Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Padre Eterno Yahveh-Jeohvah, Señor de los Ejércitos
Canalizado por: Hermana Concepción.
El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. Y heme aquí, Pueblo amado de Israel. ¿Anhelabas a tu Padre, anhelabas al Hijo, anhelabas al Espíritu Santo? Y os dice vuestro Padre, os dice vuestro Dios, os dice vuestro Espíritu Santo: ¿Qué puedo esperar de vosotros, oh Humanidad entera?
Contempla en verdad, cuánto os has hecho en el Haz Terrenal. Mas contempla en verdad, lo que haces por vosotros mismos oh Humanidad entera.
Decidme en verdad, el primero de los 22 Preceptos que han sido trazados para vosotros… Y en verdad Yo te pregunto: ¿Amas al Padre, antes que todo lo material? En verdad, ¡¡guárdate tu respuesta Humanidad entera!!, porque la respuesta la tengo Yo mismo.
¡¡Mirad y contemplad, cómo dejas a tu Padre amado a un lado por tu vida material!! Mira y contempla cómo me vais haciendo a un lado por seguir el materialismo, por seguir tu libre albedrío, y así Humanidad entera, ¡¡vienes a quejarte de lo que te asecha… vienes a quejarte de tus dolencias, vienes a quejarte de todo cuanto te acontece!!, ¡oh benditos y amados hijos… Allá vosotros!
Mas así mismo María, ¡ve y contempla a vuestros hijos benditos! Oh Jesús amado, ¡contempla a tu Pueblo bendito de Israel! Oh Elías amado, ¡contempla al ovejal amado! ¿Qué puedo esperar de vosotros? Más allá vosotros mismos…
{Canto: “Padre Nuestro que estás en los Cielos, circundado de Gloria Inmortal…”}
Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro
Canalizado por: Hermana Concepción.
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección y así a la de vuestro propio entendimiento humano.
Benditos y alabados sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y lo que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasad a tomad de vuestros banquillos, y escuchar con atención mi Consoladora Parábola.
Benditos y alabados sean los unos y los otros, ¡oh Humanidad entera, oh pueblo bendito de Israel, oh Congregación Amada, que acercándote eres en Espíritu y en Verdad! Recibiéndoos sois a los unos y a los otros, sin distinción alguna de Raza, ni Credo, ni Color, porque todos sois mis hijos y a todos os amo por igual.
Mas redímete en verdad, os lo dice vuestro Padre, porque voy recibiendo a los presentes y a los ausentes. Asi mismo, recibo en verdad a los encarnados y desencarnados que puedan asistir a escuchar de mi Consoladora Parábola porque es para vosotros mismos, mis hijos amados, para llenarte de mi Luz y de mi Gracia bendita, para saciar de vuestra sed, para limpiar y desmanchar vuestra envoltura corazones de buena voluntad.
Mas mirad y contemplad, que regocijado debe de ser vuestro coarzón, mas no atemorizado por la Parábola Bendita del Todopoderoso, sino redimiéndose en verdad todos y cada uno de mis hijos amados, todos y cada uno de mis parvulillos benditos.
Escuchad, escuchad, y abrir vuestro corazón que os contemplando sois vuestro palpitar; recordad, Congregación bendita, oh Humanidad entera, que asi mismo sois aquellos corazones de buena voluntad que habéis venido a recibir de grande manera, y conforme os he dado la Sanidad, la Paz y la Tranquilidad, son marchándose, alejándose y olvidándose de tu Jesús bendito.
Mas benditos sean aquellos que permanecen en verdad. Mas aquellos que me conocen, y que sois de mi Congregación Bendita, contempla en verdad que sois en el llamado, elevando vuestras plegarias, y pidiéndome de grande manera que vele por cada uno de vosotros, que vele por los suyos, que no les falte nada en su mesar, y todo cuanto me pides os voy dando, en verdad mis hijos benditos. ¿Y qué vas haciendo vosotros cuando hago el llamado a que asistas a mirar frente a frente a tu Jesús bendito?, das la espalda y trabulas, corazones de buena voluntad.
