Catedra 1 Septiembre 2023

Catedra 22 Preceptos

Cátedra de Conmemoración por 22 Preceptos Espirituales. 157 Aniversario

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor  Jesucristo

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de Escala de perfección a la de Jacob y de ahí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda por tercera vez y los que aposentados sois ya, en este bendito Redil Sacrosanto. Toma de vuestro banquillo, Humanidad entera, que así mismo tu Jesús Amado os recibe a todos por igual sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos, y a todos amo por igual.

Benditos y alabados sean los unos y los otros, que congregados sois en este Bendito Redil Sacrosanto. Vosotros que habéis acudido al llamado de la campana sonora a recibir de la Luz y de la Gracia, a recibir de estas Aguas Cristalinas para enjugar vuestra envoltura bendita, para limpiar y desmanchar vuestro crisma y vuestra calza, para llenarte de mi Gracia y de mi bondad amada mis benditos hijos.

Bienvenidos sean en esta bendita Alba llena de Gracia: Alba primicia del mes del Hombre, primero de septiembre del año 2023, en el cual mi Aposento es en Espíritu y en Verdad entre vosotros mismos.

Como lo hiciere alguna vez en lustros atrás, he venido a hacerte el llamado Humanidad entera, a redimirte en verdad porque contemplo cómo eres perdiéndote entre la podredumbre, como sois asechándose los unos a los otros, como es que sois levantando aquellos de vuestros pequeños la voz y las palmas a vuestros progenitores. Cómo es que vuestros progenitores sois difamando y blasfemando de vuestros progenitores. Y los progenitores sois en sumisión y en obediencia ante vuestros vástagos, porque no sois con la suficiente autoridad y fuerza para sobrellevar aquel palabrerío, porque desde vosotros mismos voy escuchando esas plegarias y esas parábolas que no sois escuchadas por tu Jesús amado; porque a sí mismo así como las escucho, las desechas mis pequeños benditos porque son palabras profanas, porque así mismo sois cayendo en tentación, porque así mismo sois cayendo en el pecado, porque así mismo sois cayendo el la lujuria, en la avaricia, y esas parábolas pecaminosas que salen de vuestros labios sois escuchadas por vuestros pequeños, y las aplaudes, las celebras, mis pequeños benditos. Más allá vosotros, con las cuentas claras y precisas que has de entregarme a cuestas cuando el llamado sea ante Mí, mis pequeños benditos.

Aún estás en el momento. Aún estás en el instante mismo de arrepentirte, de tomar un nuevo camino y guiarte hacia Mi Luz, porque contempla los nuevos senderos que sois abriéndose de par en par, y que no sois peregrinados por los míos sino por aquella penumbra, y aquella oscuridad. Porque vendría “el mal profeta” porque escrito era y escrito está qué te hablaría con dulzura y con amor, para que cayeras cual pececillos en su red.

Más Así mismo, Yo os dije en albas atrás que llevares la Fe Viva, mis pequeños amados, y decayendo eres uno a uno en aquella red, que puesta está para vosotros mis pequeños benditos y bienamados. Hoy romperé esa red para que puedas nadar en aquellas aguas, mis pececillos benditos y bienamados, para que puedas retomar el Sendero de Luz y de Gracia, para que puedas abrir de vuestras pupilas y no seas tropezando nuevamente; para que puedas escuchar la Campana Sonora y si no eres contemplándo Mi Luz, se hace escuchando el sonido de mi campana para que acudas al llamado, para que levantes vuestras calzas y sigas adelante y avances, porque tropezando eres y quedándote en el sendero. Más no es esa mi voluntad mis amados; porque Mi Voluntad es que dejes el banquillo, que dejes el letargo, que despiertes y estés en el Alerta, en Plegaria, en Oración, en Pedimento por todo cuanto acontece, y por tanto que ha de venir.

Más vosotros sois en el regazo, en el sueño profundo, porque esperas y aguardas cuando no es esa Mi Voluntad. ¿Qué necesitas para despertar Humanidad entera? ¿Qué necesitas para actuar parvulillos benditos? ¿Que necesitas escuchar, contemplar y sentir para que seas presuroso al llamado que te hace tu Jesús?

Mira y contempla lo que hay frente de ti. Voltea a cada uno de vuestros laterales, póstrate a tus espaldas, ¿y qué es lo que deseas? Pregúntate a ti mismo: ¿estás contento y feliz con todo lo que acontece? ¿Estás contento y feliz por lo que eres, por lo que tienes mis pequeños benditos? ¿Te gusta lo que escuchas y lo que contemplan tus pupilos?  Ay de ustedes, mis pequeños benditos, si sigues en el letargo esperando y aguardando “lo que no ha de llegar”.

