Cátedra 1 Diciembre 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria y Paz a todos y cada uno de vosotros.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este bendito Redil Sacrosanto. Tomad de vuestro banquillo Humanidad entera; tomad de vuestro banquillo Congregación amada y escuchad con atención mi Consoladora Parábola que en alba bendita he de traer para vosotros.

Alba bendita llena de Gracia, alba primicia del mes de diciembre del Año del Hombre 2019, en el cual mi Aposento es con vosotros y para vosotros, corazones llenos de humildad, han de abrirse de par en par para escuchar mi Consoladora Parábola.

No cerrando han de ser a la Luz y a la Verdad, mas no sellando sean tampoco de vuestros labios, para pedir e implorar –mis hijos benditos y bienamados–, mas sean los unos y los otros, firmes al desapego.

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Cátedra 1 Octubre 2019

Cátedra de Conmemoración: Arcángeles San Miguel, San Gabriel, San Rafael. Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección, así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados ya sois en este Bendito Redil  Sacrosanto.

Pasad y tomad de vuestro banquillo, Humanidad entera, y escuchad con caridad mi Consoladora Parábola.

Benditos y bienamados sean los unos y los otros, porque recibiéndolos sois con los brazos abiertos de par en par, sin distinción alguna de raza, ni credo, ni color porque todos sois mis hijos; buenos y malos, y a todos os recibo por igual.

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Cátedra 1 Septiembre 2019

Cátedra de Conmemoración: Aniversario de la entrega de los 22 Preceptos. Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, por la Gracia Divina del Todopoderoso . Heme aquí entre vosotros, Humanidad entera, que Yo les doy de la bienvenida a todos por igual: a buenos y malos, sin distinción alguna de Raza, ni Credo, ni Color, porque Yo vengo a recibir  a todos por igual, mis hijos benditos y bienamados.

Tomad de vuestro banquillo, y escuchad mi Consolador Parábola. Crea el Hombre o no lo crea, Jesús en Espíritu y en Verdad es entre vosotros. Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este bendito Redil Sacrosanto.

Limpiando y desmanchando he de ser cada una de sus envolturas, desde su crisma y hasta su calza, mis hijos benditos y bienamados.

No os lamentéis por todo lo que os acontece, mis hijos amados, en preparación he de contemplarles mis pequeños. Mas así mismo contemplo a todos y cada uno de vosotros y en verdad os dice vuestro Jesús, que mi Obra no es una religión, mis hijos benditos. Así mismo eres libre de creer o no creer, mis pequeños amados. Mas heme aquí ante vosotros en Espíritu y en Verdad, en esta bendita alba llena de Gracia: alba primicia del mes de septiembre, del año del Hombre dos mil diecinueve, en la cual mi Aposento es ante vosotros recibiéndolos de grande manera para entregarles todo lo que he traído para cada uno de vosotros. Mas abrid vuestro corazón Humanidad entera, Pueblo bendito de Israel, para tener una comunicación de Espíritu a espíritu. No quieras contemplarme con tus ojos materiales, contempla en verdad mi Esencia ante vosotros. Para ti que gimes y lloras, el Consuelo te entrego. Para ti que te lamentes que te falta el denario, míralo en verdad en tus palmos: multiplicado siete veces siete, porque esa es mi Voluntad. Para ti que te lamentas porque las portezuelas de la labor material se encuentran cerradas de par en par, toma las llavecitas del trabajo y abre esa portezuela, mis hijos benditos y bienamados. Limpiando y desmanchando he de ser todo cuanto me haces presente, Congregación bendita y Pueblo amado de Israel.

Qué puedes esperar de vuestro Padre, mis pequeños hijos, si te he escuchado llamarme de viva voz, si te he escuchado gritando mi Nombre y diciendo que no sois acudiendo a tu llamado,  mas en verdad Yo os digo mis hijos benditos: jamás acudiré a los llamados desesperados, jamás estaré presente en aquellos lamentos que solamente sois implorando mi Nombre, cuando vos necesitas de Mí, estaré ante vosotros cuando tu corazón esté en Tranquilidad y cuando seas abriéndolo de par en par e implores que sea acudiendo a tu llamado. Mas no me llames con desesperación, con gritos y con llantos, porque no me contemplaréis mis hijos benditos y bienamados.

Mirad y contemplad todo lo que a tu alrededor se puede encontrar, te dices dueño de todo cuanto te acontece, de todo cuanto te rodea, mas en verdad os dice vuestro Padre: todo es prestado, hijos benditos y bienamados; asi como el Sol, los vientos y las lluvias viene a ser para todos y cada uno de vosotros, asi el materialismo mis pequeños benditos, es por unos instantes en tus palmos, en tu choza, en tu regazo… Mas en un abrir y cerrar de ojos puede desvanecerse mis pequeños benditos. No digas entonces qué posees, porque llegaste a este Mundo con tus palmos vacíos, y con tus palmos vacíos he de recibirte cuando llegues ante Mi, mis pequeños amados; entonces por qué las avaricias, por qué los egoísmos, por qué las vanidades, si nada de lo que posees te pertenece, ni tus mismos vástagos, mis pequeños benditos y bienamados, todo es prestado por el tiempo en que tú te encuentres en este hábitat, mas cuando sea el llamado ante Mi, dejarás todo e irás como llegaste con los brazos vacíos, con tus palmos vanos, mis pequeños benditos y bienamados.

Rejocíjese vuestro corazón de que repartes el pan y lo compartes con los tuyos, regocíjese vuestro corazón porque vuestros sentidos están a la alerta, puedes andar y trabular por las callejuelas, pueden tus pupilas contemplar, pueden tus palmos palpar y puede tu alma sentir. Regocíjate corazones de buena voluntad, porque aún puedes andar y trabular, mas bendecidos sean aquellos que en el lecho del dolor se encuentran, benditos y alabados sean. Mas si es mi Voluntad, levantándose del camastro han de ser… mas si no, tranquilícese su corazón porque a Mi han de llegar. No te lamentes, mis hijos benditos, por lo que te ha sido arrebatado, bendíceles en verdad por lo que te han quitado. Mas así mismo, no maldigas a aquél que daño te ha hecho, eleva tu plegaria ante Mi para que sea perdonado y no sea más en el pecado, porque tanto peca aquel que te daña, como vosotros por estar maldiciendo.

Pide a mi Madre amorosa que os cubra con su Manto tachonado de estrellas, pide a Elías que sea iluminándote aquel sendero con aquella antorcha luminosa, para que no seas en el tropiezo, mis hijos benditos y bienamados. Abre tu corazón y toca con sus palmos a aquel enfermo para que sea levantándose sin dolor alguno; mas no te lamentes y no te culpes por lo que no te corresponde, mis pequeños benditos y bienamados. Y no busques donde no hallarás; no seas hundiéndote más en aquel pozo sin fondo, se saliendo adelante y contempla la Luz que Yo te ofrezco; contempla el camino que te ha sido trazado y síguelo con sumisión y obediencia, mis hijos benditos y bienamados. Labora, labora para ti mismo, para salir adelante mis pequeños benditos y bienamados.

Contempla en verdad aquella montaña en la cual subió aquel hombre encontrándose a aquel ermitaño, preguntole “¿qué estás haciendo?”; el ermitaño sentado y muy tranquilo contestó: “estoy trabajando”. Mas así mismo el hombre, incrédulo, preguntó: “Mas en qué trabajas, si te contemplo sentado y adormilado”. El ermitaño contestó: “Incrédulo, heme aquí trabajando porque sois entrenando dos halcones y dos águilas; heme aquí tranquilizando a dos conejos; heme aquí, sois amansando a un burro y motivando a seguir; heme aquí disciplinando a una serpiente y domando a un león”. Incrédulo aquel hombre volteó hacia todos lados y dijo: “Pero si yo te contemplo solo en este lugar, no veo más que tu envoltura y en pereza te puedo encontrar”. Mas así aquel ermitaño contestó: “Entreno dos halcones que sois acechando todo cuanto se le pone en frente, sin mirar si es bueno o si es malo y esos halcones son mis ojos. Entreno a dos águilas que con sus dos garras destrozan todo cuanto se encuentran a su paso y esas dos águilas son mis manos. Tranquilizo a dos conejos, los cuales transitan por todos y cada uno de los rincones, van y vienen y así mismo tranquilizo para que aunque estén en aquel dolor y en aquel tropiezo, estén en Paz y son mis pies. Así mismo, sois motivando a este burro para que sea cargando con su carga, para que desaparezca la pereza para que así mismo sea apartando del dolor, y sea en sumisión y en obediencia a la cruz que ha de cargar, y esa cruz es mi cuerpo. Así mismo varón bendito –dijo aquel ermitaño– disciplino a esta serpiente, que aún y cuando se encuentra en esta rejas tan fuertes; por instantes es saliéndose de esas rejas y mordiendo y lastimando a quien es acercándose, o a quien en lejanía se puede encontrar; disciplino a esta serpiente que es mi boca. Y por último, domando sois a este león que se cree el rey y el centro de atención; este león es mi ego. Heme aquí que no estoy solo sentado, sino estoy trabajando… ¿y tú, en qué trabajas varón?”.

Analizad con atención cada una de las parábolas de este ermitaño, Pueblo amado de Israel, Congregación amada. Mas así mismo, vosotros en qué trabajáis y así mismo no me refiero a vuestra labor material que es para el sustento de vosotros mismos. Analizad, analizad, mis hijos benditos y bienamados.

Más recordad esta alba, alba primicia del mes de septiembre, en la cual Elías postró 22 Preceptos para que los lleváses a cabo, mas Yo te pregunto: ¿Con cuántos de los 22 eres cumpliendo? Mas así mismo no me contestes, sino analízalo en verdad.

Primero, amarás a tu Dios antes que todo lo creado. Mas vosotros amáis todo lo que posees antes que a tu Dios.

Visitarás al enfermo consolándole. Cuántas veces te has acercado a los nosocomios a darles un momento de paz y de tranquilidad a vuestros hermanos. Al que tienes a un lado, lo has contemplado en desolación y le das la espalda; cuántas veces has entregado un abrazo fraternal a aquel que lo necesita.