No es un alba, corazones benditos, en la cual os he obligado que esté aquí vuestra envoltura amada; pero en verdad os contempla, que Yo solamente te pido que cumplas el Mandato Divino, que seas sumiso y obediente que seas redimiéndote en verdad, y vosotros sois echando en saquillo roto todo cuanto os he pedido y es entregado, mis hijos a amados, y vosotros de voz en garganta me gritas y me llamas, me imploras: que no te falte nada, que te entregue a manos llenas, que te entregue de la sanidad, que te entregue de consuelo, que te entregue de la Paz y de la Tranquilidad a vuestros Hogares, que no os pase nada en las callejuelas a los tuyos, y en verdad, Yo te pregunto: ¿eres merecedor de ello mis hijos benditos? Cuando un alba te pido que estés en el banquillo y así mismo el banquillo lo contemplo vacío, porque ni tu propio espíritu se encuentra presente, porque anda en el libre albedrío al igual que tu carnecita, corazones de buena voluntad.
En verdad os digo, mis hijos benditos y bienamados, en este Haz Terrenal se ha de quedar vuestra envoltura, pero tu ser espiritual no prevalece a este Mundo, ha de trabular y cuentas claras y precisas me ha de entregar, y limpio y puro como Yo lo he dejado lo quiero contemplar.
Apártate del libre albedrío, aparte de vuestros malos pensamientos, aleja todo cuanto acontece a vuestro alrededor, olvídate de amar el materialismo, aléjate de sentir apegos porque nada te pertenece, todo cuanto posees es prestado por cierto límite de tiempo, no sientas apego por lo material, no sientes apego por lo que posees, no sientas apego por tu pareja, no sientas apego por tus vástagos, no sientas apego por nada mis hijos benditos y bienamados, porque nada te pertenece.
Así mismo os dice vuestro Jesús: ¡Ámate a ti mismo y ama a los demás! Mas no sientas aquel apego, porque así mismo te encontrarás en lamentación. Contempla el transitar de tus pasos, contempla cuánto cargas en vuestras espaldas, contempla cuánto fango has pisado, contempla todo cuanto acontece a vuestro alrededor… ¿y tú me recriminas: por qué mi Jesús, por qué sufro tanto, porque siento este dolor, por qué siento este malestar, por qué siento esta tristeza que me agobia, por qué me va mal, por qué no me rinde el denario…? y de todo me culpas a Mí.
Contempla en verdad, quién es el culpable de todo cuanto os acontece, mas no me eches culpa de lo que no me corresponde. Analiza todo lo que has hecho, desde el primer instante en que pisaste el Haz Terrenal, analiza cada momento de tu vida, analiza cuánto has cuidado lo que te he entregado: Te he entregado tu espíritu, te he entregado tu ser, te he entregado una envoltura… ¿has cuidado de tu espíritu? Yo te pregunto: ¿has alimentado vuestro espíritu?, alimentas vuestra carne mas no alimentas vuestro espíritu; cuidas vuestra carne, mas no cuidas vuestro espíritu. Aún digo “cuidas vuestra carne” porque también es a medias, porque contempla en verdad que aún siendo prestada no eres cuidándola del todo, mas no te quiero contemplar en lamentación –mis hijos benditos y bienamados– cuando no has sabido cuidar todo cuanto se te ha entregado.
No me recrimines a Mi, ni a mi Mundo Espiritual de todo cuanto os aconteces, si tú eres el único culpable de tus malestares. Dime en verdad ¿qué has hecho para procurar tu espíritu limpio y puro? Dime en verdad, qué has hecho para que tu envoltura se encuentre en sanidad, si no la has sabido cuidar, ni procurar, ni mucho menos amar, porque no te amas ni a ti mismo… entonces por qué me dices que puedes amar a alguien más. Si no te puedes amar a ti mismo, entonces no puedes entregar amor a los demás. No seas tan egoísta y ámate un poco, cuida de tu envoltura para que pueda estar bien vuestro espíritu.
