Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro
Canalizado por: Hermana Concepción.
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob y de allí a vuestro propio Entendimiento Humano.
Bienvenidos sean los que vienen por primera vez, los que vienen por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.
Pasando a tomar sus banquillos sean, Humanidad entera, oh Congregación Bendita.
Benditos y bienaventurados sean, los que son acercándose en esta bendita alba llena de Gracia: Alba primicia del mes de diciembre, del año del hombre 2018, en la cual termina un ciclo más, mis hijos benditos y bienamandos.
Mas mirad y contemplad el jardín al cual has venido a seguir a tu Maestro. Ni desistas a seguir a tu Jesús amado. Contempla en verdad, y sigue mi calza, contempla que traigo al Edén, al Jardín en el cual has de encontrar aquellos árboles frutales que saciarán vuestra hambre. Has de contemplar en este Jardín los pastizales, las flores, las aves y todo aquel animalillo que es viviente como vosotros. Mas sigue mi calza y aliméntate, que todo cuanto hay en este lugar es para vosotros. Sacea vuestra hambre con aquellos frutos, saca vuestra sed con el Agua de Vida que Yo te ofrezco en esta alba bendita llena de Gracia.
Bendito eres en verdad, oh corazones de buena voluntad, porque bien lo dijeron, así estuviese uno o dos reunidos en mi Nombre presente estaré ante vosotros para entregar Sabiduría y Amor a vuestro corazón y vuestro cerebro. Benditos sois los que se acercan a recibir de grande manera, mas benditos sois los que se quedan en el letargo y no sois levantando vuestra calza para acudir al llamado de tu Jesús Amado. Mas bendecidos sean aquellos que quisiesen estar aquí, y no pueden hacerlo, mas benditos sean los que se olvidaron de acudir al llamado. Yo os recibo a todos por igual, sin distinción alguna de raza, de credo, ni color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual, a buenos y malos; porque no existiría la Luz sin la Oscuridad, ni la Bondad sin la Maldad. Benditos y bienaventurados sean porque les entrego el libre albedrío, mas vosotros deciden el camino a seguir. Benditos sean, los que han elegido seguir este sendero a donde los he traído para que sean llenándose del Fruto y llenándose del Agua de Vida. Contempla los manjares que poseo para vosotros, nada faltará porque no es mi Voluntad Humanidad entera.