Cátedra de Conmemoración por la revelación de los 22 Preceptos de nuestro Pastor Elías (1 de septiembre de 1866)
Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Padre Eterno, Jeohvah-Yahveh, Señor de los Ejércitos
Canalizado por: Hermana Concepción
El Ángel de mi Divinidad es entre vosotros, el Ángel de mi Divinidad es entre vosotros, el Ángel de mi Divinidad es entre vosotros. Y heme aquí, Humanidad entera.
Ansioso estoy de escuchar tu palabra bendita, y decidme: ¿Qué habéis hecho con lo que te he entregado en alba bendita llena de Gracia?
Mirad y contemplad, en alba primicia, en la cual recordados sois los Preceptos de Elías, os tu Padre te pregunta: ¿Cuál de ellos has llevado a cabo?
Contemplad, Humanidad entera, 22 Preceptos se te han dado y ni uno llevas a cabo… ¿Qué puedes esperar de Mí, si no espero Yo nada a cambio de vosotros? Mas allá vosotros, con lo que ha de venir, Humanidad entera… Y en lamentación no os quiero contemplar, porque dicho así por vuestro Padre, que cumplida sea mi Voluntad.
(Canto: “Padre Nuestro que estás en los Cielos…”)
Cátedra de Comunicación Espiritual Divina del Pastor Elías, el Anciano Venerable
Canalizado por: Hermana Concepción
¿Amas al Padre, amas al Hijo, amas de la Luz Bendita del Espíritu Santo? ¿Crees en el Padre, crees en el Hijo, crees de la Luz Bendita del Espíritu Santo? ¿Esperas del Padre, esperas del Hijo, esperas de la Luz Bendita del Espíritu Santo? Y he aquí al Espíritu Santo entre vosotros, ovejal amado, el Pastor incansable presente ante vosotros se puede encontrar.
Bienvenidos seas a la Fuente de la Gracia y de la Vida. Bendito seas quien se acerca al Manantial Amado, ovejas y corderos, tomad el lugar que os corresponde, ovejal amado, y bienvenidos seais los encarnados y los desencarnados, Yo os recibo por igual.
Desencarnados benditos, pasad a la barquilla dorada y esperad y aguardad, que pronto estaré con vosotros. Encarnados benditos, tomad el banquillo y escuchad la Parábola amada del Pastor Bendito y Bienamado que viene ante vosotros a dejar el Sano y el Buen Consejo, oh ovejal amado que te acercas a recibir del Agua de Vida, del Faro Luminoso que os te entrego para iluminar vuestro sendero.
Mas mirad y contemplad, ovejal amado, que en lamentación puede encontrarte el Pastor mas así mismo he venido alba por alba a decir y a indicar hacia dónde has de seguir el sendero, mas vosotros necios son y haciendo el oído sordo van tomando el otro camino que no ha sido encomendado ni por mi Padre, ni por mi Madre Amorosa, ni por mi mismos.
Mas qué puedes esperar, Congregación Amada, ovejal bendito, ¡oh corderos benditos y bienamados!, si mirad y contemplad todo a vuestro alrededor cómo es en desolación, en corrupción, en desgracia, y vosotros os quedáis con los brazos cruzados: Cierras tus pupilas, sellas de vuestros labios, haces oídos sordos a lo que alrededor puede encontrarse.
¡Levántate Humanidad entera, levántate ovejal amado! y mirad y contemplad que vosotros mismos lleváis el Faro Luminoso, porque Yo os he entregado a cada uno de vosotros para iluminar esos senderos.
Déjate de lamentaciones, y levanta tu calza , oh ovejal amado. Llevándolos sois uno a uno al Río Jordán, a limpiar y desmanchar vuestras lanecitas, para que blancas y blanquecinas cual copos de nieve puedan encontrarse; pero vosotros van al fango nuevamente y enlodándose sois, ovejal amado.
¿Qué puedo esperar de vosotros, si vosotros caso omiso hacéis? Venid y acercadte y decid a mi Padre que os ayude a salir adelante, inclinas tu frontal ante mi Padre… pero solo cuando sientes el dolor en vuestras carnes, cuando sientes el dolor en vuestro corazón, cuando no hayas la portezuela del trabajo, cuando eres en lamentación por la pérdida de un ser querido, cuando eres en lamentación porque el denario no es llegando a tu bolsillo, cuando no tienes el pan llevándote a vuestros labios, cuando contemplas que los elementos benditos sois con gran furia, en ese momento recuerdas y te lamentas y gritas a mi Padre Amado.
