Cátedra Julio 2018

Cátedra Julio 2018

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas, mis hijos benditos, y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección, así a la de Jacob y de allí a vuestro propio Entendimiento Humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este bendito redil sacrosanto. Tomando sean de tu banquillo Humanidad entera, Congregación Amada, para escuchar mi Parábola Bendita de Amor para vosotros.

Benditos y alabados sean, los unos y los otros que recibiéndoles sois a todos por igual, sin distinción alguna de raza, ni credo, ni color, porque todos sois mis hijos y a todos os amo por igual.

Bienaventurados los que pueden hacerse presentes porque recibirán de grande manera de su Padre Amado. Bienaventurados los que escuchan, porque así mismo escucharán el cantar de las aves, mis hijos benditos, y a la campana sonora han de venir a escuchar.

Benditos y alabados sean, aquellos que en ausencia puedan encontrarse, mis hijos benditos, sea llegando hasta donde se encuentran mi Bendición Amada. Si tu así mismo deseas que me sean escuchando, traedlos con el pensamiento y recibirán de grande manera, mis hijos benditos y bienamados.

Qué no puede hacer el Padre, qué no puede hacer el Hijo y qué no puede hacer el Espíritu Santo, por estos de sus vástagos amados. Así mismo, como tú eres recibiendo, recibirán aquellos que me haces presentes, mis hijos benditos y bienamados.

Mas mirad y contemplad, que mi voz es una sola, como así mismo el sol es para todos, como así mismo todos y cada uno de vosotros contemplando eres las estrellas, como así mismo el mar, los ríos, mis hijos benditos, todos toman de él y es para todos vosotros; así mi voz y mi Parábola Bendita, mis hijos amados, es para todos y cada uno de vosotros, presentes y ausentes. Mas vosotros que se encuentran en espíritu y en carne propia ante Mí, han de recibir de grande manera, mis hijos benditos y bienamados.

Mira y contemplad, y amad todo cuanto posees mis hijos benditos; contempla todo lo que es hecho para vosotros y no seas en su destrucción, mis hijos amados. Contempla vuestro hogar, esas cuatro paredes que cuánto esfuerzo forjaste para ti mismo y para los tuyos, ¡ámalos en verdad! Ama el alimento que ha de ser el sustento para tu envoltura, ama tu envoltura y cuídala mis pequeños benditos.

Contempla a aquel que se siente en el dolor y es tomando aquel medicamento. Agradece también porque es hacia ti llegando ese medicamento, mis hijos benditos y bienamados.

No quiero contemplar grandes filósofos, ni grandes científicos, mis hijos benditos, quiero contemplar la sutileza en vosotros y la sensibilidad, mis hijos benditos y bienamados. Sé sutil y sé sensible, sé como aquella inocencia, que con un juguete tú le haces creer que son aquellos reyes, magos del oriente, quienes son trayéndoles aquellos juguetes, y las inocencias lo creen, mis hijos benditos. Aquellos reyes existen, mas no para traer aquel juguete que hace tan feliz a una inocencia, y aún así la inocencia es feliz y lo cree, y vosotros por qué no creed en tu Jesús Amado si sabes que existe en verdad, por qué no creed que puedo darte felicidad, que puedo limpiar y desmanchar vuestra envoltura, que puedo apartarte del pecado, que puedo apartarte del fango en el que te encuentras; por qué no creer que eres valeroso, que eres hermoso por existir, por qué no creed que eres tú mismo, que eres grande y poderoso , mis hijos benditos, porque así quiero contemplarte en verdad.

Por qué no creed que puedo perdonar tus errores, y no puedes perdonarte a ti mismo, mis hijos benditos. Aprende a perdonarte a ti mismo, de todos y cuantos errores has cometido, aprende a perdonar a tu semejante; contempla en verdad cómo eres acechado por aquel que se deice tu amigo y por aquel de tu enemigo, y por qué no eres en verdad perdonándote a ti mismo mis hijos benditos. Perdónale te dice tu Jesús Amado, y perdónate a ti mismo, para que seas perdonado por Mí, mis hijos benditos y bienamados. Si Yo te perdono, por qué no eres perdonándote a ti mismo.

Contempla el reflejo de ti mismo, mis hijos amados, no eres más de lo que tú quieres ser, porque si tu quieres crecer, crecerás mis hijos benditos; no eres más de lo que tú quieres ver, porque al mirar a vuestro espejo, dices y contemplad solamente tus defectos, mas no contemplas tus virtudes, mis hijos benditos. Son más vuestras virtudes que vuestros defectos, y si Yo te acepto tal cual eres, por qué no te aceptas tú mismo, mis pequeños benditos.