Contempla en verdad, no retendrás lo ajeno en tu poder, y todo cuanto Yo sois entregando lo retienes para ti mismo, mis hijos benditos. Contempla cuántos de vuestros hermanos sois en desolación y sois necesitando y vosotros no sois entregando lo que Yo deposito para cada uno. Mas el perdón te vengo a entregar, mis hijos benditos y bienamados, por vuestra desobediencia… Yo te perdono. Por vuestra vanidad, por vuestro egoísmo… Yo te perdono, mis hijos benditos y bienamados.

Oh Elías, Elías bendito, contemplad a tu ovejas y cordero, contemplad y llevarlo a orillas del Río Jordán, para limpiar y desmanchar tus lanecitas, entrégales en verdad de tu Luz, anciano venerable…

 

Cátedra de Comunicación Espiritual del Pastor Elías de Tisbe, el Anciano Venerable

Canalizado por: Hermana Juana

¿Amas al Padre, amas al Hijo, amas de la Luz Bendita del Espíritu Santo? ¿Crees en el Padre, crees en el Hijo, crees en la Luz Bendita del Espíritu Santo? ¿Esperas del Padre, esperas del Hijo, y esperas de la Luz Bendita del Espíritu Santo? Heme aquí, en esta alba llena de Gracia, del año del Hombre dos mil diecinueve, del día primero de septiembre. Aquí me encuentro presente, lo quieran entender o no, lo quieran creer o no, aquí me encuentro en Espíritu y en Verdad, mis hijos amados.

Benditos. Yo los recibo por igual, Yo por igual los vengo recibiendo, y Yo los limpio el camino, aparto el pedrusco, las espinas, abro las portezuelas para que encuentren trabajo, les entrego las llavecitas del trabajo, bendizco las antorchas, bendizco las flores, bendizco la Escala, las cuatro paredes, sumisos y obedientes los quiero contemplar pequeños, cuando vengan a este recinto vengan pidiendo la Caridad del Padre, vengan sumisos y obedientes con Tranquilidad, con Respeto, cuántas veces Yo he venido a pedirles, pero ustedes no han sido sumisos y obedientes, vienen con asechanzas, vienen con las burlas, si ustedes piensas que eso es lo que han de recibir, esos son grandezas que han de recibir, Yo les contesto pequeños benditos, pero así les vengo diciendo que no deben de ser así. Yo quiero que haya respeto, quiero que haya Tranquilidad, porque pónganse a pensar que ustedes quieren salir adelante y así no pueden salir adelante porque el primer paso que dan vienen con asechanzas, vienen con aquellas burlas, vienen para ver nada más –pequeños– y no es mi Voluntad, pequeños benditos, ¿así cuándo van a salir adelante, así cuándo van a recibir grandezas del Padre? No pequeños, pero Yo les perdono pequeños benditos.

No me despido, sino que les digo hasta pronto…

(Canto: “Vuela suspiro del alma…”) 

 

Continúa Cátedra NSJ: Benditos y alabados sean Humanidad entera, oh Congregación amada. Pocas o muchas las parábolas benditas de Elías, pero da Sano y Buen Consejo a vosotros mismos. En sumisión y en obediencia han de ser ante el Mandato Divino, Pueblo Amado de la nueva Jerusalén. En Paz y en Tranquilidad llegad a la Casa de Oración, abriendo su corazón de par en par, para que seas recibiendo a manos llenas, mis hijos benditos y bienamados.

Oh Pedro bendito, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas, oh varón. Tomad y llevad de la Sabiduría y del Entendimiento, y saliendo adelante has de ser, más apartad ese odio y ese rencor de vuestro corazón, Paz y Tranquilidad Yo te entrego, Fuerza y Fortaleza, porque así mismo vendrán jornadas tan duras que doblegarás tu calza, pero estaré allí presente para levantarte y darte la Fortaleza que has de necesitar. Toma y lleva bendito varón, levanta vuestra calza y sigue a tu Maestro.

Así mismo, todos y cada uno de vosotros –mis hijos benditos– limpiando y desmanchando he de ser, desde vuestro crisma y hasta vuestra calza. Toco vuestro corazón porque lo escucho palpitar de grande manera, algunos sois abiertos para recibir mis dones y otros se cierran a la par, para que así mismo sean en comunicación de Espíritu a espíritu con tu Jesús bendito. Mas Yo así mismo les entrego a presentes y ausentes de mi Paz, de mi Amor, de mi Regocijo bendito. Nada os faltará, porque no es esa mi Voluntad: Pídeme de grande manera y Yo te estaré escuchando, pídeme abriendo vuestro corazón y allí estaré con vosotros; mas nuevamente lo digo: no me llames a gritos, porque no te escucharé, porque este es el momento y este es el instante mismo en el cual debes abrir vuestro corazón, y pedirme de grande manera, mas no temas, porque cuanto todo que me solicites será concedido, mientras tengas Fe y abras vuestro corazón.

Hacedme presentes vuestras aguas, Pedro amado. Bendito seas.

Aguas cristalinas que traidas sois del Río Jordán, las limpio y las desmancho y aparto todo cuanto no les pertenece, todo lo superfluo y malo será alejado de estas aguas, y convertidas en Bálsamo de Sanidad. Aquel que tomare de ellas, sano y salvo será… porque esa es mi Voluntad. Una gota de mi Preciosa Sangre, cual Bálsamo de Sanidad, deposito en ellas. Vuestro ramaje, Pedro bendito… Bendito sois. Limpio y desmancho esta florecilla, que hurtada de mi Jardín ameno de mi Madre amada, más así mismo será entregando el Rocío, primeramente a la Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual: Sea este rocío derramado a tus aguas que convertidas en Bálsamo de Sanidad han de ser. Sea este rocío a vuestras antorchas y a vuestras monedillas que multiplicadas han de ser en lo material. A tus amuletos que me haces presentes . Sea esta agua rociada con Amor a todas las lejanas y cercanas comarcas. Sea derramado a todos los campos y campesinos que han de entregar el sustento a vuestros hermanos. Sea a las altas y bajas montañas, mares, lagos y ríos, sea este rocío derramado a todas las lejanas y cercanas comarcas que se encuentran en desolación. Sea este rocío a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos, con culpa y sin ella. Sea este rocío derramado a todos los hospitales, a todos los asilos y a todos los orfanatos. Sea este rocío derramado a mis pedestales benditos que Fuerza y Fortaleza tendrán. Sea este rocío derramado a vuestras chozas y a quienes habéis dejado en ellas, sea derramado este rocío a los presentes y a los ausentes, en el Nombre que Sois el Padre, en el Nombre que Sois el Hijo y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo. Hecho ha sido, Pedro amado… Bendito sois.

He entregado a manos llenas, mis hijos benditos, no teman por lo que sus pilas han de contemplar, sino arrópense entre mis brazos con el Manto de mi Madre para que sean protegidos a lo que ha de venir, más siempre con su corazón abierto de par en par para recibirme en el instante mismo en que escuchen el llamado. Mas así mismo, dad gracias al levantarte de vuestro lecho y al llegar la culminación del alba, corazones de buena voluntad. Sed en sumisión y en obediencia y como os lo dije lustros atrás: Amarse los unos a los otros, mis pequeños hijos, que entreguen conforme sea mi Voluntad. Sean en Paz, sean en Tranquilidad y sean en regocijo, no en odios, discordias, ni malos palabreríos. Entreguen amor, aún así cuando sepas que te está dañando aquel de tu semejante, tú pide Paz y Tranquilidad a su corazón porque no vive en Paz y en Tranquilidad, por eso busca a quien lastimar y a quien dañar.

Asi mismo Yo te pregunto: ¿habéis quedado conformes? Bendito seas… Que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos llenas: Tomad y llevad hijos benditos, del Pan sin levadura, del Jergón, de la Miel y de la Uva. Tomen y lleven mis hijos benditos de estas monedillas que multiplicadas serán en lo material. Tomad y llevad de las llavecitas del trabajo, si aún no sois abiertas, mis pequeños benditos, es porque esa labor no es para ti, pero se abrirá la portezuela de aquella labor que es la correcta para cada uno de vosotros. Fe siempre, corazones de buena voluntad. Tomad y llevad de mi Paz y de mi Bendición amada: Yo que sois el Padre, el Hijo y la Luz Bendita del Espíritu Santo.

Mi Paz sea con vosotros.

(canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos..”)

Cátedra 1 Agosto 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera vez, por segunda y por tercera y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.

Pasad a tomad de vuestro banquillo, y escuchad mi Consolador Parábola.

Benditos y alabados sean, mis hijos amados, que habéis limpiado vuestra calza desde primera hora para acudir al llamado de tu Jesús Bendito. Heme aquí ante vosotros, en Espíritu y en Verdad, crea el Hombre o no lo crea, Jesús de Nazareth –en Espíritu y en Verdad– es entre vosotros para recibir a los corazones sin distinción alguna de Raza, de Credo, de Color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual.

Recibiéndoles sois en esta bendita alba llena de Gracia, alba primicia del mes de agosto del año del hombre 2019, en la cual mi aposento es ante vosotros, porque una vez os lo dije: que siendo uno o más reunidos en mi Nombre, mi Presencia sería ante vosotros. Mas no blasfemes, os lo dice vuestro Jesús Bendito, más no murmulles, no grites de viva voz, porque no sois escuchando a los que a grito abierto sois haciéndome el llamado. No tienes por qué gritar para implorar mi Nombre y Yo poderme hacer presente ante vosotros. Solamente abre el fondo de vuestro corazón de par en par, eleva una plegaria y Yo estaré presente ante vosotros.

Apártate de la penumbra de la cual es cubierta tu envoltura, mirad y contemplad el fango que os cubre vuestra vestimenta, el fango que cubre vuestra envoltura. Mirad y contemplad la penumbra que es cubriendo vuestro espíritu por vuestro mal palabrerío, por esa lengua viperina que no es cesando ningún instante. Mirad y contemplad cómo es ensuciándose tus palmos al tomar lo que no les corresponde, como es vuestra gargantilla abriéndose de par en par a lo que no es menester que pronuncies: Observa, analiza y calla, os lo dice tu Jesús Amado.

Mas nada te pertenece, mirad y contemplad a vuestro alrededor, las maravillas que he puesto para vosotros y las cuales vosotros vas destruyendo, vas pisoteando, mis hijos benditos y bienamados. Todo cuanto tus pupilas pueden contemplar, hecho ha sido para vosotros, para vuestro júbilo, pero vosotros vais echando en saquillo roto, vas ensuciando todo lo que a tu paso se puede encontrar. Vas dañando todo lo que te he entregado, para que seas saliendo adelante.