Mas cuántas veces ha venido mi Madre con lágrimas en vuestras pupilas a implorarte que sigas el Sendero de Luz. Cuántas veces, mi Padre Amado te ha indicado que seas sumiso y obediente. Cuántas veces ha venido mi Jesús Bendito a implorar que lleves el Camino Recto y os ames a los unos y a los otros. Cuántas veces te he entregado el Faro Luminoso, para que no cometas el error de ir por el sendero erróneo y aún así te encuentras en lamentación, si vosotros mismos has seguido el camino equivocado porque vosotros mismos vais trazando vuestro propio camino y no vas siguiendo el que te ha sido dado.
Te he dicho una y mil veces, ovejas benditas, trata a tu semejante como quieres ser tratado. No blasfemes, no juzgues, no critiques, no malmires y os parece que decid lo contrario. ¡Mírate tú, ante aquel reflejo del espejo!, ve tus imperfecciones y después contempla a la de vuestra hermana humanidad. Os pregunta Elías ¿quién de vosotros lleva la perfección? Ni Yo mismo la he llevado, solamente mi Jesús y mi Padre Amado, sois en la Perfección.
Mas vosotros sois en el error, y aferrándote sois al materialismo, os lo dice tu Pastor Elías. Mas en verdad os digo, que lo material es una visión solamente, es pasajera, es falsa y ha de acabarse porque es momentánea. Mas aquella espiritualidad es Eterna, y si tú no estás bien en lo material, no lo estarás tampoco en lo espiritual.
Guíate por el Sendero de Luz y de Gracia para que puedas contemplar Paz y Tranquilidad en ti mismo, Paz y Tranquilidad en los tuyos, Paz y Tranquilidad en todo aquel que te rodea. Os dice vuestro Pastor: ¡Basta de falsedades!, basta ya del mal palabrerío, basta ya del mal miraje; ve por el sendero y ama a los unos y a los otros, acéptales tal cual son, ámales en verdad, ovejal amado y bendito. No seas más en el error, porque en lamentaciones podrás contemplarte.
Mirad y contemplad a los elementos, cual desatados con furia son, y en lamentación puedes encontrar. Has maldecido al Astro Rey, porque con cuál intensidad y furia vienen desatados sus rayos ante vosotros; has maldecido las aguas que descienden de los altos cielos, porque te has contemplado en las inundaciones, porque te has contemplado en la callejuela y no puedes transitar a tu libre albedrío.
Bendice todo elemento, ovejal amado, y bendecido seréis por mi Padre Amado. No seas más en el error, contempla la sangre derramada en vuestra hermana Humanidad. Contempla a los altos mandatarios cómo sois en la desobediencia, en la avaricia, en la vanidad, en el egoísmo, y vosotros vais siguiendo vuestros pasos porque decís: “si ellos lo hacen, por qué yo no”. Entonces así mismo te pregunto ¿por qué no seguís el ejemplo de vuestro Jesús? Si tanto anhelas seguir los pasos de alguien, sigue los de tu Jesús Amado.
Mas no seas más en el error y sé tu mismo, no quieras asemejarte a nadie más, sino empezar por ti mismo a hacer el cambio, no seas en la vanidad, no seas en la avaricia, no seas en el egoísmo, aprende a tender la mano a aquel a quien te necesita, aprende a dar el sano y el buen consejo, aprende a abrazar a tu enemigo, quizás sea tu enemigo porque no has aprendido a conocerle lo suficiente. ¿Cuántas veces te has dado la oportunidad del diálogo, de escuchar y de ser escuchado?
Analiza, analiza, ovejal amado… porque como lo dijo mi Padre Amado: Vine a entregarte el primero de septiembre, veintidós Preceptos de los cuales no cumples ni uno solo. Se te ha dicho “ama a tu Jesús, antes que a todo lo que te rodea” y siempre tu Jesús Amado está después de todo. Se te ha pedido “no blasfemes, no juzgues…”, y solo vas juzgando y criticando a aquel que pasa frente a ti. Se te ha pedido que visites al enfermo y le consueles, y jamás te quieres acercar a contemplar el dolor ajeno.
Y ahora en estas benditas albas en las cuales se te pidió en que no hagas infanticidio… ¡has sido aprobado! Mas benditos sean, os lo dice vuestro Pastor. Mas no temas de Mí, no temas de mi Jesús, ¡teme de vosotros mismos, ovejal amado!
Lo dejo a vuestro libre albedrío, y no te digo adiós, ovejal bendito, porque estaré ante vosotros en albas venideras. Mas tomad y llevad el Faro Luminoso de su Antorcha para que no seas perdiéndote en los senderos.
Mi Paz sea con vosotros.
(Canto: “Vuela suspiro del alma, dile a mi Padre Amado…”)
Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob y de allí a vuestro propio Entendimiento Humano.
Bienvenidos sean los que vienen por primera vez, por segunda y por tercera, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.