No estás en el tiempo en el que volteabas hacia el infinito y todo llegaba para vosotros. No estás en los tiempos en que con tan solo estirar tu diestra, cortabas aquellos frutos. No estás en aquellos tiempos en que solo al contar un solo paso, encontrabas lo que anhelabas.

No mis pequeños, debes de levantar de vuestra calza, debes de labrar vuestra Tierra, debes de avanzar vuestra calza, debes de limpiar y desmanchar y sacudirte de aquella polilla para que puedas postrar el ropaje engalanado que poso para vosotros. Para que puedas escuchar el trinar de mis aves, para que puedas contemplar la Luz de la nueva alba; porque mira y aguarda, mira y contempla corazones de buena voluntad, qué eres en el blasfemar, eres en el juzgar, criticar y malmirar hasta de vosotros mismos, de los de vuestra sangre, ¿qué puedo esperar o que pueden esperar vuestros semejantes y hermanos?

Contempla y analiza vuestra lengua viperina, antes de blasfemar, antes de abrir vuestros labios, porque no sabes cómo lo va a tomar a aquel que se lo dices. No es lo mismo, mis pequeños benditos, que lo que era Lustros atrás; ahora tienes que cuidarte hasta de vuestra propia sombra, de vuestro propio reflejo, en aquel espejillo porque tú mismo, tú misma, eres traicionándote porque no has aprendido a amarte a vosotros mismos, y mientras no seas amándote a vosotros mismos, no podrás amar a vuestro semejante y hermano.

¿Qué esperas, mis pequeños? ¿Cuántas pruebas más has de necesitar, mis pequeños benditos? ¡Decide! Aquel Precepto número dos, ¿qué es de lo que te pide, qué es lo que te habla, y qué necesitas para entenderlo?

Escuchar y analizar el Precepto número cuatro, mis pequeños benditos y bien amados, ¿Hasta cuándo, por qué esperar más tiempo, mis pequeños benditos?

Contempla que el Precepto, que así mismo te pide acudir a visitar aquel enfermo. Dices estar muy ocupado para acudir a visitarle, y no eres ni capaz de elevar una Plegaria por el Menesteroso, por aquel que se encuentra en el hecho del dolor, ¿para qué si no es tu propio dolor? ¿Para que si no es tu culpa? ¿Para qué si vosotros, estamos bien?

Mirad y contempla, y analiza cada una de vuestras plegarias oh Humanidad entera, oh Congregación Bendita.

Es más fácil, abrir vuestros labios y juzgar a vuestro hermano, que darle el Sano y el Buen Consejo, y ayudarle a salir adelante. Es más fácil, encerrarte en tu choza y decir: que tienes muchas labores, antes de acudir a elevar una plegaria por tu Hermana Humanidad.

Para vosotros, mis pequeños ¿es más fácil pedir para todo aquel que no lo necesita?, porque tiene su calza y puede acudir a Mi Casa a pedir y a solicitar, que así mismo pedir y orar por aquel que aún no me conoce, y que está en la tristeza, en el dolor, y en el letargo.

Analiza cada una de las Parábolas que escuches en esta Bendita Alba mis pequeños benditos.

Contempla en verdad las Tablas que en un alba Elías vino a presentar para vosotros, y analiza  uno de esos -no digo 22- de esos 10 Preceptos y analiza uno solo y dime: ¿Con cuál de Ellos  has cumplido mis pequeños benditos?

Más así mismo, tú Jesús Amado está aquí para vosotros, te arropa entre vuestro regazo, acude a tu llamado cada vez que abres vuestra gargantilla, para gritar que acuda a ti, que te entregue, que te quite, que te dé, que te entregue lo que necesitas, que te quite el dolor y la tristeza, que te dé la Paz y la Tranquilidad… y ahí está vuestro Jesús, acudiendo al llamado. ¿Más vosotros acudís cuando tú Jesús te hace el llamado mis pequeños benditos?

Es más fácil entregarte a tu materialismo, que un instante acercarte a Mí, y no para que me pidas solamente, para tener un instante de cercanía con tu Jesús amado mis pequeños benditos.

¡Oh Elías, Elías, Pastorcillo Incansable! Asimismo como te hiciste presente en aquellos Tiempos, hazlo ahora y entrega de las Leyes al Pueblo de Jerusalén. Entrega el Faro Luminoso que ha de iluminar vuestro sendero, para que sean transitando cada una de tus ovejas y corderos.

