Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro.
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro de la Escala de Jacob hacia vuestro propio corazón. Mas bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados son ya en este Bendito Redil Sacrosanto.
Tomad de vuestro banquillo, Humanidad entera, Congregación amada, y escuchar con atención Mi Consoladora Parábola Bendita que he traído para vosotros.
Benditos y alabados sean los unos y los otros, porque en Alba Bendita llena de Gracia, Alba primicia del mes de octubre, del año del Hombre 2022, mi Aposento es entre vosotros y no he venido a hacer distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual.
Más lo que Yo he enseñado a vosotros, mis pequeños amados, no echarlo en saco roto; y así como Yo vengo acercándome a vosotros sin distinción alguna, así debéis de hacerlo vosotros mismos con tu semejante y hermano; porque he contemplado cómo es acercándose a ti el menesteroso y le has rechazado. Más en verdad os digo, que ese menesteroso puedo ser Yo y me has dado de la espalda, me has hecho a un lado, me has ignorado mis pequeños benditos.
Más bendecido es aquel quien ha quitado de su bolsillo aquella monedilla y la ha entregado sin ponerse a pensar si en verdad la ocupa para llevarse el pan a vuestros labios. Bendecido es aquel que quita de sus labios un mendrugo de pan para ofrecerlo a aquel de vuestro hermano. Bendecido es aquel que va quitándose aquel cobijo de vuestros hombros para entregarlo a aquel que temblando es de frío. Bendecido esa aquel que se quita su sandalia y lo ofrece al descanso de aquellos de mis hijos. Bendecidos han de ser porque no faltará nada en vuestro hogar: no faltará nada en vuestros palmos, jamás los contemplaréis vacíos -mis benditos hijos-. Más ay de aquel que rechazando es al menesteroso, porque vanas serán sus palmas, vacíos seran sus bolsillos y vacía será su mesa.
Benditos y alabados hijos vosotros que habéis pasado por tantas creencias y religiones, vosotros que habéis pisado tantas sinagogas, eres de los 144,000 elegidos para estar en Mi Presencia, para estar reunidos y congregados bajo este techo, bajo la sombra de este Árbol cual frondoso es para cubrirte de la intemperie de los tiempos, más en Sumisión y en Obediencia -mis hijos benditos y bienamados-.
Contempla cuando Yo os pregunté si negándome serías e hiciste como el Pedro: 3 veces me has negado, mas no temas, que Yo no vengo contemplando lo que viene saliendo de dientes para afuera, sino vengo contemplando desde el fondo de vuestro corazón. He contemplado vuestras acciones, he contemplado vuestros pensamientos y he contemplado vuestras palabras, vuestro decir. Más en verdad os digo Humanidad entera de la Nueva Jerusalén: aquel que lleve Fe viva en Mi Madre Amorosa, en mi Padre Eterno, y en vuestro Jesús… no perecerá de la intemperie de los tiempos, no decaerá a lo que ha de venir a la Perla mexicana y al Mundo entero.
Contempla aquellas lejanas comarcas, aquellas lejanas comarcas que se encuentran en desolación, que se encuentran padeciendo, que se encuentran sin aliento, sin paz y sin sosiego… más avisados fueron todos y cada uno de mis hijos benditos de lo que vendría en este Tercer Tiempo, y te mofaste de la Parábola que en algún momento escuchaste, incrédulo fuiste, y hoy se encuentran en el mesar de cabellos, en el rechinar de dientes, en la tristeza y en el dolor; no es lo que quiero contemplar en vosotros, mis hijos benditos y bienamados. Por ello es que pido 5 minutos de vuestro valioso tiempo en Plegaria, en Oración, en Agradecimiento, en Paz y en Tranquilidad, para que sea Yo postrando a esa Barca en la cual has de subir para liberarte de todas las asechanzas, de todo peligro y de todo cuanto acontecerá, mis pequeños benditos y bienamados. Mas Yo postro para vosotros de aquella Barca y vosotros sabéis si suben a Ella o se quedan ahí. Más mirad y contemplad, Os lo dice vuestro Jesús: aparta la Vanidad, apartad el Egoísmo, el Egocentrismo, aparta el mal palabrerío, vive en Paz, en Júbilo, en Alegrías, lleva Bondad de vuestro corazón. No juzgues a vuestros semejantes, no le malmires, siempre ten en vuestros labios una palabra de Paz y Tranquilidad para que el que lo necesite, siempre lleva en vuestro rostro de aquella sonrisa qué has de contagiar a quien lleva amargura, tristeza y dolor.