Benditos y alabados sean mis hijos que apresurados sois a llegar a la Casa de Oración que ha sido forjada para vosotros. Tomad vuestro banquillo y escuchad mi corto Palabrerío que ha de venir para vosotros, en alba primicia del mes de septiembre del año del Hombre 2018, en que mi Presencia es ante vosotros… lo crea el Hombre o no lo crea… Benditos y alabados sean.
Benditos y alabados sean, oh Pedro amado, que presente es tu Jesús amado en Espíritu y en Verdad, y así mismos os vengo recibiendo a los unos y a los otros, sin distinción alguna de Raza, ni Credo, ni Color, porque todos sois mis hijos y a todos os amo por igual.
Mas así mismo os lo dice vuestro Padre, en sumisión y obediencia has de ser, Congregación amada, discípulos benditos, así mismos he de entregarte a manos llenas, porque esa es mi Voluntad.
Arrancándote sois el ropaje hecho jirones y postrando sois el ropaje engalanado, para que te encuentres ante la Presencia del Todopoderoso que ha venido ante vosotros, mirad y contemplad a vuestros ángeles, serafines y querubines, que os custodian a cada uno de vosotros. No les rechaces en verdad os lo dice vuestro Padre, aliméntate con el Pan de cada día que Yo te entrego, sacíate de vuestra sed con el Agua de Vida que os te ofrezco, y limpiando he de ser tu calza de todo dolor y cansancio. Entregándote he de ser mi Bendición en todo momento, mi Luz y mi Gracia Bendita, ¡oh Humanidad entera, oh Pueblo Bendito de Israel!, que presente puedes hacerte en alba bendita llena de Gracia.
Qué puede pedir el Hijo, que no sea otorgado por el Padre, mis hijos benditos, que lastimosos sois en vuestro corazón y en vuestra envoltura. Mas no temas, que he de venir a limpiar y desmanchar todo door y toda mancha que os agobia en vuestro sendero; mas sumiso y obediente has de ser os lo dice vuestro Padre, mis hijos benditos, para que así mismo sea Yo entregándote a manos llenas. ¡Abre vuestro corazón de par en par!, mis hijos amados, para que sea una comunicación de Espíritu a espíritu, y así mismo he de escucharte, corazones benditos.
No entres en lamentación, mujer bendita y bienamada, recordad que para morir hay que vivir y elevarse ha de ser ante mi Solio Divino y bienamado. Contemplaréis, mis hijos amados, la desolación en tu Perla Mexicana, mas así mismo, no entres en desolación… entra en oración, mis pequeños hijos, que Yo estaré escuchando desde el fondo de vuestro corazón, mas no escucharé de voz en cuello aquellos gritos y lamentos, no quiero contemplar el mesar de los cabellos, el rechinar de dientes y el correr de un lado hacia otro, sino escucharé la plegaria elevada desde el fondo de vuestro corazón y con mi Mano Poderosa elevaré tu envoltura bendita y te postraré en un mejor sendero, mis hijos benditos y bienamados.
Analiza, analiza lo que dice vuestro Padre, Congregación amada, Humanidad entera, Pueblo bendito de la Nueva Jerusalén que presente puedes hacerte ante mi Presencia amada.
Oh Pedro bendito y bienamado, ¿qué puedo esperar de ti?
Bendito y alabado seas, oh varón amado, mas en sumisión y obediencia has de ser ante el mandato Divino, y guiar a la Humanidad entera con el ejemplo, con el Sano y el Buen Consejo, oh varón bendito. No temas, y en verdad os digo, que mano dura has de tener con la Congregación amada, porque mirad y contemplad que solamente cuando sienten el dolor sois acercándose ante Mí, a suplicar y a implorar, mas así mismo cuando no sois ante aquel dolor, sois olvidándose que existo en verdad, oh varón bendito y bienamado. Mas aprende a perdonar y dulcificar vuestra palabra, mas así mismo, con mano dura has de ser. No temas, que Fuerza y Fortaleza he de traer para vosotros, en alba bendita y llena de Gracia. Tomad y llevad, varón amado, levante vuestra calza y sigue a tu Maestro.
Benditos y alabados sean todos y cada uno de vosotros, oh Humanidad entera. Benditos sean en verdad, porque acercándose han sido de grande manera.
Mas en verdad os digo, que no os lamentéis por lo que vuestras pupilas materiales han de contemplar, sino ocupéis en verdad, corazones de buena voluntad, porque grandes cosas vendrán, unas malas y otras buenas, en verdad os lo dice vuestro Padre; no entréis en lamentación con las malas, sino ocúpate de ellas y maravilla tus pupilas de las buenas que he de entregar para vosotros.
