Catedra 1 Noviembre 2024

Camino Espiritual Trinitario
Conmemoración por el peregrinar al Solio Divino de los planos espirituales 

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en Las Alturas y Paz en La Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en Las Alturas y Paz en La Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en Las Alturas, y desciende Mi Espíritu Limpio y Puro de la Escala de Perfección, hacia la de Jacob y de ahí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto: Pasad a tomar vuestro banquillo, Humanidad Entera, Congregación Amada y escuchar con atención Mi Consoladora Parábola.

Benditos y alabado sean los unos y los otros que presentes pueden hacerse en esta Bendita Alba llena de Gracia: alba primicia del mes de noviembre del Año del Hombre 2024, en el cual por primera vez desciende Mi Espíritu en esta Bendita Casa de Oración para recibir a vuestros hermanos desencarnados y encarnados, para recibir a todos por igual, sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual.

Mis discípulos benditos y bienamados, que preparándose sois para acudir al Llamado de la Campana Sonora, más allá de aquellos que no han asistido al festín que he preparado para vosotros, porque prevalece el materialismo antes que su Jesús Bendito y bienamado.

Más así mismo regocíjense vuestros corazones, mis pequeños amados y benditos, porque están rodeados de mis Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines, custodiando a cada uno de vosotros para que no seáis tocados por la penumbra en estos instantes y en estos momentos, para que se llene de júbilo vuestro corazón, y puedan recibir a todos vuestros ancestros que han trabulado al Solio Bendito y que cuentas claras y precisas habéis entregado ya algunos, y otros las darán, mis pequeños benditos y bienamados.

Porque así mismo, has de saber vosotros, que varios sois aquellos planos terrenales y no terrenales en este mundo, mis pequeños benditos y has de saber que cuando transitan a mi Solio Bendito tienen que ir ascendiendo de plano en plano hasta llegar a Mí. Más aquellos planos que has de ir escalando, es por vuestras acciones que habéis hecho en el Haz Terrenal por vuestro comportamiento, vuestros pensamientos y vuestras acciones.

Mirad y contemplar que en aquellos lustros atrás, todos eran con sumisión y obediencia y se respetaban los unos a los otros: hijos a padres, y padres a hijos, y aún así hay muchos que no han llegado ante Mí. ¿Qué podéis esperar vosotros, que no llevais el respeto por vuestros padres, y padres que no han enseñado a vuestros hijos con el buen ejemplo?, porque lejos de mostrar el buen ejemplo, sois insultándose los unos y los otros y sois levantando la diestra innecesariamente, y cuando realmente es necesaria de ella a bofetar, inclinas el frontal y ríes de la mala acción que habéis cometido, tanto el uno como el otro.

Padres de Sion, madrecitas benditas: recordad que vosotros sois el ejemplo a seguir de vuestros vástagos, y habéis de enseñarles a respetarse a sí mismos, para que aprendéis a respetarles a vosotros y a todos cuanto les rodea. Apartar el mal palabrerío de vuestros labios, apartar los malos mirajes, apartar las malas acciones, porque todo aquello ha de repercutir entre vosotros. Cuando llegado sea el momento de trascender, si tú mirases en estos instantes cuántos sois de los de abajo que quieren escalar hacia arriba, y cuántos de arriba quisieran ayudar a los de abajo.

Mas a sí mismo, mis pequeños benditos y bien amados, en verdad os digo que cuando trascienden sois cambiando vuestra visión. Más ahorita que pueden, no dejan atrás las malas acciones, el mal palabrerío y se unen más entre vosotros, porque es más fácil para vosotros pisotearse el uno al otro para ascender, que tenderse la mano y llegar juntos a la cima.

¿Que esperas mis hijos benditos? Solo un momento lo haces cuando sales de la Casa de Oración, pero transcurre el transitar de las albas y vuelves a caer nuevamente en aquel bache obscuro, lleno de penumbra, lleno de desolación, mis hijos benditos y bien amados.

La Sabiduría Espiritual nos enseña que la muerte no es el fin, sino el inicio de la transición para llegar al camino espiritual, mis pequeños benditos y bien amados, el materialismo no da La Luz que tanto anhelan aquellos seres que han trascendido, sino tu oración, tu plegaria por todos y cada uno de ellos, mis benditos hijos.