No sabes ser compartido porque eres en avaricia, mis hijos benditos y bienamados. Contempla al Astro Rey que viene cubriendo a todos por igual, y vosotros sois egoístas y lo quisieses solo para uno mismo. Contempla las nubes, cómo son derramándose de grande manera y vosotros sois en el egoísmo. Mirad y contemplad, los luceros del anochecer, sois hechos y forjados para vosotros. Mira y contempla las florecillas, por qué no ser como ellas, frondosas y con aquellos aromas que destilando sois. Por qué no ser como aquellas mariposas que abriendo sus alas sois para trabular a lejanas y cercanas comarcas. Mas vosotros sois como aquellos árboles que sois aquellas ramas secas, porque ningún fruto dais ni aquella sombra entregas. No mis hijos benditos y bienamados… Sé como aquel árbol frondoso que pueda cubrir con sus ramajes y dar esa sombra; sé fuerte que nada haga que seas cayendo. Contempla en verdad, cada una de las Parábolas que vengo a entregarte en verdad. Mira y contempla, cómo se encuentra vuestra envoltura: Llena de dolor, llena de tristeza, en agonía, en desaliento… mas no es por mí porque no es esa mi Voluntad.

Contempla en verdad mis palmos, cómo traigo a manos llenas para vosotros de la Medicina Espiritual. Cómo traigo para vosotros la Fuerza y la Fortaleza. Cómo traigo para vosotros el Sustento y las Monedillas; pero vosotros sois sordos, no escuchais mis Parábolas, vosotros sois ciegos, no contemplas lo que te vengo a entregar. Vosotros sois mudos, no sabes pedirle a tu Jesús Bendito… Y así gritas de viva voz que por qué sois alejándome de ti; que por qué no sois entregándote lo que pideis; que por qué te abandono, que por qué te quito, que por qué no te doy. De todo blasfemas, mis hijos benditos y bienamados. Y en verdad, Yo no he venido a quitarte nada, eres tú que te alejas de todo, eres tú quien destruyes todo cuanto a tu paso ves. 

En verdad os lo dice tu Jesús Bendito: Redímete y llénate de mi Luz, contempla en el lugar donde te encuentras, mirad el mesar que servido está para vosotros, toma del fruto, toma del vino, toma del Agua de Vida, que todo es para vosotros. No vengo a quitarte nada, te vengo a entregar a Manos Llenas… Mas vosotros sois los que me dais de la espalda; los que te alejas de Mi, los que blasfemas y los que haceis oídos sordos al Mandato Divino, vosotros sois los que vais creyendo en el falso profeta, vosotros sois los que prefieren el materialismo porque piensan que es su sustento… En verdad os digo, que si fuese mi Voluntad no tuvieses aquel sustento, no tuvieses esas cuatro paredes, en las cuales eres cubriendote de la intemperie de los tiempos, pero aún así te vas olvidando de Mi por un instante, y vas en el libre albedrío. Heme aquí ante vosotros y pedirme de grande manera que todo aquello será concedido… Me pides por aquellos de los tuyos que trabulan a la lejanía a buscar el sustento, en verdad os digo –mis hijos benditos– que si es mi Voluntad, sanos llegarán a su destino y enviando el sustento para los suyos serán, mas que vayan con esa Fe de que han de buscar el sustento y no de perderse en los vicios, en la lujuria y en la avaricia, porque ay de ellos, porque no encontrarán el sendero.

Benditos y alabados sean… y a la alerta, a la alerta os lo dice vuestro Padre, porque aún así escrito está, lo que ha de suceder. Mas todo cuanto os he dicho, ha acontecido, mas no doy fechas –mis hijos benditos–, no doy lugares exactos, más solamente he venido –mis hijos benditos– a entregar mi Amor y a alertarlos porque pueden ser sorprendidos en el instante mismo en que ha de suceder aquellas grandes calamidades, mis pequeños amados, y no has de decir que no has sido advertidos de todo cuanto ha de pasar, mis pequeños amados… Mas no temas jamás, que mientras tu corazón abierto de par en par sea, mi Luz no os faltará.

Mas no dormites en verdad, os lo dice vuestro Padre, y no compares la Luz que entrego en este recinto con la de otros más, porque no es la misma Fuerza en la cual me Aposento aquí, que en la que me Aposento en otros lugares, porque cada uno de vosotros llevan su propio corazón, llevan su propia Fe, y llevan su propio Amor y todo aquello Yo lo contemplo para que sea con más Fuerza mi Aposento Divino; y aquellos lugares en que se han convertido en Luz y Oscuridad, en Bondad y Maldad, sí me hago presente pero no con el mismo Amor con el que me hago presente en donde sois recibido de grande manera. Y donde no hay una mezcla de bondad y maldad, como la Casa de Oración en la cual me Aposento en estos instantes, que no permitida está la Oscuridad para llevarla a cabo. Mas les valiere no levantar un dedo para trabajar la Oscuridad, mis hijos benditos y bienamados.

Mas contemplo a aquellos corazones que han deseado el mal para sus semejantes y hermanos, y les he perdonado, mis hijos benditos. Mas no cometas más, los mismos errores porque estarás en el arrepentimiento bendito. 

Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas, oh varón amado. Tomad y llevad Sabiduría y Entendimiento para que seas sacando adelante a los grande Pueblos. Tomad y llevad para los tuyos, que no falte nada en vuestro hogar, porque no es esa mi Voluntad. Toma y lleva oh Pedro bendito. Levanta a vuestra calza y sigue a tu Maestro. Benditos y alabados sois.

Más en verdad os digo, que 22 Preceptos han sido entregados, y Yo –en alba bendita y llena de Gracia– te puedo decir que ni uno de esos 22 llevas a cabo de grande manera. Amarás a Dios antes que todo lo creado, y vosotros sois amando todo lo creado antes que a tu DIos, porque no puedes dejar atrás tu labor para llegar a temprana hora ante Mi. porque no eres dejando a los tuyos para acudir a mi llamado: Primero están los tuyos, primero está tu labor, primero está todo el materialismo antes que tu Jesús Bendito; más benditos sean en verdad, que Fuerza y Fortaleza Yo les entrego a todos por igual para que llegando el momento no sean en la desolación, que sean fuertes como aquel roble, y no sean en decadencia mis hijos benditos y bienamados.

Para vosotros que me piden por vuestros vástagos, en verdad os digo mis pequeños amados, son frutos y semillas que Yo te entregué y del cual tú permitiste que fuera podrida aquella fruta, y aquella rama retorcida, porque no supiste desde un principio imponerte, porque no supiste dar el sano y el buen consejo, porque no supiste ser fuerte, porque te doblegaste ante ellos, mirad y contemplad, que todo padre ama a sus hijos, pero jamás se deben doblegar ante ellos. Mirad y contemplad, que Yo a todos de mis hijos os amo por igual, pero no voy a hacer lo que ustedes me pidan, sino ustedes han de hacer lo que Yo he pedido para vosotros mis hijos benditos, y no porque sea una imposición, sino porque es de su bien –mis pequeños benditos y bienamados–. Así vosotros con sus vástagos, es su voluntad la que debe de cumplirse y no la de sus vástagos mis pequeños amados, porque por eso es que van por el camino erróneo, porque dejáis que hagais su voluntad, aún sabiendo que están yéndose por el mal camino, y vosotros estais confundiendo vuestro amor y decid que por amor os dejas que hagan lo que quieran, mas no es así mis hijos benditos y bienamados. En errores que veas, doblega a tus pequeños para que vayan por el camino recto, cuando aún es tiempo –mis pequeños benditos– no cuando esa rama ya se torció y es rígida, y no podrás enderezarla más. Analiza, analiza, lo que vengo a entregar, mis pequeños benditos y bienamados.

Oh Pedro amado, hacedme presente vuestras aguas.

Bendito y alabado seas. Aguas Cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser. Una gota de mi Preciosa Sangre he de derramar cual Bálsamo de Sanidad… Aquel que bebiere de ellas, Sano y Salvo ha de ser. Fuerza y Fortaleza Yo entrego por medio de estas aguas, Salud y Bienestar, Paz y Tranquilidad. Hacedme presente vuestro ramaje… Bendito y alabado seas.

He de derramar estas Aguas amadas, primeramente a vuestra Escala: Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea derramado este rocío a vuestras aguas que convertidas han de ser en Bálsamo de Sanidad. A vuestras antorchas que iluminarán vuestro sendero. Sea este rocío derramado a vuestros aceites. Se a este rocío a las cercanas y  lejanas comarcas. Sea derramado este rocío a las altas y bajas montañas, a los mares, lagos, ríos. Sea derramado a todos los campos y campesinos, que darán fruto y sustento a la Hermana Humanidad. Sea este rocío derramado a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos. Sea este rocío a todo ser viviente en el Haz Terrenal. Sea este rocío bendito, a tus monedillas que multiplicadas han de se en lo material. A tus amuletos, que sean usados siempre para el bien y jamás para el mal. Sea este rocío bendito a todos y cada uno de mis Pedestales benditos, que en preparación puedan encontrarse. Se a este rocío derramado a todos y cada uno de vosotros –mis pequeños amados– . Sea este rocío derramado a vuestros hogares y a a quienes habéis dejado en ellos.

Cúmplase así mi Voluntad en todo momento, Pedro bendito.

Recordad, mis hijos benditos y bienamados, que vuestros pequeños han de verse reflejado en vosotros. Todo l que vosotros hacéis, ellos lo han de hacer –mis pequeños benditos–; no les enseñes a mentir, porque siempre será una mentira. No les enseñes a decir el mal palabrerío, porque en arrepentimiento estaráis mis pequeños amados. Haz de tus vástagos lo que tu quisieses haber sido, mis pequeños amados. Guíalos por el sendero de Luz y de Gracia, que siempre sean en corrección y en Amor, mis pequeños benditos; siempre lleva bondad en tu corazón, y aprended a entregar –mis pequeños benditos–, para que así mismo te sea entregado a ti. Trata a tus semejantes, como quisieses ser tratados, tiende la diestra a aquel que te lo solicite mis pequeños benditos. No contemples –en verdad– si él lo necesita o no lo necesita, tú entregalo con Amor y en multiplicación será para vosotros mismos, mis pequeños amados. No juzgues tú, deja todo en mis Manos, que seré Yo quien tome aquellos asuntos que no son los tuyos –corazones de buena voluntad–.