 

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Elías de Tisbe, el Pastor Incansable

Canalizado por: Hermana Juana

¿Amas al Padre? ¿Amas al Hijo? ¿Amas a la Luz Bendita del Espíritu Santo? ¿Crees en el Padre? ¿Crees en el Hijo? ¿Crees en la Luz Bendita del Espíritu Santo? ¿Esperas del Padre, esperas del Hijo, esperas de la Luz Bendita del Espíritu Santo? 

Aquí en esta alba llena de Gracia, te vengo presentando de grande manera en Espíritu y en Verdad, y vengo a entregarles lo que Yo he traído para vos: Las Llavecitas del Trabajo para que no les falte el sustento y el pan de cada día; la Fuerza y la Fortaleza, la Tranquilidad; las Monedillas que se han multiplicado 7 veces más.

Y así mismo limpio la Escala, limpio las Florecillas, las Antorchas que no se apaguen -mis hijos muy amados-. Bendizco ríos, mares y no mares; bendizco los animalitos que no tienen con quien, tienen hambre los animalitos y nadie se compadece en darles de comer a los animalitos.

También les pido ¿qué respeto pueden ver aquí? Así como en albas atrasadas Yo vine a plantar la Luz, la Luz para que ustedes se ayuden ustedes mismos. Cada vezque me encuentro aquí presente, en la Escala dejo el Medicamento Espiritual, las Llavecitas del Trabajo, las Monedillas, y en cambio ahí se encuentran presentes. También he traído las Semillas en Abundancia, para que no les falte a mis hijos muy amados. 

No les digo el adiós, sino hasta pronto…

(Canto: “Vuela Suspiro del Alma…”)

 

-NSJ-

Habéis recibido de Elías, así mismo habéis recibido de mi Madre Amorosa, que aunque tú no puedas escucharla y no puedas contemplarle, Ella se encuentra presente en Espíritu y en Verdad, así como mis Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines que se encuentran reunidos y congregados en este Bendito Redil Sacrosanto. Como lo sois vosotros mismos, y han de recibir de cada uno de ellos -mis pequeños amados- más no teman jamás de mi Luz. Y no lo tomen como un castigo, como un regalo, sino a sí mismo es para que vosotros mismos sean analizando y viendo vuestros errores para redimirse en verdad, para salir adelante y para que no seas tropezando y cayendo, sino que así mismo como eres en el tropiezo: levantes vuestra calza, sacudas vuestras rodillas, enjugues aquella sangre y levantes y sigas adelante mis pequeños benditos.

No desistas jamás de pedir y de orar. No desistas jamás -mis pequeños benditos- de acercarte a tu Jesús Bendito, a mi Pastor Incansable Elías, el Hijo del Hombre, acercarte a mi Madre Amorosísima -mis pequeños benditos- porque así mismo habréis de recibir.

Más no blasfemes más. Más sé apartándote de la lujuria, de la vanidad, de la pereza, porque así mismo es lo que más lleváis a cuestas… de esa pereza mis pequeños benditos: ¡Aléjala de ti! Todos y cada uno de esos Pecados Capitales, mis pequeños benditos, para que seas acogido en Mi Regazo Bendito, para que seas llevando todo cuanto poseo para vosotros, mis pequeños amados.

Oh Pedro Bendito, ¿qué puedo esperar de ti?… Bendito y alabado seas varón. Que así mismo limpiando y desmanchando he de ser desde vuestro crisma y hasta vuestra calza; postro la ropa engalanada en vuestra envoltura bendita, y así mismo ha de prevalecer hasta el nuevo llamado en que acudas ante mis Plantas Amadas. Así mismo, guía al ovejal bendito por el Camino Seguro, varón amado. No desistas de pedir y de orar por tu semejante y hermano, porque en multiplicación llevaréis vosotros mismos. Levanta vuestra calza y sigue a tu Maestro.

Vean y contemplen mis pequeños benditos, cómo sois cayendo aquel Astro Rey, cómo han venido cayendo estas fuertes lluvias. Más así mismo, cada uno de los elementos vendrá con gran furia. Contemplen cómo se encuentran en aquellas comarcas; todos mis elementos estarán desatados y acabando con comarcas enteras. Más así mismo ora y pide: Eleva esas Plegarias por vosotros mismos, por vuestra Perla Mexicana, y por cada uno de vuestros hermanos mis pequeños benditos. No te canses jamás de elevar aquella Plegaria, por lo menos aquella Oración, que en aquellos Tiempos Yo os enseñé. Orad en todo momento y en todo instante para que calmen las grandes calamidades que se avecinan, para que sean quedando los buenos, los que ya son y llevan Bondad en vuestro corazón. Aquellos que sois en la Paz y en la Tranquilidad y no los que quedan llenos de avaricia y de vanidad. ¡Sea cumplida Mi Voluntad, en todo momento y en todo instante, mis hijos benditos y bienamados!