Aleja tus prejuicios, mis hijos benditos, y ámate en verdad tal como eres, mis pequeños amados. No veas tus defectos, sino ve tus virtudes y sé mejor cada día. No esperes que los demás sean siendo mejores, porque así mismo, no saldrás tu adelante. Sé mejor tú cada día, sin esperar nada de los demás, mis hijos benditos y bienamados. Sé como aquella mariposa, se como aquella rosa, que sois como su fragancia iluminando y aromatizando todo cuanto os rodea, por qué tu no puedes ser tan bello como esa mariposa, y tan fragante como la rosa, mis hijos benditos, cuando puedes hacerlo en verdad. Ilumina todo cuanto rodea, con tu sola presencia, ilumina tu hogar, tu mundo, tu envoltura, mis hijos benditos, y ámate en verdad como Yo os amo, mis hijos amados.

No haced caso omiso a mi Parábola Amada, porque todo cuanto vengo a entregarte, mis hijos benditos es una carga para vosotros, mis hijos amados, y sentirás la pesadez en vuestras espaldas en vuestros hombros si no te deshaces de todo aquello que no es para ti, mis pequeños benditos. Analiza, analiza en verdad, lo que tu Jesús Amado trae para vosotros.

Oh mi pequeña bendita, que trabulando eres en verdad, como aquellas aves de flor en flor, en verdad os digo: en preparación quiero contemplarte, corazón amado, porque un pedestal has de ser de mi Casa Bendita de oración, porque por ti he de comunicarme cuando llegado sea el momento, y por que así mismo, tomarás banquillo para las divinidades cuando así mismo sea el momento indicado. Mas en preparación quiero contemplarte. Apartad la blasfemia, apartad el falso miraje, apartad el falso testimonio, mis hijos benditos; que no sea saliendo de vuestro labios la mentira y la falsedad, porque contempla en verdad que eres blasfemando ante tus hermanos, mas no así ante tu Jesús amado, porque Yo contemplo en verdad lo que a tu alrededor puede, puede suceder, mis hijos benditos y bienamados.

No temas jamás de mi Luz, mis hijos amados, porque mi Luz ha de guiar en su sendero. No temas tampoco de la Oscuridad, porque si tú así mismo Fe grandes llevas en Mí, Yo os daré en ese instante el Faro Luminoso para que ilumine tu sendero y puedas transitar sin ningún problema, sin ningún tropiezo, mis hijos benditos. Mas así mismo, ámate, os lo dice vuestro Padre, y sigue adelante en el sendero sin tropiezo alguno, mis hijos amados.

No temas, corazones de buena voluntad, por la decisión que has de tomar en esta alba bendita llena de Gracia. Iluminaré tu cerebro y cerebelo, iluminaré tu corazón, para que sea abriéndote la portezuela lo que has de decidir, mis hijos benditos y bienamados, para que no seas abriendo la portezuela del error, sino la de la verdad , mis hijos amados.

Qué puedo esperar de tí, Pedro bendito.

Bendito y alabado seas, Pedro amado, porque el perdón ha de ser para ti y para los tuyos y así mismo sano y buen consejo llevarás para ellos, mi pequeño bendito. Sabiduría y Entendimiento Yo entrego a tu cerebro y cerebelo, y toco de vuestro corazón; así mismo te entrego en grandeza para ti y para los tuyos, que nada faltará en vuestro hogar. Mas sé sumiso y sé obediente ante el Mandato Divino, y no seas dando falso testimonio, sino la verdad a lo que contemplas, en verdad os digo, porque será de grande manera tu miraje, pero entregarás todo cuanto es mi Voluntad. Toma y llevad, oh Pedro amado. Fuerza y Fortaleza y seguid adelante. Bendito seas en verdad.

Oh Josué bendito, no temas, porque tropiezo has de llevar, pero allí estaré Yo para tomarte de mi Mano y sacarte adelante. Guía tu calza a la Luz y a la Gracia; mas tomad y llevad, oh bendito, porque contemplo tu corazón cuan grande es verdad, que quisieras hacer más de lo que puedes, y por esa bondad, Yo te multiplico para ti y para los tuyos. Tomad y llevad, oh bendito.

Benditos y alabados sean los corazones de buena voluntad, que así mismo sois quitándose el pan de la boca, para entregarlo a su semejante y hermano. Analizad cada una de las letras de vuestras alabanzas, y encontraréis gran verdad en ellas; no solamente las cantéis por cantarlas, sino analiza, si escritas están es para que les tomes en cuenta, mis hijos benditos, y no nada más para que salga de dientes para afuera, para ver quién canta más fuerte. Contempla mis aves, cómo es su trinar, unos hermosos y otros no tan melodiosos a vuestro oído, pero cada uno posee lo suyo. Así vosotros, mis hijos benditos, analicen la letra y no su voz y su gargantilla, a ver cuál suena más fuerte, corazones de buena voluntad, sino cada una de la letra tiene un por qué, mis pequeños amados.