Contempla que ya no hay envolturas que lleven sanidad, porque todas las envolturas se encuentran deterioradas por todo aquello que son consumiendo, por todo aquello que van llevando a su mesa, que nada de aquello es -como Yo os lo dejé para vosotros- libre de podredumbre. Fresco aquel fruto ya no lo es, y ahora todo hecho y forjado es por la mano del Hombre para saciar sus bolsillos, para llenarse de riquezas, sin ver el daño que están haciendo a la Humanidad entera, porque solo ven por sí mismos, por sus bolsillos. Ve aquellos mandatarios que son como “El César”, que solo quieren ver grandes palacios; mas no temas mis hijos benditos y bienamados, que cuentas Yo pediré a cada 1 de vosotros.
Más el tiempo que prevalezcas en el Haz Terrenal, vive lleno de Regocijo, vive lleno de Paz, de tranquilidad y de Amor. Aparta las dudas, aparta los temores: ¿no estoy Yo aquí que sois vuestro Padre? ¡Tómate de Mi Mano, Humanidad entera, y Yo te guiaré por el Buen Camino! Más mirad y contemplad que también está el falso profeta, que viene destilando “dulzura y amor”, para cuando te tenga entre las redes seas en La Perdición, mis pequeños benditos.
Más por ello es que te pido que eleves La Plegaria para que aprendas a contemplar la falsedad, de la Verdad, la Luz de la penumbra, mis pequeños benditos y bienamados. Acércate más a lo espiritual, y deja a un lado vuestro “materialismo”; pues ¿por qué os preocupáis más por lo material que por lo Espiritual mis pequeños amados? ¿Por qué sois como aquel varón “que si no mirare, no creyere”, que si no contemplase duda llevaría? Aparta vuestras dudas, contempla en el fondo de vuestro corazón y ahí escucharás con atención, porque ahí encontrarás toda respuesta a vuestras preguntas. No dudes jamás de Mi Luz y de Mi Gracia Bendita. Sé en Sumisión y en Obediencia, y deja todo en Mis Manos, no te preocupes sino ocúpate en verdad, Os lo dice vuestro Jesús.
Abre tu corazón de par en par, y escucha su latido: que en ese latido escucharás mi Voz para calmarle de tanta angustia, tanta tristeza, y tanto dolor. Ora por aquel que te hace daño, y ponlo en Mis Manos, que Yo sabré qué hacer con ellos. Ora por tus vástagos y guíales por el Sendero de Luz y de Gracia. Si aún son pequeños, no permitas que sean torcidas esas ramas, tú eres el tronco y ellos son las ramas, no permitas que esas ramas sean torcidas o rotas, mis pequeños benditos y bienamados.
¡Oh Pedro amado! ¿qué puedo esperar de ti? Bendito seas varón amado, entendimiento humano llevas y sabias parábolas has dicho. Más asimismo ingenuos son todos y cada uno de mis pequeños amados, ¿por qué asimismo conociendo de mi Obra no sois en el arrepentimiento? Más llegado será el momento en el que abriendo seréis de sus labios para pedir el perdón, más espero y no sea demasiado tarde de vuestro arrepentimiento. Mas no temas varón, que para ti he traído a Manos Llenas: tomar y llevar que no faltará nada en vuestro mesa. Toma y lleva de la Gracia, de la Fuerza y la Fortaleza, levanta vuestra sandalia varón y sigue a vuestro Maestro. ¡Bendito y alabado seas!