Mirad y contemplad, mis pequeños benditos, todo cuanto he traído para vosotros: No lo echéis en saquillo roto. Mas Yo te pregunto… ¿habéis quedado conformes? Benditos sois, que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos llenas: Tomad y llevad –mis hijos benditos– del Pan, de la Uva, del Jergón, de la Miel, del Vino y el Techumbre. Toma y lleva –mis hijos benditos– de estas monedillas que multiplicadas han de ser en lo material, tomad y llevad –mis hijos benditos–, las llavecitas del trabajo… nada os faltará en vuestros hogares porque no es esa mi Voluntad, mis hijos benditos y bienamados. Más recordad que has de ser humilde, mis hijos amados: No en el egoísmo, no en la altanería, no en la vanidad, no en egocentrismo, mis pequeños amados. Sumisión y obediencia –mis pequeños benditos– ante mi Mandato Divino. Tomad y llevad, de mi Bendición:

Yo que Sois el Padre + el Hijo + y el Espíritu Santo, te entrego de mi Bendición amada.

Tomad y llevad, mis hijos benditos, que no os digo el “adiós” sino hasta pronto, porque nuevamente estaré de retorno ante todos y cada uno de vosotros.

Mi Paz sea con vosotros.

(canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos..”)

 

Cátedra Junio 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.

Pasad a tomad de vuestro banquillo, Humanidad entera, Congregación Amada y escuchad con atención mi Consolador Parábola.

Benditos y alabados sean, oh mis hijos amados, mas mirad y contemplad lo que con vuestra desobediencia vienes ocasionando –mis hijos benditos y bienamados–. Contempla en verdad que das apertura para que entre la Oscuridad, a mi Casa que reluciente es de Luz por vuestra falta de cumplimiento y preparación es que permites que sea entrando la Oscuridad.

Oh Pedro bendito y bienamado, cuentas y claras y precisas he de pedir porque así mismo has permitido que la Oscuridad entre de lleno a mi Casa de Oración, y así mismo prevaleciendo ha de ser hasta el momento mismo en el cual Yo sea apartándomelo del Haz Terrenal por unos instantes.

Mirad y contemplad la falta de cumplimiento de cada uno de vosotros, porque aún no habéis entendido la función de cada uno de vosotros, porque aún te encuentras en el letargo, porque aún no hay la preparación, porque vosotros solamente con postrar su envoltura y tomad el banquillo piensan que es el Cumplimiento, y no es así Congregación bendita y bienamada, sino hay que prepararse desde albas atrás para que podáis recibir de grande manera, si no así mismo sois como llegamos, con los palmos vacíos.

Oh Pedro bendito, es tu labor llegar a tiempo y ordenar todo cuanto hace falta en la Casa de Oración, no estar a las prisas cuando llega el momento, en que ya mi presencia es ante vosotros. Es así mismo obligación de la Guía supervisar que todo esté impecable, porque tú así mismo ya lo hiciste, y no así mismo estar en el instante mismo en que estoy descendiendo porque mi Esencia no es en el momento en que esta carne toma el banquillo, sino es desde horas antes para venir a contemplar que todo esté limpio, listo y preparado, ¿y cómo ha de descender mi Luz si no has terminado tu labor?.

Así mismo Congregación bendita y bienamada, no es venir y tomar el banquillo nada más, sino es venir a tiempo, antes de que llegue la multitud, postrarse ante mi Escala y dar gracias ante Ella, porque estás presente, porque aún respiras, porque aún tienes un halo de vida y después con gran reverencia postrarte vuestros hábitos, hábitos que limpios y puros sois, cual copos de nieve, y preparándote en tu banquillo, para que así mismo seas recibiendo de grande manera. No llegar corriendo, postrarse el hábito, y llegar a balbucear los motivos por los cuales has llegado tarde.

¡Ay de aquel que prefiere el materialismo antes que venir a recibir de mi Fuerza y de mi Fortaleza, de mi Luz y de mi Gracia! Vanas serán aquellas monedillas porque no en rendimiento han de ser; vanos serán sus pasos en el transitar porque no avanzaréis en el camino, vanos serán vuestros pensamientos a todo cuanto dijeres que harías porque barrera encontrarás y estancado te quedarás. Primero tu Dios y tu Señor, primero tu Jesús amado y abriéndose las portezuelas de par en par para todo lo demás. Mas benditos y alabados sean por vuestros errores perdonados sois, mis hijos benditos y bienamados.

Mas así mismo ¡a la alerta, a la alerta!, no quiero ser quien te sea sorprendiendo de grande manera, mis hijos benditos y bienamados.

Contempla en verdad a vuestras lejanas y cercanas comarcas, cómo se encuentran en la desolación… ¿así quieres contemplarte a ti mismo, mis hijos benditos?, en el rechinar de dientes, en el mesar de cabellos, dando golpes en vuestro pecho, para que seas perdonado, gritando de viva voz para que seas escuchado… y cuando Yo pido que sea escuchada mi Voz, tú te alejas de Mí para dar paso agigantado al materialismo… ¿qué puedo entonces esperar de vosotros? Si faltos de Fe sois, si no eres creyendo en Mi en Espíritu y en Verdad, porque si no eres escuchando mi Voz –mis hijos benditos– no eres creyendo en Mi; ¿necesitas escucharme para creer en Mi?, ¿también necesitas verme para creer en Mi? Mas Yo te pregunto: ¿puro eres para poder contemplarme, y para pedirme escucharme?, cuando tú así mismo no eres abriendo el fondo de vuestro corazón, porque albas atrás te he dicho que nuestra comunicación sería Espíritu a espíritu, y no ha habido esa comunicación tal cual… porque eres cerrándote, porque eres falto de Fe, porque dudas, porque crees solamente en lo que tus pupilas pueden contemplar; por eso es que mando esas pruebas, porque solamente así eres recordando de mi existencia, eres transitando a buscarme y eres abriéndome tu corazón, porque si te encuentras en el regocijo eres olvidándote de Mi, mis hijos benditos y bienamados.

Despójate de tu materialismo, contempla en verdad que tu envoltura es como aquel hostal que da cabida a todo aquel huésped que va llegando. Aquellos huéspedes que sois: la Soberbia, el Rencor, el Odio, el Desamor… y sería larga la lista de todo aquello que posees en vuestra envoltura aquellos huéspedes que has dado cabida en vuestra envoltura que sean habitando. Os dice tu Jesús bendito y bienamado, ¡aléjate de todo ello!, ¡despójate de todo ello!; aléjate de la soberbia, aleja la vanidad, no quieras ser quien no eres en verdad. Porque no es más el que posee grandes cantidades, grandes riquezas, una casa lujosa, un auto y ropas engalanadas.

Contempla en verdad que debes de llenarte de Humildad y tener solo lo necesario porque nada llevarás cuando seas el llamado escuchando, cuando aquella campana sonora sea repiqueteando para que seas en el transitar hacia la Luz y hacia la Gracia. Como llegaste al Haz Terrenal, transitarás mis hijos benditos y bienamados.

¡Llénate de felicidad, llénate de alegría, eso es la más grande riqueza que puedes poseer! Sonríe mis hijos benditos, porque la sonrisa es el más grande tesoro. No vivas infeliz, no seas entristeciéndote por lo que vas perdiendo materialmente. Contempla en verdad que has querido hacer aquel balance de lo que has ganado y de lo que has perdido, más lo dice tu Jesús: No hay equidad, no hay igualdad porque el equilibrio lo posees tú mismo, mis hijos benditos y bienamados. Despójate del dolor, despójate de la tristeza, despójate de la agonía, llénate del Amor, llénate de mi Luz y llénate de mi Alegría, mis hijos benditos y bienamados. No seas más en odios y rencores y buscando culpables, mis hijos benditos, porque nadie es obligado a nada, mis pequeños amados. Tienes el libre albedrío, y tú y solamente tú decides cada uno de vuestros pasos. Mas analiza, analiza mi plegaria y no eches en saquillo roto, mis pequeños benditos y bienamados.

Un ruiseñor quiero en la Casa de Luz y de Gracia, porque mirad y contemplad que si el portavoz es sellando de sus labios al elevar esas alabanzas, todos sois en el silencio total; aún teniendo aquel librillo, poseen aquel libro y si el portavoz no abre de sus labios, ninguno de vosotros lo puede hacer. Yo te nombro a ti, varón [hacia el hermano Ángel] como ruiseñor de la Casa de Oración, hasta que sea llegando alguien más que poseea esa voz. En Preparación has de ser bendito varón: en qué momento has de abrir vuestra gargantilla, para elevar esos coros a los ángeles, arcángeles, serafines y querubines… en Preparación has de ser para que entendimiento lleves en qué momento ha de abrirse vuestra gargantilla. Varón bendito: limpio y desmancho vuestra garganta y en alegría y regocijo quiero escuchar tu voz… No temas, bendito varón, que así mismo Fuerza y Fortaleza entrego a todos y cada uno de vosotros y el perdón sois depositando en vuestros corazones y en vuestras envolturas, mis hijos benditos y bienamados.

Si no sintieses el dolor no te encontrarías aquí presente, si no sintieses la desolación no pudiera contemplar tu envoltura en el banquillo; mas benditos sois en verdad, mis hijos amados. Les entregaré de mi Fuerza y de mi Fortaleza y de mi Gracia Divina.

Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas, ¡oh varón bendito! Sabiduría y Entendimiento he de postrar para ti, para tu cerebro y cerebelo, Fuerza y Fortaleza para tu envoltura amada, Paz y Tranquilidad para tu corazón. Sé en el ejemplo para tu Hermana Humanidad, contempla que seréis el ejemplo en que han de reflejarse, no seas más en el error –varón bendito– y toma el Agua de Vida que Yo llevo a vuestros labios; toma y lleva bendito varón, que nada hará falta en vuestro hogar, saliendo adelante seréis con tus problemas, congojas, tristezas y dolor. Levanta vuestra calza, varón bendito y sigue a tu Maestro. Bendito y alabado seas.

