sanitarias. Puede venir los viernes desde las 15:30 hrs y hasta las 17:00 hrs, y los días primero de mes para la Cátedra a las 15:30 hrs. Estamos en: Calle Coahuila MZ.7-LT.11, Piedra Grande, 55300 Ecatepec de Morelos, Méx. Un abrazo de Paz y Luz. ¡Bendiciones hermanita Esther!

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