Aliméntate de mi Luz y de mi Fuerza. Yo te entrego el Agua de Vida, ¿cómo vas a alimentarte?, os te doy la respuesta: En oración deben contemplarse todos y cada uno de vosotros. Mas qué es para vosotros la oración… No es abrir un librillo y ponerse a leer y leer y leer. Ni tampoco es pedir a manos llenas lo que no ha de llegar para vosotros. Analiza cada una de mis Plegarias, mis hijos benditos y bienamados, porque siempre cuando se te dice “eleva una oración” lo primero que eres diciendo es “que no me falte nada”… ¿cuándo te ha faltado algo, mis hijos benditos?, si siempre voy a vuestro lado, ¡eres tú quien me hace a un lado!, Yo siempre estoy junto a ti; eres tú que apresuras el paso para dejarme atrás, eres tú quien caminas por el sendero oscuro para no contemplar mi Luz, eres tú quien da el paso equivocado para que no sea Yo tomándote de la mano y sacándote adelante.
Siempre estoy a tu lado, mis hijos benditos, mas en verdad contempla que eres tú quien me da la espalda, eres tú quien me rechazas, en todo momento y en todo instante estoy junto a ti; mas no puedo obligarte a que tú estés junto a Mí. Por ello dejo al libre albedrío, aquel que quiera estar junto a Mí será recibido con los brazos abiertos, mas aquel que quiera darme de la espalda mi Bendición le he de entregar, mis hijos amados.
No temiendo sean en verdad; mas de vosotros depende que mi Luz prevalezca entre vosotros o sea apartada y alejada. No quieran engrandecerse, mis hijos benditos, y en preparación os quiero contemplar, porque aún empiezan a dar de los primeros pasos y ya quieren correr. Mucha preparación os falta a todos y cada uno de vosotros, Congregación Bendita y bienamada, porque no sabes salir adelante por vosotros mismos y quieres sacar adelante a los demás. Analiza, analiza primero lo que está en ti para que puedas dar a los demás.
Mira en verdad, quisieras comerte al Mundo de un solo bocado, mas aún estás en pañales mis hijos benditos. Espera y aguarda, todo a su tiempo. Mas en verdad analiza todo cuanto te vengo a decir, porque todo quieres hacer en un solo instante; porque con decir “Padre Nuestro”, piensas que ya te sabes toda oración, mas no es así mis hijos benditos. Debes preparar primero tu envoltura, tu gargantilla y aprender a salir adelante para que puedas poder sacar adelante a tu semejante y hermano. No quieras correr cuando empiezas a caminar.
Lustro bendito en el cual mi Aposento es entre vosotros. En un alba bendita más, alba bendita primicia del mes de abril del año del hombre 2019, en la cual se engalana tu mesar con aquellos manteles, tan largos, blancos y blanquecinos, en el cual bendecidos son los ricos manjares que posees para todos y cada uno de mis Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines, Mundo Espiritual y el Mundo Material. Bendito y alabado seas, porque en multiplicación he de entregar a todos y cada uno de vosotros, que una monedilla depositaste para entregar a vuestros hermanos; que sea de corazón, mis hijos benditos.
Mas así mismo, corazones de buena voluntad, son ya tantos lustros y no veo avance entre vosotros, Congregación amada, contemplo sus palmos vacíos. Mas en verdad os digo, que contemplo más en aquel que no se encuentra presente constantemente, que en aquellos que están al pie y al día. ¿A cuántos y cuántos de mis hijos benditos de vuestros hermanos amados, has entregado el sano y el buen consejo? ¿A cuántos de vuestros hermanos te has quitado el abrigo y se los has entregado? ¿A cuántos de vuestros hermanos te has quitado el bocado de vuestros labios y lo has entregado…? Benditos sean mis hijos amados.
Mas no temas, que aún no es el alba de recriminar, no ha llegado el momento de pedir las cuentas claras y precisas, pero analiza analiza Humanidad entera, ¿qué es lo que esperas para vosotros, qué es lo que esperas de tu Jesús bendito?, si todo cuanto me ha pedido lo he entregado. Todo te ha sido entregado en charola de plata, mas vosotros mismos sois quien depositándolo sois en saquillo roto.