¡Oh Pueblo amado de Israel!, que contemplando sois de grande manera vuestras congojas y vuestras tristezas, mas en verdad os digo que en blasfemia no debes de ser corazones de buena voluntad, en sumisión y en obediencia, mis hijos benditos, para que seas llenándote de mi Luz y para que seas uno más entre los elegidos que han de cubrirse con la Luz y mirad y contemplad que prevaleceréis bajo las ramas de aquel Roble para cubrirte de la intemperie de los tiempos porque grande sois aquellas cosas que han de contemplar vuestras pupilas, y en desolación no quiero contemplarles mis hijos benditos y bienamados. Aquel que prevalezca bajo las ramas de este Roble no padecerá; mas ay de aquellos que saliéndose seais de donde sois la sombra de este Roble, porque seréis los primeros en caer por vuestra desobediencia, por la falta de Fe, mis hijos benditos y bienamados. ¡Tómate del tronco de este Roble, abrázalo con fuerza y nada os pasará, aún y cuando las intemperies sean con gran furia! Contempla cómo vendrán todos y cada uno de los elementos al Haz Terrenal, desatados, con cual furia que se estremecerá tu corazón, tu envoltura y tu espíritu, mis hijos benditos y bienamados. Mas en sumisión y en obediencia has de ser.

Contempla que han empezado y lustros atrás era anunciado la furia del Astro Rey y caso omiso hiciste. Se te anunció que con gran furia se te levantarían los mares, que con gran furia vendrían a soplar los vientos, que se levantarían las llamas en el Haz Terrenal, que sería el movimiento de las Tierras abriéndose de grandes grietas y aún no lo has creído, aún caso omiso has sido a todo cuanto escrito está. ¿Qué esperas para ponerte a la alerta?, ¿a que sea pasándote a ti mismo? Pronto llegará en un abrir y cerrar de ojos y estará en lamentación, porque caso omiso hiciste al llamado divino. Mas benditos sean, aquellos que en Preparación sois y elevan la plegaria pidiendo el perdón por toda tu Hermana Humanidad, porque todos y cada uno de vosotros, sois elevando la plegaria y pidiendo para sí mismos, sin contemplar en verdad que hay otros más desdichados, porque por lo menos tú puedes presumir que tienes el pan para llevarte a vuestros labios, que tienes el techumbre donde cubrirte de la intemperie de los tiempos, que tienes el ropaje para cubrir tu envoltura; mas qué hay de aquellos que transitan en las callejuelas y que nadie es así, ofreciendo un mendrugo de pan. Pide y ora por ellos, ya que no es tu voluntad  despojarte de lo que posees para entregarles un abrigo, un vaso de agua, y un mendrugo de pan. Mas benditos y alabados sean, oh Humanidad entera, oh Congregación amada.

Qué puedo esperar de vosotros, mis hijos benditos y bienamados, si todo así conforme lo has pedido te ha sido entregado a manos llenas, eres tú quien lo rechaza y quien no quiere verlo corazones de buena voluntad. Todo tiene un por qué, pero no has sabido escucharme, haces preguntas pero no escuchas respuestas, he estado allí cuando me has llamado, pero no me ves porque cierras tus pupilas, no me escuchas porque eres cubriendo tus auriculares. Analiza, analiza cada una de las parábolas que traigo para vosotros y no dormites más, Pueblo amado de Israel: a la alerta, a la alerta, mis hijos benditos y bienamados.

Oh Pedro amado, hacedme presentes vuestras aguas. Bendito y alabado seas. Aguas cristalinas, que traídas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad –una gota de mi Preciosa Sangre–, aquel que bebiera de ellas, sano y salvo ha de ser, porque esta es mi Voluntad. Hacedme presente vuestro botón. Bendito seas.

Han de ser entregadas este rocío, primeramente a tu Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío derramado a vuestras aguas que seréis convertidas en Bálsamo de Sanidad. Sea este rocío a tus antorchas, a tus monedillas, a tus amuletos, a todo cuanto me haces presente. Sea este rocío a las lejanas y cercanas comarcas que se encuentran en la desolación, sea este rocío derramado a las altas y bajas montañas, a los mares, lagos y ríos; sea este rocío derramado a los campos y a los campesinos, que entregando el sustento serais a vuestra Hermana Humanidad. Sea este rocío a las cárceles y presidios, donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea este rocío a los ancianos y a las inocencias que se encuentran en las callejuelas. Sea este rocío derramado, a todo camino y caminante. Sea este rocío derramado a mis pedestales que en preparación pueden encontrarse. Sea este rocío derramado a todos y cada uno de mis hijos presentes y ausentes. Sea este rocío derramado, a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos.

Cumplida ha sido mi Voluntad. Levanta vuestra sandalia, Pedro amado.

Benditos y alabados sean, todos y cada uno de mis pequeños. No temas por lo que tus pupilas puedan contemplar, sino al contrario –mis hijos benditos– eso ayudará a que abras vuestro corazón y me permitas la entrada a él, para que sea una comunicación entre Padre e hijos, porque mirad y contemplad, que he contemplado tu desolación pero no me permites la entrada para apaciguar esa tempestad que se encuentra dentro de ti. Respira profundo, mis hijos benditos, y da entrada a la Paz y a la Tranquilidad. Permíteme estar a tu lado, mis hijos amados, aparta el sufrimiento y el dolor, aparta preocupaciones… que preocuparte –mis hijos amados– no va a solucionar nada. ¡Abre vuestras pupilas espirituales y materiales, abre tu corazón de par en par y abre tus palmos para recibir de tus grandezas y maravillas, mis hijos benditos y bienamados!

No molesto es que me encontraba al inicio, pero sano y buen consejo necesitabas, mis hijos amados. Tu Jesús no viene a reprimirte, sino a entregarte Amor y sano y buen consejo. Mas no dormites, mis hijos amados, siempre a la alerta y siempre en preparación mis hijos amados.

Grandes sois las cosas que poseo para entregaros, pero si vosotros no las reciben mis hijos benditos, echadas en saquillo roto han de ser. Mas Yo os pregunto: ¿habéis quedado conformes?… No teman, mis hijos amados, que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos Llenas: Tomen y lleven mis hijos benditos, el Pan sin Levadura, el Jergón, la Miel, la Uva, tomen y lleven mis hijos benditos, que nada hará falta en vuestro hogar porque Yo entrego a Manos Llenas. Tomen y lleven las monedillas que multiplicadas han de ser en lo material para vuestro sustento bendito, tomad y llevad las llavecitas del trabajo, que abriéndose la portezuela de par en par mis hijos benditos y bienamados.

Tomad y llevad de mi Bendición:

En el Nombre que Sois el Padre + En el Nombre que Sois el Hijo + En el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo.

Tomen y lleven, que mi Paz sea con vosotros.

(canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos..”)

Cátedra 1 Mayo 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección y así a la Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este bendito redil sacrosanto.

Pasen, pasen, a tomar de vuestros banquillos y escuchad con atención mi consoladora Parábola.

Benditos sean los unos y los otros, que he venido a recibir a todos y cada uno, sin distinción alguna de raza, de credo, ni color, porque todos sois mis hijos y a todos amo por igual.

Bienaventurados sean los que presentes pueden hacerse, en esta bendita alba llena de Gracia, alba primicia del mes de mayo, del año del hombre dos mil diecinueve, en el que mi Aposento es en Espíritu y en Verdad ante la Humanidad entera, ante vosotros mi Congregación amada. Benditos y bienaventurados aquellos que abren de vuestro corazón para recibir de Espíritu a espíritu de grande manera al Mundo Espiritual y a tu Jesús Bendito, que en Espíritu y en Verdad es entre vosotros.

En este bendito mes, elevando la Plegaria a mi Madre has de ser, porque este mes le pertenece. Es uno de los meses que está elegido para ser alabada mi Madre como todas y cada una de las madres de Sión. Benditas y bienaventuradas sean, todas y cada una de aquellas doncellas y mancebas, que han concebido, que han postrándose de la semilla, y que han guiado con el buen consejo, y con el buen ejemplo a todos y cada uno de sus pequeños polluelos como os así los hace llamar, mi Madre amada.

Mas benditos y alabados sean todos y cada uno de mis hijos, porque así elevaréis la plegaria y en oración podrás encontrarte, mis hijos benditos, en todo momento y en todo instante eleva la Plegaria, realiza esa oración porque esa oración es la que abrirá portezuelas, mis hijos benditos y bienamados. No desistas de elevar vuestra oración en todo momento y en todo instante cuando seas en el caminar por las callejuelas, cuando seas en vuestras labores, cuando seas en cada una de vuestras actividades, cuando seas abriendo el alba, y cuando seas así en vuestro lecho, eleva la oración, os lo dice vuestro Jesús, porque aquella oración –mis hijos benditos–, es el alimento de vuestra alma, contempla en verdad, que procurando eres la carnecita que Yo te entregué; más así mismo también procurando debes de ser de vuestro espíritu amado. Mas elevando la plegaria en todo momento y en todo instante, has de ser, mis hijos benditos y bienamados.

Trae en estos instantes y en estos momentos a todo aquel que quieras que sea bendecido, porque recordad que vuestra mente –mis hijos benditos– es tan fuerte como vuestro espíritu, mis hijos amados. Y con vuestra mente, mis pequeños amados, podréis traer a todos y cada uno de los que quieras que en este instante sean bendecidos, ya que no los puedes traer en presencia y en envoltura, mis pequeños amados; traedlos en vuestro pensamiento para que sean recibiendo de grande manera de cada una de mis bendiciones, para que sean recibiendo –mis hijos benditos y bienamados– el Agua de Vida que he de entregar para cada uno de ellos, para que seas recibiendo de mis bendiciones, de mis dones benditos, cada uno de los que tu me hacéis presente, mis hijos amados.

Bendito eres en verdad, y os lo dice vuestro Padre, no gemid y no llorad, mis hijos amados por aquel que se encuentra en el lecho del dolor, porque si la Fe grande llevas, levantando su calza será y nuevamente renacerá, mis hijos benditos, levantándose sin dolor, sin cansancio ni fatiga, mis hijos amados. Mas no gemid y no llorad, por aquel que trabulando es a mi Solio Bendito, porque en verdad os dice vuestro Padre: cerca estará de la Luz, porque vosotros que se encuentran en el Haz Terrenal, somos quienes más han de padecer, mis hijos benditos, porque están más alejados de llegar hacia la Luz, como lo sois aquellos que trabulando sois a mi Solio bendito y bienamado. Mas no temiendo por aquellos que trabulan, sino al contrario, regocíjese vuestro corazón, porque no contemplarán más las calamidades en las que vosotros os encontráis, mis hijos benditos y bienamados.