Mirad más por vosotros mismos, para que puedas mirar por tu semejante y hermano, para que puedas mirar por los de tu sangre, y para que los puedas ayudar y salir adelante, juntos como si fuese uno mismo.

Hacedme presente de vuestras Aguas, varón amado. Bendito y alabado seas. Aguas Cristalinas que traídas sois del Río Jordán, Yo las limpio y las desmancho, aparto todo lo que no pudiese ser grato a Mi Pupila, postro una gota de mi Preciosa Sangre con el Bálsamo de Sanidad, aquel que tomare de Ella, Sano y Salvo será… porque esa es Mi Voluntad.

Hacedme presente vuestro botón. Bendito seas. He de derramar primeramente este Rocío de grande manera a vuestra Escala, Símbolo de la hermandad Espiritual. Sea derramado este Rocío a vuestras aguas que convertidas en Bálsamo de Sanidad. Sea derramado este Rocío a vuestras antorchas, a vuestros amuletos que sean usados para el Bien y jamás para el Mal. Sea este Rocío derramado a las lejanas y cercanas comarcas, a aquellas que se encuentran en desolación. Sea derramado este Rocío a los mares, lagos y ríos. Sea este Rocío a los caminos y caminantes, a los campos y campesinos que darán fruto a la Humanidad entera; a todo ser viviente en el Haz Terrenal, desde el más grande y hasta el más pequeño. Sea este Rocío en las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea este Rocío derramado a todos los asilos, orfanatos y hospitales. Sea este Rocío derramado a todos y cada uno de mis hijos que andan en las callejuelas, buscando el sustento y el pan de cada día. Sea este Rocío a mis Pedestales para que sean en La Preparación. Sea este Rocío derramado a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos.

Hecho ha sido Pedro Amado. Levanta vuestra Calza y sigue a tu Maestro. Así mismo ha sido entregado todo conforme me habéis pedido, mis pequeños bendidos.

Yo te he de entregar Paz y Tranquilidad a vuestros corazones; he de entregarte aquella Paciencia que necesitas, aquella Tolerancia que tanto te hace falta, mis pequeños benditos. He de entregarte Sabiduría y Entendimiento, para que puedas lograr salir avante de todos y cada uno de vuestros problemas. He de entregarte la Sanidad, apartaré el dolor de vuestra envoltura y de vuestro espíritu. Limpiado y desmanchando ha de ser tu envoltura por dentro y por fuera, mis pequeños amados. Asimismo quedaréis blanco y blanquecino, cual copos de la nieve.

Ve por los senderos, transita por aquellos caminos, entrega la Paz, entrega la Tranquilidad. A aquellos que se encuentran en desolación da el Sano y el Buen Consejo en Mi Nombre, y escucharás el latido de vuestro corazón, porque estaré Yo con vosotros en ese momento y en ese instante.

No juzgues a vuestro semejante y hermano, no blasfemes de él, porque así mismo seréis juzgado por tu Jesús Bendito en ese mismo instante. Ve en Paz y en Tranquilidad en todo momento y en todo instante. Ama lo que posees y nos desees lo que aun no tienes, no lleves la envidia por lo que tus hermanos puedan poseer. Lucha por todo lo que anhelas, pero siempre por el camino recto, mis pequeños benditos.

Yo te pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Benditos sois, que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos Llenas: Tomad y Llevad mis hijos benditos del Pan Sin Levadura, del Jergón, la Miel y la Uva, tomen y lleven mis pequeños amados, de las Llavecillas del Trabajo. Nada faltará en vuestro hogar. Tomen y lleven mis pequeños benditos, estas Monedillas multiplicadas 7 veces 7 para que no falte el pan de cada día, mis pequeños amados. Más así mismo, esas Monedillas hazlas rendir y multiplicar -mis pequeños benditos- con Sabiduría, con Inteligencia y con Amor, con Rectitud, con Paz y con Tranquilidad. Mirarás las Maravillas de tu Jesús Bendito, mirarás las Maravillas de Mi Padre Amoroso y contemplarás -mis pequeños benditos- todo cuanto has de querer contemplar a tus Plantas.

No deseches mis Plegarias, no deseches lo que te he traído para cada uno de vosotros. Sé en Paz y en Tranquilidad, que no te digo el adiós porque nuevamente estaré entre vosotros.

Mi paz sea con vosotros.

(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos…”)