Pedro amado, hacedme presente a tu Congregación.
Benditos y alabados sean, oh mis hijos amados. Limpiando y desmanchando he de ser a todos y cada uno de vosotros. Mas en cumplimiento has de ser porque así lo prometiste a tu Jesús amado, que no darías de la espalda ni un solo momento, ni un solo instante, que no matarías ser vivo en el Haz Terrenal porque ensuciarías vuestros palmos. Contempla en verdad vuestra Luz, no la opaques con vuestras acciones: Así sea el insecto más vil que vosotros puedas contemplar, no le arrebates el existir, mis hijos benditos y bienamados. Contempla en verdad mi Luz y mi Gracia Divina, aliméntate de mi Ser y toma el Agua de Vida que Yo te entrego Congregación amada.
Mas así has de encontrarte en preparación porque no has dado un solo paso hacia adelante sino que vas en retroceso. Contempla vuestros palmos, vanos sois en verdad. Quita el mal palabrerío de vuestros labios, llénate de mi Luz y de mi Gracia.
Josué bendito y bienamado, te elevo al Primer Escalón y allí permanecerás hasta que sea mi Voluntad de subir uno más. El primer peldaño es para ti, oh mi bendito hijo. Toma y lleva, que la Fuerza y la Fortaleza y la Gracia Divina sea contigo. Sigue adelante, porque aún con las plegarias que vas depositando para mis hijos suficiente es para que seas saliendo adelante; con todo aquello, aún cuando sea lo que vosotros llamáis tecnología, vas ayudando a tu semejante y hermano, bendito eres, y por ello porque nunca ha faltado tu buena voluntad y tu fe, es porque te subo al Primer Peldaño. Lleva mi Luz, mi Fuerza y mi Fortaleza, oh mi pequeño amado.
Para vosotros, mis pequeños benditos, en preparación los quiero contemplar todo y cada uno de vosotros. No echéis en saquillo roto, todo cuanto poseo para vosotros. Tomen y lleven mis hijos benditos: que la Luz, la Gracia, la Fuerza y la Fortaleza sea para todos y cada uno de vosotros. Levanten vuestra calza y sigan a tu Maestro.
Oh Pueblo amado de Israel, jamás teman de mi Luz, jamás teman de mi Fuerza y de mi Fortaleza porque todo es para vosotros. Abre vuestro corazón, Pueblo bendito de Israel, contempla en verdad que estamos en un Tercer Tiempo y este Tiempo ya no es de libros, ya no es de sinagogas, ya es de Espíritu a espíritu la comunicación. ¡Abre vuestro corazón, eleva vuestro espíritu y ahí me escucharás y contemplarás de grande manera! Ten Fe, mis hijos benditos y bienamados, y todos tus problemas serán apartados. Mas no me llames a gritos, porque no te escucharé. Tómate solo un instante de tu tiempo y abre tu corazón de par en par y contemplarás de mis maravillas. Mas si tú me pides a gritos, Yo me haré del oído sordo, mis hijos amados; no quiero contemplar el rechinar de dientes, el mesar de cabellos ante las intemperies de los tiempos. Contempla en verdad todo cuanto acontece a vuestro alrededor; vendrán grandes cosas que en verdad vosotros mismos no querrán contemplar, pero escrito está y cumpliéndose ha de ser conforme es la voluntad del Padre Eterno, mas no estéis mis hijos benditos en aquella lamentación. Aún estás a tiempo de redimirte, aún estás a tiempo de limpiar y desmanchar, aún estás a tiempo, mis hijos benditos, de salir adelante; no quieras correr, sino esperar y aguardar y en plegaria debes contemplarte, para que así mismo mi Luz te sea protegiendo, mis hijos amados. ¿Habéis entendido mi Plegaria? Benditos sean.
Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?