No lamenten jamás, lo que pase a vuestro alrededor para vosotros mismos, sino lamenten lo que pasa para vuestro hermanos, porque a ustedes que me conocen que saben que estoy aquí, los tomaré entre mis brazos, y los llevaré a la Luz y a cubrirles de la intemperie de los tiempos. Pero aquellos que dudan de mí, no sabéis lo que os ha de esperar, porque no saben abrir su corazón para recibirme de grande manera. Pide por ellos el perdón, la Fuerza y la Fortaleza, mis hijos benditos.

Acercadme de vuestras Aguas, Pedro amado. Bendito y alabado seas.

Aguas Cristalinas, que traidas del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad, porque esa es mi Voluntad. Derramo una gota de mi preciosa sangre, y sano y salvo será quien tomare de ellas. Vuestro ramaje, por caridad. Bendito seas.

Derramadas han de ser Aguas Benditas, Aguas Cristalinas, primeramente en vuestra Escala, símbolo de Perfección. Sea derramado a los mares, lagos, ríos. Sea derramada a las calles y callejuelas, a niños y caminantes. Sea derramado este rocío a todos los cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos, con culpa y sin ella. Sea derramado este rocío a los campos y campesinos, que han de traer el sustento para la Humanidad entera. Sea este rocío derramado a tus aguas, a tus antorchas,a tus aceites, que será usado todo para el bien y no para el mal. Sea este rocío a tus estatuillas y amuletos, que todo será para bien y no para el mal. Sea este rocío a todo ser viviente del Haz Terrenal. Sea este rocío derramado de grande manera a toda tu Hermana Humanidad, con culpa y sin ella, a los hospitales donde se encuentran aquellos de mis hijos en el lecho del dolor. Sea este rocío derramado a todos y cada uno de los presentes y ausentes. Sea derramado este rocío a vuestros hogares, a los que habéis dejado en ellos, sea este rocío a mis pedestales benditos. Luz y más Luz será para todos y cada uno de vosotros. Hecho ha sido, Pedro amado.

Benditos y alabados sean, mis hijos. contempla en verdad, a aquel alimento que has de llevar a vuestros labios. No temas acercarte al mesar a recibir de aquel alimento, porque saciará tu hambre y llenará tu envoltura. Corazones d buena voluntad. Contempla el Agua de Vida que te ofrezco, para saciar vuestra sed. Mis hijos benditos y bienaventurados. contempla en verdad, que aparto el ropaje hecho jirones para postrar en ti el ropaje engalanado. Aparto tu sandalia, para postrar, corazones de buena voluntad, primeramente a tus calzas, el Bálsamo que ha de curar tus heridas, por tanto andar mis pequeños benditos, y postrando voy a ser la sandalia espiritual, que ha de guiar tu sendero por el buen camino, mis pequeños amados. Contemplando eres en verdad, mis hijos benditos, todo cuanto alrededor puede encontrarse para ti, todo es tuyo, porque lo he hecho para vosotros, cuídalo en verdad, os lo dice vuestro Padre.

Aliméntate y alimenta a los tuyos con amor, mis hijos benditos. Nada faltará en vuestro hogar, porque no es esa mi Voluntad, mis pequeños amados. Toma la mejor de las decisiones, no pienses solo en ti mismo, sino piensa en tu Hermana Humanidad, en todos y cada uno de los que te rodean, principalmente en los tuyos. corazones de buena voluntad.

No detengas tu calza, ni mires hacia atrás; ve firme en el sendero, y fuerte como el roble, mis pequeños amado. Contempla a los tuyos, contempla qué les hace falta, y llámame que allí estaré para ayudarte, corazones de buena voluntad.

Yo les pregunto: ¿estáis conformes? Benditos y alabados sean, que por vuestra conformidad Yo les entrego a manos llenas, del pan sin levadura, del jergón, de la miel y de la uva. Tomad y llevad, mis hijos benditos, estas monedillas que multiplicadas han de ser en lo material. Tomen y lleven, mis hijos benditos, de las llavecitas del trabajo, nada faltará en vuestros hogares, mis hijos benditos. Aparta el egoísmo, aparta la vanidad, sé sutil –mis hijos benditos–, se sensible y sé humilde, os lo dice vuestro Padre, mis pequeños amados.

En esta alba bendita llena de Gracia, alba primicia del mes de julio, del año del hombre 2018, en que mi Prescencia es ante vosotros, mi Fuerza y mi Fortaleza os dejo, en cada uno de vosotros. Mi Paz y mi Tranquilidad a vuestros corazones, Sabiduría y Entendimiento a sus cerebros y cerebelos, corazones de buena voluntad.

No les digo el adiós, porque pronto estaré de retorno ante vosotros. Os dejo mi Paz, en el Nombre que Sois el Padre, el Hijo y la Luz bendita del Espíritu Santo, mis hijos amados.

La Paz, sea con vosotros.

(Canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…”)