Entender mis pequeños amados, que existe La Luz y existe La Oscuridad, y ambas son de suma importancia para todos y cada uno de vosotros, porque juntas y unidas son una sola, mas en vosotros está hacer la diferencia, porque La Luz os otorga buenos pensamientos, buenas acciones, buen comportamiento, sabiduría, comprensión y amor. Pero la oscuridad nos enseña la desolación, la tristeza, el dolor, la incomprensión, la deshonestidad, la vanidad y la avaricia. No puedes decir que llevas La Luz, pero tampoco puedes decir que llevas La Oscuridad, te das cuenta en este instante que llevas ambas, mis hijos benditos y bien amados, no puedes actuar con una o con otra, porque necesitas de las dos. Mas tú decides hacia dónde te inclinas y cuál te absorbe por completo, mis pequeños hijos.

Más a sí mismo, mis pequeños amados, has de comprender que al transitar al otro plano terrenal, al cual llamas “muerte”, sólo es apartar la carnecilla porque así mismo es prestada para que seas en el aprendizaje del mundo material. Mas vosotros sois espirituales, pero no han sabido trascender y hacer la diferencia de lo que tienes aquí y de lo que has de llevar mis hijos, benditos y bienamados.

Aprende a comprender y aprende a analizar que por este Valle Terrenal solo estás por un instante, y que la muerte no es el fin, sino el inicio. Mas si os lo digo Yo a vosotros, hay que ir escalando después de la muerte, dependiendo de tus acciones que has hecho aquí, para que así mismo puedas llegar a Mí y vuelvas a reencarnarte una vez más, a eso que tú llamas La Reencarnación, porque regresas nuevamente a la vida en otro cuerpo.

Mas a sí mismo, aquel que preparado está y aquel que vive en Paz y en Tranquilidad y en La Luz Eterna, es el que va recordando sus vidas pasadas. Aquel que vive en el error, en la maldad, en la vanidad, se queda en la penumbra. Más así mismo, Yo te invito a la reflexión y Yo te invito a la oración: a orar por ti mismo, a orar por tu Hermana Humanidad y a orar por aquellos que han trascendido mis pequeños benditos.

Así mismo, mis pequeños, os digo Yo a vosotros: ¿qué esperas de este plano terrenal, si alba con alba te he dicho y te he pedido que entregues lo que deseas para vosotros?, y cada alba he venido a desmancharlos una vez más, porque opacados sois ya con el fango de tu transitar mis pequeños benditos y bienamados. ¿Por qué esperar más, o qué es lo que esperas para cambiar vuestra actitud, para cambiar vuestras acciones? ¿Quién sois vosotros para juzgar y quién sois vosotros, para no otorgar el perdón?, como si vosotros llevases la perfección.

¿Quién de vosotros es perfecto, mis pequeños amados? ¿Quién de vosotros puede juzgar a vuestro semejante? ¡No mis pequeños benditos! Contémplate a ti mismo y haz un análisis y minucioso de tu transitar desde el alba en que tienes uso de razón: contempla cuántos tropiezos has tenido, contempla cuánta maldad has llevado, pero contempla también vuestra bondad… Sopésala corazones de buena voluntad, y vé qué es más: si lo bueno o lo malo, y dónde es que te encontrarás cuando el Llamado Yo te haga, en el primero, en el segundo o en el séptimo plano… ¿en cuál deseas estar, y en cuál crees que has de llegar según tus acciones, según tu palabrerío, según tu actuar, mis hijos benditos y bien amados? Aprende a escuchar, y si es necesario aprende a callar; más habla cuando tengas algo importante que decir, y si no sella de vuestros labios mis hijos benditos.

Prevalezca vuestro corazón abierto de par en par, en todo momento y en todo instante. Mi Luz jamás se apartará de vosotros, porque estáis en el aprendizaje, estáis en la enseñanza, pero no eches en saquillo roto cuanto he venido a traer para vosotros.

Si he traído a mi Ejército Celestial para custodiar a cada uno de vosotros, es porque aún están faltos de preparación, porque aún se encuentran “en pañales”, porque aún no llevan la sabiduría necesaria, porque aún no han aprendido a prepararse… ¿Qué harían si en estos instantes diera cabida La Penumbra y dejarse hablar a Luzbella… ¿ves que no estás preparados mis pequeños benditos? Luzbella no viene a ver si puede con vosotros, a ver si sabes responder, él viene a actuar, mis pequeños benditos, y vosotros sois faltos de la preparación.

Tomad de vuestra antorcha, una de la que habéis traído y enciéndela en tus palmos mis hijos  benditos y bienamados. Jamás debéis de temer ni a La Luz, ni a La Penumbra: porque aquél que cree en Mí guiado será con Sabiduría y con Inteligencia; más aquel que duda de Mí, caerá en la penumbra total y no hallará La Luz. Encendida ha de ser esa luz. Benditos sean.