Oh Josué bendito acercarte a Mí. ¡Bendito y alabado seas! No temas varón: He contemplado tu envoltura dañada, he contemplado tu tristeza y tu dolor, mas no temas varón bendito, te caerás por unos instantes, pero levantándote con más Fuerza seréis porque esa es Mi Voluntad. Y Yo perdono aquellos que han dañado tu envoltura y la han querido hacer pasar como aquella enfermedad que Yo he enviado, pues Yo no te he enviado ninguna enfermedad varón, mas Yo te la aparto porque esa es mi Voluntad. La Luz, la Gracia, la Fuerza y la Fortaleza Yo te entrego varón bendito; y perdono a aquellos que te tocaron… Más, más les valiera no haberlo hecho, porque cuentas claras y precisas me han de entregar. Yo aparto esta tristeza, Yo aparto este dolor varón amado y levantándote con más Fuerza y Fortaleza has de ser. Tomad y llevad en vuestros palmos: Salud, Paz, Tranquilidad, y nada faltará en vuestro hogar, que multiplicándoos Yo seré 7 veces 7 porque esta es Mi Voluntad. Aquellos que te dañaron, te mirarán con aquel odio y rencor, pero tú no temas… no temas porque cuentas me entregarán a Mí. Toma y lleva varón bendito, levanta vuestra calza y sigue a tu Maestro. Bendito seas varón.
Oh Pedro amado, acercadme de vuestras Aguas. Bendito seas. Aguas Cristalinas que traídas sois del Río Jordán, Yo las limpio y las desmancho, aparto lo que no les pertenece y convertidas en Bálsamo de Sanidad: en el Nombre que Sois + el Padre + el Hijo + y la Luz Bendita del Espíritu Santo. Una gota de Mi Preciosa Sangre de Mi Costado izquierdo cual Bálsamo de Sanidad será. Hacerme presente vuestro botón. Bendito seas.
Primeramente he de derramar este Rocío a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este Rocío a vuestras aguas que se convertirán en Bálsamo de Sanidad. Sea derramado este Rocío a vuestras antorchas que iluminando seréis de vuestro hogar y vuestro sendero. Sea este Rocío a todo amuleto y todo lo que me haces presente. Este Rocío llegará a las lejanas y cercanas comarcas que se encuentran en desolación. Este Rocío sea derramado a los Mares, Lagos y Ríos. Sea este Rocío derramado a las calles y las carreteras. Sea este Rocío a los campos y campesinos que entregando seréis el sustento a la Humanidad entera, mas no forzando seréis aquella cosecha. Sea este rocío derramado de grande manera a todos los hospitales, a todas las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea este rocío derramado, a los orfanatos donde se encuentran aquellas ancianidades. Sea este rocío derramado a todos y cada uno de mis Pedestales benditos, Congregación amada, Pueblo Bendito de Israel. Sea este Rocío a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Hecho ha sido, Pedro Bendito.
¡Oh mis hijos benditos y bienamados! Jamás sean en temor, y no teman a lo que vosotros llaman “muerte”, porque en verdad Os digo: que aquellos que han trabulado hacia mí Solio Bendito están viviendo, más vosotros están pasando por una Era; más ellos no están muertos, sino están viviendo mejor que como estaban en este Haz Terrenal. No sufran por aquellos que van partiendo al Solio Bendito, sino pidan por ellos para que estén en Paz, en Tranquilidad y deje Paz y Tranquilidad en vosotros mismos; porque vosotros sois los que están en el dolor y en la tristeza: calmen su corazón, calmen su tristeza y su dolor, porque no hay por qué gemir y llorar por ellos. Mas lloren por vosotros mismos, mis pequeños amados, pero Yo estaré enjugando esas lágrimas y llenándolos seré de Júbilo, mis pequeños amados.