Eleva vuestra plegaria, os lo dice nuevamente nuestro Padre, por todo lo que acontece a tu Haz Terrenal. Contempla que Yo te lo entregué limpio y puro como aquel Edén, mis hijos benditos. Aquel Jardín en el que solo tenías que estirar tu brazo para así mismo, coger de aquel frutal y llevarlo a vuestros labios. Mas mirad y contemplad que arduo es el trabajo que ahora tienes que realizar para conseguir aquel alimento, mis hijos benditos. Y si ahora estás sufriendo porque no tienes el pan para llevarte a vuestros labios, en verdad os dice vuestro Padre que no es nada comparado con lo que han de padecer vuestros hijos, y los hijos de tus hijos, mis hijos benditos y bienamados, porque has destruido todo cuanto Yo forjé para vosotros, mis hijos amados; has pisoteado aquellas florecillas, has pisoteado aquellos huertos de grandes flores, has pisoteado, has hurtado y has talado de aquellos frondosos árboles, mirad y contemplad, que todo lo que Yo realicé para vosotros lo habéis destruido, mis hijos benditos y bienamados.

Contempla esos pequeños seres que tú llamas “mascotas”, cómo sois dando la vida por vosotros cuando eres acercándote al peligro, ellos sois ayudando mis pequeños porque a la defensa están. Así como esos pequeños seres, defiende tú a los tuyos de las grandes intemperies que han de venir, más defiéndete a ti mismo caminando por el sendero de la Luz y no vayas por el sendero equivocado, mis pequeños hijos.

Contempla y analiza cada una de las plegarias que traigo para vosotros, mis pequeños hijos y no eches en saquillo roto cada una de mis parábolas benditas. Analiza, analiza y sigue adelante, mis pequeños amados. No seas el juez, porque no tienes potestad para ello; sé guiando con el ejemplo mis hijos benditos. Tú no eres quién para juzgar a vuestro semejante y hermano, si quieres que ellos cambien debes de cambiar vosotros mismos, siempre sé como quieres que sean los demás para que seas el ejemplo y no seas aquel juez, mis hijos benditos y bienamados. No seas juzgando por las apariencias, adéntrate al fondo de vuestros corazones y conoce a vuestro semejante y hermano; ayúdale en verdad en lo que él necesite, ayúdale a sanar vuestra alma, ayúdale a calmar sus malos pensamientos, ayúdale entregando el sano y el buen consejo, no lo intimides, no lo menosprecies y no lo rechaces mis hijos benditos. Todos y cada uno de vosotros necesitan el uno del otro para seguir adelante mis hijos benditos, y no es más el uno que el otro: No por tus grandes estudios, o no porque no hayas cursado aquellas aulas del saber eres menos que los demás, porque todos sois iguales ante tu Jesús bendito, porque no es más el que posee más ante los ojos divinos, porque así mismo es más para tu Jesús amado el que lleva el alma pura, limpia y transparente mis hijos benditos, ellos sí sois más que vosotros mismos, ¿pero hay alguno con esa cualidad, os pregunta vuestro Padre? Pues entonces, mis hijos benditos, no seas comparandote los unos con los otros, porque ante la pupila de tu Jesús todos sois iguales.

Como lo dije al inicio, sin distinción alguna de raza, ni credo, ni color, ni buenos ni malos, porque todos habéis cometido aquellos errores, porque está permitido, porque no sabes lo que haces. Pero tu Jesús amado te es perdonando, solo te pide, te implora: que no seas más en el error, que no seas más en el pecado, que te redimas en verdad mis hijos benditos y bienamados. ¡Sigue adelante!, porque has de contemplar aquel pedrusco con el que has de tropezar y quizás hasta caer, pero no te quedes ahí tirado mis pequeños benditos: ¡levántate sacude aquel polvo, que Yo limpiaré vuestra heridas, para que seas saliendo adelante! Trabula por aquellos largos caminos, que aún es largo el transitar, mas así mismo, no elijas el equivocado, la Luz es la que te guía para saber elegir el camino adecuado. No eres más, mis hijos benditos y bienamados, contempla en lo que os habéis convertido mis hijos benditos, todos y cada uno de vosotros, aparta el temor, aparta el miedo, mis hijos benditos, actúa con la Fortaleza que Yo te entrego, sé fuerte ante las adversidades –mis hijos benditos–. No dormites en el letargo, mis hijos amados. A la alerta, a la alerta, mis pequeños benditos y bienamados.

Oh Pedro amado, qué puedo hacer por vosotros, que no haya hecho ya, qué puedes solicitar que no te haya entregado.

Bendito y alabado seas, oh Pedro bendito, sabias palabras has dirigido; mas no temas: Limpiado y desmanchado he de ser vuestra envoltura, y guiando con el ejemplo has de ser a la Humanidad entera. Toma y lleva, Pedro bendito, levanta vuestra calza y sigue a vuestro Maestro.

Benditos y alabados sean, todos y cada uno de mis hijos, y así mismo palabras del Pedro son. Prometieron seguir y no les quito las siete albas que fueron otorgadas para vosotros, solamente una alba pido para la presencia de vuestras carnes, para limpiarlas y desmancharlas y vosotros sois ausentándose de ese privilegio. Solamente un alba para ayudar a vuestro semejante y hermano por medio de la Luz, para ayudar a vuestro hermano, apartar ese dolor, esa tristeza y esa congoja, y vosotros sois ensuciándose en lo material en lugar de venir a recibir de mi Luz que ha fortalecerles de grande manera. Un alba para vuestra preparación, para que sean en unión con el mundo espiritual, y aún así sois dando de la espalda, y preferis la Oscuridad. Mas benditos sean mis hijos amados, por vuestro error, porque es más importante lo mundando que tu Jesús amado, cuando uno de los Preceptos os dice: “Amarás a tu Dios, ante que todo lo creado”, mas vosotros sois amando todo lo creado, porque es material, antes que tu Jesús bendito, porque todo has de seguir antes que a tu Jesús bendito, porque has de rechazar a tu Jesús amado por ir a ver a tus vástagos, por ir a ver a tus progenitores, por ir a la algarabía, por ir al júbilo, por ir a las callejuelas, por llenar a tus monedillas a multiplicarse y que así han de desaparecer como el agua que cae en tus manos, porque así mismo, vas a contemplar todo lo mundano porque si tus pupilas no contemplan lo material para ti no existe, porque si tus palmos no palpan, para ti no existe, y a la Casa de tu Jesús vienes a dormitar por unos instantes en que Él te viene hablando. Eres como aquellos de mis seguidores, cuando en el momento que les dije “oren conmigo” y todos se perdieron en el letargo, así vosotros.

Yo no te he prohibido el letargo, dormita cuando tengas que hacerlo, Yo no te he prohibido el júbilo y la algarabía, porque me gusta verles y contemplarles contentos y alegres, felices, mis hijos benditos; pero 365 días te di y para Mí, mis pequeño benditos, no es ni la mitad que te pido que ofrezcas. Vendría siendo solamente 5 albas de esas 365 que te he entregado, y aún así no eres capaz de estar ante Mí por lo menos entregarme tu plegaria, por lo menos abrirme tu corazón, pero cuando ves el peligro, eres lastimando tu calza, eres lastimando tu envoltura, pidiendo e implorando y a grito abierto llamándome cuando tienes el momento exacto y preciso para escucharme y recibir lo que vengo a traer para vosotros. No hagas caso omiso porque te encontrarás en lamentación, mis hijos benditos y bienamados, y no porque Yo venga a ser un Jesús de castigo, sino porque vosotros mismos van caminando por el sendero erróneo, porque van trabulando y por que van a caer en ese pozo tan profundo, en el cual no encontrarán aquella salida, porque han dado de la espalda y no han tomado aquel Faro Luminoso para iluminar su camino –mis hijos benditos–.

Mas no teman, aquellos que en verdad creen en Mí, aquellos que me abran su corazón de par en par, aquellos que Fe grande llevan, cubiertos con mi Luz en todo momento y en todo instante. Si así cayera un diluvio, vosotros permaneceréis secos desde su crisma y hasta su calza. Si aquellos fuegos fueran tan altos, que arrasaran con todo aquello que viene a su paso, vosotros seréis intactos, mas no porque Yo así lo quiera sino porque tu Fe fue más grande que aquel fuego y que aquel diluvio, mis hijos benditos y bienamados. No teman jamás de seguir mi Luz, no teman jamás de alimentarse de lo que Yo vengo a entregar para vosotros, no teman jamás de venir a recibir del agua de vida que Yo entrego para vosotros para saciar vuestra sed; teme de lo que puedas contemplar a vuestro alrededor, mis hijos benditos y bienamados. A la alerta, a la alerta os lo dice vuestro Padre, y seguid mis hijos benditos adelante.

Recordad que si tropezando eres, levántate y sigue adelante sin mirar atrás mis pequeños amados.

Entregadme de tus aguas, oh Pedro bendito. Bendito seas.

Aguas cristalinas que traidas sois del Río Jordán, limpiando y desmanchando he de ser y convertido en Bálsamo de Sanidad, aquel que bebiere de ellas, sano y salvo ha de ser porque esa es mi Voluntad amada. Vuestro ramaje, por Caridad; bendito seas. Ramaje que hurtado eres del jardín ameno de mi Madre, limpiado y desmanchando ha de ser todo cuanto sea tocado.

(Canto: “Como un astro luminoso, que del Cielo apareció…”)

Primeramente bendecido ha de ser vuestra Escala, símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío llegando a todas vuestras aguas convertidas en Bálsamo de Sanidad, vuestras antorchas, vuestra monedillas que multiplicadas han de ser en lo material, vuestros amuletos y todo cuanto me haces presente. Sea este rocío derramado a las lejanas y cercanas comarcas, a los campos y campesinos, a los caminos y caminantes, a las cárceles y presidios, a los asilos y orfanatos. Sea este rocío a los mares, lagos y ríos, a las altas y bajas montañas. Sea este rocío derramado de grande manera a todo aquel alimento que han de llevarse a los labios. A aquellas comarcas que se encuentran en desgracia y en desolación: Paz les entrego por medio de este rocío. A los altos mandatarios que tocando seré vuestro corazón para que sea sacando adelante a su pueblo y no sean en desolación. Sea este rocío derramado a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos, sea este rocío a cada uno de mis hijos presentes y ausentes.

Hecho ha sido , Pedro amado.