Analiza lo que dice vuestro Padre, Humanidad entera y bendita, mas así mismo, llenándote de Luz y Gracia he de ser en todo momento y en todo instante. No temas por lo que a tu calza has de encontrar, aquel pedrusco y aquel espino lo estaré apartando de grande manera, para que sigas tu sendero adelante, mas tiende de tu diestra a aquel que lo necesite, corazones de buena voluntad.
No te he dicho en ningún momento que entregas aquella monedilla a todo aquel paso que puedas encontrar, sino aquella de tu pupila espiritual ha de contemplar quién de verdad lo necesita y no a solo aquel que vive de ello, corazones de buena voluntad.
No temas jamás de mi Voluntad amada, que todo será para el bien de la Humanidad, que sea abriendo vuestro corazón para recibirme de grande manera. Mas en lamentaciones se podrá encontrar aquel que se ha olvidado de las grandes escrituras de mi Esencia y de mi Presencia, ellos sí, en lamentación podrán encontrarse. Aquel que abra su Fe y su corazón, contemplará las maravillas de tu Padre Amado.
Acercadme de las Aguas, oh Pedro bendito… Bendito y alabado seas.
¡Aguas Cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser para el Bálsamo de Sanidad para la Humanidad entera!, aquel que tomare de ellas, sano y salvo ha de ser porque esa es mi Voluntad. Una gota de mi Preciosa Sangre deposito en estas Aguas. Tu ramaje… bendito seas.
Primeramente he de entregar este rocío, a tu Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. He de entregar este rocío a tus antorchas, a tus amuletos, a las florecitas que cortadas sois del Jardín de mi Madre. Este rocío ha de prevalecer en las cercanas y lejanas comarcas. Sea este rocío e los caminos y caminantes. Sea este rocío a todos los campos y campesinos que han de entregar el sustento a la Humanidad entera. Sea este rocío a vuestras armas que han de ser en Bálsamo de Sanidad. Este rocío sea entregado a las cárceles y presidos donde se han encontrado vuestros hermanos con culpa y sin ella. Sea este rocío a las altas y bajas montañas, a los mares, lagos y ríos. Sea este rocío a todos ser viviente en todo el Haz Terrenal. Sea este rocío a vuestra Congregación Amada que ha dado de las espaldas, el perdón ha de encontrarles. Sea este rocío a todos y cada uno de mis hijos, presentes y ausentes. Sea este rocío a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Tomad y llevad, que es la Voluntad de tu Jesús amado. Hecho ha sido, Pedro amado, levanta vuestra calza.
Cumplida ha sido, mi Voluntad amada, ¡oh Congregación bendita, oh humanidad entera! Pocas han sido la Parábola que he traído para vosotros, pero Yo los he escuchado de grande manera, a quienes han abierto vuestro corazón, y en verdad os lo dice vuestro Padre: No temas, no temas corazones, que siempre que tu acudas a Mí… ahí estaré.
Pero no acudas a Mí con gritos, corazones de buena voluntad, sino en plegaria y abriendo vuestro corazón y Yo te escucharé. Es más fácil que Yo escuche una simple palabra que venga de vuestro corazón, a 20 gritos que tú me des a voz en cuello, corazones de buena voluntad. Solamente inclina tu frontal y abre tu corazón, y podréis contemplarme de grande manera.
En Preparación quiero contemplarles en verdad, Congregación amada, porque han querido saltar el cerquillo que se les ha trazado y mirad aquella pequeña, que ya había contemplado para entregar mi Parábola Bendita, ha tomado el camino equivocado; quiere ella ser líder, quiere ella mandar, mas así mismo, mientras no se apacente en un solo lugar, solo oscuridad ha de traer. Mas el perdón Yo le entrego, oh Humanidad entera.
Mas aquellos de mis hijos que prefieren lo material, bendecidos también han de ser, pero será aquello que logren como aquel humo que se esfuma en instante. Mas aquello que Yo les entrego en estos momentos, será eterno, mis pequeños hijos.
Yo os pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Benditos seais, que por vuestra conformidad Yo le entrego a manos llenas: Tomad y llevad, mis hijos benditos, el Pan sin levadura, el Jergón, la Miel y la Uva, tomad y llevad la Monedilla que multiplicada será en lo material. Tomen y lleven, mis hijos benditos las Llavecitas del Trabajo, tomen y lleven mis hijos benditos, nada hará falta en su hogar, porque no es mi Voluntad.
Yo les entrego de mi Bendición: En el Nombre que Sois el Padre, en el Nombre que Sois el Hijo, y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.
No les digo el adiós porque nuevamente estaré ante vosotros.
Mi Paz sea con vosotros…
(Canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos y te entregamos el corazón…”)