Bendito y alabado seas, oh Pedro amado. Mas cuentas claras y precisas me has de entregar de tus Congregación bendita, porque te la he confiado, y no he visto avance alguno en ellos. Mas bendito eres en verdad, que Yo he de entregarte Sabiduría y Entendimiento, para que sean saliendo adelante todos y cada uno de vosotros. Mas en preparación, en preparación, Pedro amado; sé que no culpa tuya es por completo, pero sí debes de ser con más mano dura, porque contempla en verdad que sois acudiendo cuando ellos quieren y no cuando es mi Mandato Divino, mas después estarán en lamentación y querrán enconrtar un culpable, y ese culpable para ellos seré Yo. Mas no temas Pedro bendito, Fuerza y Fortaleza he de entregarte, Sabiduría y Entendimiento. Mas en preparación todos y cada uno de los tuyos. Toma y lleva, Pedro bendito.
Hacedme presente de vuestras Aguas. Bendito seas.
Aguas Cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad –una gota de mi Preciosa Sangre–, y aquel que tomare de ellas, Sano y Salvo ha de ser porque esa es mi Voluntad. Tu botón, por Caridad… Bendito seas.
Sean estas Aguas, primeramente entregadas a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío entregado a vuestras estatuillas. Sea este rocío entregado a vuestras aguas que convertidas han de ser en Bálsamo de Sanidad. Sea este rocío entregado a vuestras monedillas que en multiplicación ha de ser. Sea este rocío a vuestras antorchas que iluminarán vuestro sendero. Sea este rocío a vuestras lejanas y cercanas comarcas. Sea este rocío entregado a los mares, lagos y ríos, sea este rocío depositado a las altas y bajas montañas, sea este rocío a los campos y campesinos, que no falte para el sustento de toda tu hermana Humanidad. Sea este rocío a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella, caminos y caminantes sean recibiendo de grande manera de mi Bendición bendita. Sea este rocío a los Pedestales benditos que en preparación puedan encontrarse para la manifestación de mis Seres de Luz. Sea este rocío a tus hogares y a quienes habéis dejado en ellos. Se este rocío a todos los de vuestra sangre, que sean llegando con bien a nuestro destino. Cumplido ha sido Pedro amado. Levantad vuestra calza.
Benditos y alabados sean, mis hijos amados, cumpliendo un alba más en la cual mi Aposento es con vosotros, en Espíritu y en Verdad, crea el Hombre o no lo crea, tu Jesús amado en Espíritu y en Verdad es entre vosotros. Mas así mismo, contempla en verdad, mis hijos benditos, que si abres vuestro corazón y me pides con Fe, todos vuestros problemas, malestares, angustias, tristezas y dolor han de desaparecer, mis hijos benditos y bienamados. Asi mismo os dice vuestro Padre: Llénate de mi Luz, Sabiduría y Entendimiento mis hijos amados. Mas contemplando has de ser al Mundo Espiritual que así mismo estará junto a vosotros compartiendo aquellos ricos alimentos: Limpiando y desmanchando esos frutales que has hurtado del huerto del Edén, para que sean de sanidad para todos y cada uno de vosotros. Benditos y alabados sean, todos y cada uno de mis hijos, que en multiplicación he de ser a todos y cada uno que depositaron el denario para hacer esto presente.
Yo os pregunto en verdad, ¿habéis quedado conformes? Benditos sean, que por vuestra conformidad Yo les entrego a Manos Llenas: Tomad y llevad del Pan sin Levadura, del Jergón, de la Miel, de la Uva; tomen y lleven mis hijos benditos de esta monedilla que multiplicada ha de ser en lo material; tomen y lleven las llavecitas del trabajo que entregadas han de ser para abrir las portezuelas de par en par; tomad y llevad, mis hijos benditos, que nada faltará en vuestro hogar porque esa no es mi Voluntad.
Tomad y llevad de mi Bendición: En el Nombre que Sois el Padre, en el Nombre que Sois el Hijo, y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.
Mi Paz, sea con vosotros.
{canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…”}