Más no temas y ten Fe, mis pequeños benditos, porque por instantes los veo flaqueando con vuestra Fe, los contemplo dudosos y temerosos, mis pequeños benditos, pero Yo limpiaré sus senderos para que sean quitando el Pedrusco y Espino, y sean en Regocijo, en Paz y en Tranquilidad. Pongan todo en mis Manos, mis pequeños benditos, que Yo proveeré por vosotros.
Yo les pregunto: ¿habéis quedado conformes? Benditos sean, que por vuestra conformidad Yo entrego a Mano Llenas: Tomar y llevar, mis hijos benditos, del Jergón, de la Miel, de la Uva; tomen y lleven de estas Monedillas que multiplicadas serán en lo material; tomar y llevar del Agua de Vida, y esta Monedilla y esta Llavecilla que no faltará en vuestro Hogar. Bendecidos seréis quienes han postrado de este Fruto cortado del Huerto: Yo os multiplicaré en lo material. Más tomen y lleven de mi Bendición: + en el Nombre que Sois el Padre, + en el Nombre que Sois el Hijo, + y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.
Mi Paz sea con vosotros.
(Canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…”)
Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de nuestro Hermano Espiritual San Miguel Arcángel, Capitán de los Ejércitos Divinos.
Canalizado por: Hermana Concepción
Por la Venia Bendita de mi Padre Amado, les saluda su Hermano Espiritual Miguel, Arcángel Bendito, en Nombre de mi Padre Amado y en Nombre de todos mis Hermanos Arcángeles, Ángeles, Serafines y Querubines, vosotros mis hermanos Amados, para dar infinitas gracias a mi Padre por permitirme estar en esta Casa de Oración.
No me corresponde a mí, sino a mi Hermano Rafael, pero hoy me ha permitido su lugar y agradecido estoy con Él, por permitirme estar ante vosotros para decir a cada uno de vosotros: no temed, no temed de la Luz, sino temed de vosotros mismos, porque vosotros mismos sois quiénes dañándose sois los unos a los otros.
Custodiados eres por el Ejército Celestial, más vosotros en rebeldía sois -mis hermanos benditos y bienamados-, vosotros sois acabando los unos con los otros, hiriéndose los unos a los otros, aún cuando vuestra lengua vosotros la miraréis débil, pero es la peor espada, mis hermanos benditos y bienamados.
No blasfemen de los unos y de los otros; calmar el cauce, calmar todo cuanto acontece en vuestra mundanidad. Ser en Sumisión y ser en la Obediencia -mis hermanos benditos-, porque os vengo contemplando vuestra maldad y vuestra bondad. Y he a mi lado a Luzbella, que acechando es a cada uno de vosotros, es acechándole. Más vosotros sois como aquellos pececillos que van cayendo en sus redes, porque ven contemplando el “manjar” que él posee para vosotros, y vosotros van cayendo ante ese “manjar” en las redes de Luzbella, aún cuando él burlándose de vosotros mismos porque sois en debilidad.
Más yo les vengo a entregar la Fortaleza para que sean quitando esa venda de los ojos, y sean aclarando vuestros pensamientos y vuestro sentir, y sean contemplando la Luz para que así mismo no caigan en sus redes. Sean en Sumisión y sean en Obediencia, pues los dice vuestro hermano Miguel, Arcángel Bendito.
Yo les entregó de mi Espada a cada uno de vosotros, para que sean en defensa de toda maldad, y para que sean postrándola frente a vosotros cuando contemplen la Oscuridad y ella les destilará de aquella Luz.
Tómense de los Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines, que se encuentran a vuestro alrededor. Jamás estarán desamparados mientras crean en nosotros.
Mi Paz y mi Agradecimiento con todos y cada uno de vosotros, en Nombre de todos y cada uno de mis Hermanos: lleven la Paz de mi Padre, lleven la Paz del Espíritu Santo, la Paz de mi Madre Amorosa y la de vosotros mismos.
(Canto: “Poderosísimo Niño a dónde vas a llegar…”)