Bendito sois. Habéis sido entregado de grande manera, mis hijos amados, regocíjese vuestro corazón porque limpiado y desmanchado ha sido, porque en multiplicación ha sido lo que me has pedido. Pídeme y te lo entregaré, mis hijos benditos, todo cuanto vosotros os pidas, será entregado a manos llenas. Mas no me pidas lo que no mereces, en verdad, porque eso será en rechazo para vosotros mis hijos benditos y bienamados. Vosotros recibiréis lo que en verdad sois mereciendo con vuestras actitudes mis hijos benditos y bienamados, mas no temas si es mucho o es poco, porque os lo entrego de corazón, mis hijos amados.

Yo os pregunto: ¿habéis quedado conformes? Benditos sois, que por vuestra conformidad, mis hijos benditos, Yo les entrego a manos llenas. Tomad y llevad mis hijos benditos de la Miel del Jergón, del Techumbre, tomad y llevad de la Uva; tomen y lleven mis hijos benditos de las Monedillas que multiplicadas seréis en lo material. Tomando y llevando han de ser de estas Llavecitas del Trabajo que nada faltará para vosotros en vuestro hogar, ni para cada uno de vosotros mis hijos benditos. Bálsamo de Sanidad Yo entrego y deposito en vuestro frontal y en vuestro corazón para apartar la tristeza, para apartar el enojo, la ira, para apartar todo cuanto no les pertenece, mis hijos benditos y bienamados. Apártense de la desolación y de las tristezas, sean llenos de regocijo y de amor, no sean cubriéndose de la ira, sino del amor –mis hijos benditos y bienamados.

Tomen y lleven de mi Bendición: en el Nombre que Sois el Padre, en el Nombre que Sois el Hijo, y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo. La Paz sea con vosotros.

(canto: “Adios oh Padre, todos nos vamos..”)

 

Cátedra Abril 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Padre Eterno Yahveh-Jeohvah, Señor de los Ejércitos

Canalizado por: Hermana Concepción.

El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. El Ojo de mi Divinidad es entre vosotros. Y heme aquí, Pueblo amado de Israel. ¿Anhelabas a tu Padre, anhelabas al Hijo, anhelabas al Espíritu Santo? Y os dice vuestro Padre, os dice vuestro Dios, os dice vuestro Espíritu Santo: ¿Qué puedo esperar de vosotros, oh Humanidad entera?

Contempla en verdad, cuánto os has hecho en el Haz Terrenal. Mas contempla en verdad, lo que haces por vosotros mismos oh Humanidad entera.

Decidme en verdad, el primero de los 22 Preceptos que han sido trazados para vosotros… Y en verdad Yo te pregunto: ¿Amas al Padre, antes que todo lo material? En verdad, ¡¡guárdate tu respuesta Humanidad entera!!, porque la respuesta la tengo Yo mismo.

¡¡Mirad y contemplad, cómo dejas a tu Padre amado a un lado por tu vida material!! Mira y contempla cómo me vais haciendo a un lado por seguir el materialismo, por seguir tu libre albedrío, y así Humanidad entera, ¡¡vienes a quejarte de lo que te asecha… vienes a quejarte de tus dolencias, vienes a quejarte de todo cuanto te acontece!!, ¡oh benditos y amados hijos… Allá vosotros!

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Cátedra 1o Marzo 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción.

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección y así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y lo que aposentados sois en este Bendito Redil Sacrosanto. Tomando han de ser de vuestro banquillo Congregación amada, y escuchar con atención mi Consoladora Parábola.

Benditos y alabados sois, los unos y los otros, que se acercan a recibir a manos llenas y Yo los recibo a todos por igual, sin distinción alguna de Raza, ni Credo, ni Color, porque todos sois mis hijos –buenos y malos– y heme aquí ante vosotros, bien lo dijeres, mientras haya dos o tres reunidos mi Presencia será entre vosotros. En Espíritu y en Verdad, tu Jesús de Nazareth, ha venido entre vosotros a preparar vuestras envolturas, a sanar vuestro espíritu y a alimentar vuestra alma… ¡oh Congregación amada, oh Pueblo amado de Israel!, que la bienvenida te doy a este bendito Redil Sacrosanto en alba primicia del mes de marzo, del año del hombre dos mil diecinueve, en la cual mi Presencia es en Espíritu y en Verdad ante todos y cada uno de vosotros, oh Humanidad entera en que preparando has de ser vuestro espíritu, limpiando y desmanchándolo he de ser y a la preparación te has de encontrar.

No vayas así mismo contemplando quién asistió y quién ha faltado, cómo viene aquel de vuestro hermano y qué es lo que trae, contempla en verdad y prepara vuestro propio espíritu para que sea alimentado de grande manera. ¡Oh Congregación bendita!, en preparación has de encontrarte cada momento y cada instante, abriendo vuestro corazón al llamado bendito, oh mis hijos amados.

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Cátedra 1 Febrero 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección y así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y lo que aposentados sois en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasar a tomar de vuestro banquillo Humanidad entera; sean tomando vuestro banquillo Congregación amada, y escuchar con atención mi Consoladora Parábola.

Benditos y alabados, mis hijos amados, que presentes sois en esta bendita Casa de Oración, en esta bendita alba primicia del mes de febrero, del año del Hombre 2019, en la cual mi Aposento es en Espíritu y en Verdad, crea el Hombre o no lo crea… ¡heme aquí, mis hijos benditos y bienamados, en Espíritu y en Verdad ante vosotros!, Pueblo amado de Israel, Congregación Bendita, en que reunidos sois para así alimentar vuestro espíritu y vuestra alma del Agua de Vida –mis hijos benditos y bienamados–. Mas contemplar así, y echar atrás mis benditos hijos todo aquel error que has cometido en lustros pasados, dejádlo en el olvido y dejadlo atrás, mis pequeños amados. Mas así mismo, dar paso adelante mis hijos benditos, porque en esta bendita alba limpiados y desmanchados sois por mi Mano Bendita y Bienamada.

Regocijándose es mi Pupila al contemplar a la Congregación Amada. Mas regocíjase vuestro corazón por recibir la Luz del Eterno, mis hijos benditos y bienamados.

¿Por qué sufrir, por qué llorar, mis amados hijos? Mirad y contemplad que todos y cada uno de los seres vivientes del Haz Terrenal tienen sus propias cualidades, mis hijos benditos; mas la de vosotros es el de pensar y razonar, mis hijos amados. Actúa entonces, mis hijos amados, no esperes y aguardes, mis pequeños hijos.

Mirad y contemplad a vuestro alrededor cómo se encuentra vuestra Hermana Humanidad en la desolación: cómo se encuentra tu Hermana Humanidad en la avaricia, en el egoísmo, en la vanidad; cómo se encuentra tu Hermana Humanidad arrancando la vida de los unos y de los otros; cómo se encuentra tu Hermana Humanidad privando de la libertad de las doncellas y mancebas; cómo se encuentra tu Hermana Humanidad, mis hijos benditos, en la lucha por el materialismo. Cóntempla en verdad, ¿eso es lo que quieres para ti, para los tuyos, para tus nuevas generaciones mis hijos benditos? Contempla en verdad, qué has hecho de vosotros mismos, mis hijos benditos y bienamdos.

Contempla vuestros palmos, ¿qué posees en ellos? Contempla vuestras calzas, ¿hacia dónde se dirigen? Contempla vuestros pensamientos, ¿hacia donde los elevas? Contempla vuestro espíritu, ¿de qué lo alimentas?, mis hijos benditos y bienamados.

Tienes 353 albas para tu libre albedrío, y las restantes te las pido para Mí, para que estés presente solo un momento frente a tu Jesús Amado. Más así mismo, no te pido tanto, ni te exijo mis hijos benditos y bianamados. Mas vosotros a Mí sí sois en las exigencias porque gritos me pides, a gritos me imploras, a gritos me llamas: que dónde me encuentro cuando me necesitas, y Yo que solamente es un alba, un instante, un momento, cuando volteaba a buscarte no te encuentro… mis hijos benditos. Y tú, con grandes lamentos, ¿pides que descienda y me postre ante tí? Me pides que aparte tu dolor, que aparte tu sufrimiento, que aparte tus tristezas; me pides que acabe con lo que tú mismo has cosechado… me pides que arranque de raíz toda la mala hierba cuando vosotros mismos sois los que habéis sembrado. No temas, oh Humanidad Entera.

Mas lo dice vuestro Padre: deja atrás todo eso, limpia tu calza en estos instantes, limpia tu envoltura, en estos momentos, y Yo limpiaré vuestro espíritu para que seas saliendo adelante, para que sigas avante lleno de mi Fuerza, lleno de mi Fortaleza, lleno de mi Luz, lleno de mi Sabiduría, mis hijos benditos y bienamados.

Contempla en verdad, que una pequeña prueba has recibido en esta alba, un pequeño movimiento al Haz Terrenal, y he contemplado el rechinar de dientes, he contemplado el mesar de los cabellos, he contemplado aquellas gargantillas abriéndose de grande manera, cuando el alba de ayer ni siquiera me recordaban… y hoy todos me llamaban. Mas en verdad os digo, caso omiso he de hacer a aquel que levanta su voz para hacerme el llamado; acudiendo he de ser presuroso a aquel que abre su corazón y me llama con Amor. Mas no me grites, porque no estaré escuchando.

¿Necesitas de Mí?, ¡ábreme las portezuelas! Sabes dónde encontrarme, sabes dónde me encuentro, sabes dónde estoy. No tienes mas que abrir vuestro corazón y hacerme el llamado y hacerme tu pedimento, corazones de buena voluntad. No grites porque no serás escuchado, no gimas y no llores, mis hijos benditos, porque en esos momentos no te seré escuchando, porque cuando Yo pedí que acudieras a Mi Llamado, no lo hiciste… No te lamentes entonces, de lo que alrededor puede encontrarse, si no soy Yo quien te lo ha enviado.

Contempla mis Palmos, mis hijos benditos, formé todo a tu alrededor de lo que puedes contemplar, todo lo que es palpable y formé todos y cada uno de los elementos para que te sirvieren en su momento. Mas tú mismo, has sido destruyendo y cambiando cada uno de los elementos, porque contemplo el renegar en cada uno de vosotros. Mas así mismo, heme aquí ante vosotros, con Humildad me postro ante vosotros, para entregarte el Perdón, para limpiar vuestra sandalia, para limpiar viestra vestimenta, para limpiar vuestra envoltura y alimentar vuestro espítitu. ¿Qué más puedes pedir, si no te ha faltado el pan para llevarte a la boca, y no te ha faltado el pan para entregarlo a los tuyos? ¿Qué puedes reprocharle a tu Jesús amado, mis hijos benditos y bienamados? Mas benditos y alabados sean.