Encendida vuestra luz en lo material y encendida será La Luz en lo Espiritual, en vuestros pensamientos nombra a todos y cada uno de sus seres que han transitado a mi Solio Bendito para hacerlos subir ascendiendo en estos instantes, en estos momentos, y en verdad os digo que algunos de ellos llegando sois a lo más alto, y otros más han sido encarnados nuevamente. Yo los voy recibiendo, así mismo, como vosotros los estáis haciendo presentes, elevándose sois, no importa cuántos de vosotros los mencionéis, ellos seguirán elevándose, Yo les he de recibir de grande manera a Mi Solio Bendito, guiados por Mi Mundo Espiritual de Luz, guíenlos y súbanlos a todos y cada uno de ellos. No teman aquellos que van tomándose de la diestra de ellos, que asimismo elevaré a su causa, y no teman de seguir mencionando aquellos de sus seres amados, que Yo a todos y cada uno de ellos iré elevando poco a poco más. 

Tomad vuestro banquillo, Congregación Amada y Pueblo Bendito de Israel. Esa antorcha que postraéis en tus manos la dejaréis en Mi Regazo Bendito. Y las otras dos las llevarás a vuestro hogar porque preparadas han sido para que sean encendidas, y nuevamente vuelvan a avanzar otro paso más. Me habéis escuchado, no temiendo has de ser, que Yo les entrego de Mi Luz y les ayudo a transitar: Abro las portezuelas por las que han de entrar, pues ha sido el Momento. Cúmplase así Mi Voluntad en todo momento, y en todo instante, que todos aquellos que habían transitado en estos instantes, jubilosos sois porque algunos han culminado; mas otros han subido un Peldaño más. Sea cumplida Mi Voluntad en todo momento y en todo instante.

Acercadme de vuestras aguas, varón bendito. Aguas cristalinas que traídas sois del Río Jordan, limpiadas y desmanchadas y purificadas han de ser con esta Gota de Mi Costado Izquierdo, de esta Sangre que ha sido derramada… Salud, Sanidad, Fuerza y Fortaleza Yo otorgo a estas benditas Aguas. Hacedme presente a vuestro ramaje.

Este Rocío será derramado, primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este Rocío a vuestras aguas para convertirlas en Bálsamo de Sanidad. Sea este Rocío derramado a las lejanas y cercanas comarcas. Sea este Rocío a los campos y campesinos. Sea este Rocío derramado a todos aquellos Camposantos donde se encuentran los restos. Sea derramado este Rocío a tus antorchas que han de llevar y por supuesto a las que habéis de dejar en Mi Casa de Oración. Sea derramado este Rocío a todos y cada uno de los niños desde el más pequeño, desde el primero y hasta el último. Sea este Rocío a vuestros hogares, y a quienes habéis dejado en ellos. Sea cumplida Mi Voluntad en todo momento y en todo instante. Hecho ha sido varón bendito.

Bendito sean mis hijos amados, no temiendo sean, porque esta vez he venido ante vosotros en alba primicia del mes de noviembre para entregarles de Mi Bendición, para entregarles Paz y Tranquilidad, para limpiar vuestro sendero a vosotros mismos y a quienes me haces presente: a vuestros compañeros, a vuestros vástagos. Y aquellos que me has hecho presente, que están en Mi Regazo Bendito, benditos serán, por aquellos que han orado y que han pedido; por aquellos que han transitado y no tienen quien os otorgue una Luz, que os otorgue aquella flor, que os otorgue aquel mendrugo de pan, porque así mismo como vosotros, lo necesitan para vivir, ellos lo necesitan para avanzar, mis pequeños benditos y bien amados. Hágase Mi Voluntad en todo momento y en todo instante, que cuando sean encendiendo las antorchas en vuestro hogar, eleven esa Plegaria primeramente por los suyos una de las antorchas y la otra ha de ser por todos aquellos que han transitado sin un ser que se acuerde de ellos, mis pequeños amados, ¿me habéis escuchado? Benditos sean.

Yo os pregunto, ¿habéis quedado conformes? Bendito sean, que por vuestra conformidad Yo os entrego a Manos llenas de La Luz, de La Gracia, de La Fuerza y de La Fortaleza: tomen y lleven mis hijos benditos, del Pan Sin Levadura, del Jergón, de La Miel y de La Uva; tomad y llevad de las Llavecitas del Trabajo mis pequeños amados, nada faltará en vuestro hogar, porque no es esa Mi Voluntad.

Eleven su plegaria en todo instante y en todo momento, que Yo me encargo de lo demás.

Mi Paz sea con vosotros.

{Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”}

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