Contempla las estatuillas, que cuando inocencia fui, siempre prediqué con la Verdad, siempre prediqué con el Amor, porque eso me enseñaron y sigo haciéndolo con gran Amor, ¿por qué no hacer lo mismo vosotros con vuestras inocencias? ¿Quienes de vosotros ha inculcado el Amor, quienes de vosotros han enseñado a orar a sus pequeños, quien de vosotros ha alimentado la Fe, el Amor, hacia vuestro prójimo –ya no hacia tu Jesús, sino a vuestro prójimo–?

Contemplo en verdad, cómo va la inocencia destruyéndose los unos a los otros desde esa corta edad son en el mal palabrerío, son en el mal transitar, son en la blasfemia, en la mentira, en la vanidad, y en el egoísmo ¿qué puedo esperar de ellos cuando lleguen a la adultez, mis hijos benditos? Si aún que se encuentran las generaciones, que llevaban la Sabidruía, se está acabando todo cuanto entregué, pues qué puedo esperar si esas generaciones están acabándose. Y las nuevas generaciones que vienen, no saben mas que destruir lo que a su paso pueden encontrar… benditos y alabados sean.

Oh Pedro amado, ¿qué puedo esperar de ti?

Bendito y alabado seas, oh Pedro amado. Mas en verdad os digo que cuentas claras y precias me has de entregar del ovejal que te ha sido confiado, Pedro bendito, porque en sumisión y en obediencia han de ser ante mi Mandato Divino –no ante el tuyo, sino ante el Mío–; cada uno de ellos saben lo que han de hacer, pero en caso omiso sois, mas no temas que Sabiduría y Entendimiento Yo te entrego, para  que sepas sacar a flote la labor que te ha sido confiada. Toma y lleva, Pedro bendito, que la Luz sea contigo. Levanta vuestra calza, varón amado.

¡Oh Pueblo bendito de Israel! ¿Qué puedo esperar de vos?

{Las personas expresan una a una sus agradecimientos y peticiones}

{1a persona}

Bendita y alabada seas, corazón, que no temas por las ataduras que han sido puestas que en lamentación han de ser aquellos que las han puesto. Vinieran de quien viniera, más valiere no levantar su palmo a ninguno de mis hijos, porque en lamentación han de encontrarse. Mas bendita eres en verdad, mujer amada del Solio de mi Madre. Tomad y llevad de la Dulzura, de la Fuerza y de la Fortaleza… Bendita sois.

{2a persona}

Recibiéndote sois, mujer amada… Bendita y alabada seas corazón amada. En verdad os digo, corazón, que errores has cometido, mas de esos mismos errores serás aprendiendo corazón bendito. Mas Yo agradezco corazón, y en verdad, contemplo el esfuerzo que haces por transitar desde la lejanía hasta esta Casa de Oración, y eso corazón bendito, es un punto a tu favor. Mas no temas corazón, que toda aquella oscuridad que acarreas, corazón bendita, que vas arrastrando aún y apartándose ha de ser poco a poco, porque esa es mi Voluntad –corazón bendito–. Hay que seguir adelante, corazón, sin mirar atrás, sin cometer los mismos errores, sino aprendieno de ellos –corazón bendito– para que puedas salir adelante. Contemplo en verdad que transitabas en la oscuridad, pero ahora te encuentras ante la Luz, corazón, aliméntate de ella en verdad, que Yo te daré a ti Sabiduría y Entendimiento, Fuerza y Fortaleza para que seas saliendo adelante, y sacando a los tuyos has de ser, corazón, porque tocaré su corazón para ablandarlo en verdad y que sean en sumisión y en obediencia corazón bendito. Toma y lleva, la Luz de tu Maestro… Benditos sois.

{3a persona}

Recibiéndote sois corazón bendito… Bendito y alabado seas, corazón. En verdad os digo corazón, que envuelta estás en la penumbra, mas más valiere a aquellos no haberte tocado –corazón bendito–, porque eres una gota más de Luz en esta Choza de Oración. Mas así mismo, corazón bendito, debes de abirir vuestro corazón, y así mismo, vuestro cerebro y cerebelo debe de abrirse a la Luz y a la Gracia, al Entendimiento y a la Sabiduría, repeler corazón bendito con toda esa oscuridad que es atacando a vuestra envoltura, porque en verdad la contemplo corazón, si no te alejas de esa oscuridad, te será envolviendo en la totalidad –corazón bendito–, hasta que no puedas contemplar la Luz y la portezuela para salir avante corazón bendito. Contempla en verdad a tus inocencias, llévalas y guíalas por el buen camino, corazón bendito. Mas así mismo, prueba grande he de enviar para ti, corazón amado y así acabará esa penumbra. Mas no quiero verte titubenate, corazón, sino firme en vuestras decisiones. Aprende de vuestros errores, y no los cometas más, corazón bendito, porque una más eres de mis elegidas. Toma y lleva, corazón amado, que llegado será el momento en que tomando seas el banquillo para el cumplimiento amado. Tomad y llevad, y guiar con el ejemplo a vuestros vástagos.

Benditos y alabados sean, todos y cada uno de mis hijos. Floreciéndo seréis en el Jardín Ameno, corazones de buena voluntad. Mas así mismo, la oscuridad se encuentra avante en la Casa de Oración, mas no temas de ella corazones amados, no temas en verdad, os lo dice vuestro Padre. Y no culpes tampoco a Luz Bella, porque vosotros sois quienes deciden el libre albedrío, corazones amados; él solamente os aconseja, mas vosotros toman la decisión, corazones de buena voluntad. Benditos y alabados sean.

{Bendición del Agua y Aspersión}

Oh Pedro amado, acercad la fuente. Bendito y alabado seas. Aguas cristalinas, que traidas sois del Río Jordán, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad; aquel que tomare de ellas Sano y Salvo ha de ser. Vuestro ramaje por caridad… bendito seas.

Entregando he de ser este rocío primeramente, a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. Sea este rocío entregado, a vuestras Aguas, que convertidas sereis en Bálsamo de Sanidad. Sea este rocío a vuestras antorchas, que han de ser encendidas para el bien guiar y jamás para la oscuridad. Sea este rocío derramado a las lejanas y cercanas comarcas. Sea este rocío entregado a los campos y campesinos, donde ha de ser sembrado el sustento para toda tu Hermana Humanidad. Sea este rocío a los mares, lagos y ríos. Sea este rocío derramado a los caminos y caminantes, a las lejanas y cercanas comarcas, a las altas y bajas montañas. Sea este rocío a las cárceles y presidios donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Sea este rocío a todo ser viviente en el Haz Terrenal, a todo aquel que no tiene dónde cubrirse de la intemperie de los tiempos. Sea este rocío derramado, a todo ser viviente en el Haz de la Tierra. Sea este rocío derramado a todos vuestros amuletos y monedillas que multiplicadas serán en lo material. Sea este rocío a las estatuillas. Sea este rocío a todo lo que me haces presente. Sea este rocío a vuestros hogares y a quienes habéis dejado en ellos. ¡Hecho ha sido, Pedro bendito!

Cúmplase mi Voluntad en todo momento y en todo instante, corazones de buena voluntad. Oh bendito Josué, que así mismo, lustro más para que seas saliendo adelante –mi bendito niño–, porque sumiso y obediente has sido, aún y cuando no acudes a la Casa de Oración; no es ese –corazón bendito– tu labor, porque aún cuando no te encuentras presente, labrando eres las tierras y trabajando eres en lo que te ha sido encomendado, porque no te quedas de brazos cruzados sino buscas la manera de así mismo traer la oveja descarriada hacia el Redil. Bendito eres en verdad, que Yo te entrego: Fuerza, Fortaleza, Sabiduría y Entendimiento, Paz y Tranquilidad a vuestro corazón… Toma y lleva, oh bendito niño.

Benditos sois, cada uno de mis hijos amados, que no olvidándome sois de vosotros, pero han de laborar conforme es mi Voluntad. No dormiten mis hijos benditos y no estar en el banquillo esperando y aguardando, sino levantar vuestra calza, y a la alerta han de ser, corazones de buena voluntad.

Mas yo os pregunto, ¿habéis quedado conformes? Benditos sean, que por vuestra confromidad, derramando sois de grande manera el Pan sin levadura, el Jergón y la Miel, tomad y llevad de la Uva, tomen y lleven mis hijos benditos, de las Monedillas que multiplicadas han de ser multiplicadas en lo material. Tomen y lleven mis hijos benditos, que nada hará falta en su hogar, ni en su mesar, porque esa no es mi Voluntad.

Tomad y llevad mis hijos benditos, de mi Bendición: + en el nombre que Sois el Padre + en el Nombre que Sois el Hijo + y en el Nombre que Sois la Luz Bendita del Espíritu Santo. Tomad y llevad de la Fuerza y la Fortaleza, de mi Luz y de mi Gracia, de la Sanidad, corazones de buena voluntad.

Mi Paz, sea con vosotros.

{canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…”}

Cátedra 1o Enero 2019

Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro

Canalizado por: Hermana Concepción

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección y así a la de Jacob, y de allí a vuestro propio entendimiento humano.

Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y lo que ya sois en este bendito Redil Sacrosanto. Tomando sean su banquillo Humanidad entera, oh Congregación amada, que recibiéndolos sois de grande manera.

Benditos y alabados sean, mis hijos amados, pues su Jesús se encuentra en Espíritu y en Verdad, en Esencia y Potencia… crea el Hombre o no lo crea, heme aquí ante vosotros, en esta bendita alba llena de Gracia, alba primicia del mes de enero del año del Hombre 2019, en el cual mi Aposento es con vosotros para recibirles a todos y cada uno de mis hijos, para apartar todo cuanto no les pertenece por dentro y por fuera.

Mas os dice vuestro Jesús que no estáis solos, mis hijos benditos, porque mirad y contemplad al gran Ejército que he traído para vosotros, para que seais pasando a vuestros lugares mis Ángeles, Serafines y Querubines para apartar todo cuanto no os pertenece, para limpiar y desmanchar por dentro y por fuera a cada uno de mis hijos benditos y bienamados.

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