Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en la Tierra y así, mis hijos bienamados, desciende Mi Espíritu Limpio y Puro de la Escala de Jacob a la de vuestro corazón, y de ahí a vuestro propio entendimiento humano.
Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda, por tercera vez y los que aposentados son ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Pasar a tomad de vuestro banquillo, Congregación Amada , Pueblo amado de Israel, y escuchar con atención mi Consoladora Parábola.
Bienvenidos sean los unos y los otros, buenos y malos, llenos de Luz y llenos de Oscuridad, porque así mismo iré apartando esa penumbra uno a uno mis hijos benditos.
Bienaventurados sean los unos y los otros, porque presente puede hacerse ante vosotros en Espíritu y en Verdad, de su Jesús amado. Bienaventurados sean porque llenos de mi Luz y de mi Gracia sois, todos y cada uno de vosotros. Os doy la bienvenida en esta bendita Alba llena de Gracia, alba primicia del mes de Julio del Año del Hombre 2023, en el cual mi Aposento es con vosotros -crea el Hombre o no lo crea- Jesús de Nazareth en Espíritu y en Verdad, es con vosotros para recibir a todo mi Amado Pueblo, para recibir a mi Congregación Amada, a esta aula del Saber en la cual han de aprender y llevarse aquellas Parábolas llenas de Amor, llenas de Sabiduría, y llenas de Entendimiento, ¡oh mis hijos benditos y bienamados! que presentes pueden hacerse en la Casa de Oración, en estas cuatro paredes que forjadas sois para recibir a todos y cada uno de vosotros, para que así mismo sean acercándose a recibir el agua de vida. Han de recibir a Manos llenas, mis parvulillos amados. Mirad y contemplad el Alba que os así mismo abre su alba ante tus pupilas benditas, mis pequeños amados. En la cual has de abrir tu pupila y agradecer a tu Dios y tu Señor, porque aún puedes abrir de vuestros párpados, porque aún puedes contemplar la Luz, porque aún puedes -corazones de buena voluntad- estar presentes con tu Hermana Humanidad, mis pequeños amados.
Esta es la Obra y esta es la vida que tenéis, mis pequeños benditos, ¿por qué temed a la lucha, mía pequeños amados? si aún no ha llegado la Lucha Grande, la Lucha Fuerte que has de vivir. Contemplo lágrima en vuestras pupilas de algunos de mis labriegos… No hay por qué derramar esa lágrima, si todo os he dado mis pequeños benditos. Por qué pedir por vuestro cuerpo el pan y el bálsamo, la labor material, la salud -mis pequeños benditos-. No pidamos por vuestro cuerpo, pedid por vuestro espíritu. Al pedir vosotros por vuestro espíritu, de la mano será que Yo entregue para vuestro cuerpo; no es menester que pidas para él, pues Yo os daré, cuando tú estés pidiendo por vuestro Espíritu, mirad y contemplad que he de llenar tu Mente de Sabiduría y de Entendimiento, he de entregar el Verbo a vuestros labios, para que seas comunicándote de viva voz con vuestro semejante y hermano, porque seréis tú el portavoz que vaya entregando la Fe y la Esperanza, mis pequeños benditos.
Más así mismo, mis pequeños amados, vosotros estaréis entregando a tu semejante y hermano. Más que tú mano izquierda no contemple lo que entrega la derecha, para no hacer alarde de egoísmos. Pero así mismo te dice tu Jesús, que llegará el momento, en el cual has de entregar ante toda la Humanidad para que seas mostrando como deben de hacerlo. Más preparados seréis -mis hijos benditos y bienamados- cuándo llegado sea el momento, en que seréis el momento a seguir, mis pequeños amados.
Es mi Voluntad que entregues la Fe y la Esperanza, a toda tu Hermana Humanidad. Es mi Voluntad que seas en sumisión y en obediencia, que apartes el mal palabrerío de vuestros labios, que seas lleno de júbilo, que seas lleno de Amor, que apartes de vosotros mismos el egoísmo y la vanidad, que quites de vuestros labios el “yo soy, yo hice y yo haré…”. Porque así mismo mis pequeños, si no fuese por mi Voluntad, no levantarías ni un solo dedo, mis pequeños amados. Deja de alardear de lo que has construido, y de lo que has hecho, porque ni tu misma envoltura has sabido sacar adelante, mis pequeños benditos y bienamados.
Así como te he de entregar Sabiduría y Entendimiento a vuestra mente, a vuestro cerebrillo, así como he de entregar el verbo a vuestros labios, así mismo he de entregar medicamento a tus palmos, más no alardearás con aquello que te he de entregar porque será mi Voluntad de qué sean sanado o no vuestros hermanos.
Abre tu corazón de par en par, y entregar en Mi Nombre, porque te he escuchado blasfemar y decir el “yo soy y yo puedo…”, y todo eso en vez de llenándote de virtud, llenándote de penumbra. En lugar de cubrirte de Virtudes, de mi Luz y de mi Gracia, te están cubriendo más de penumbra, porque eres el blasfemo y das un paso adelante y tres atrás, porque no has sabido entender cuál es la preparación los pequeños benditos; porque aún no has sabido andar y ya quieres correr, mis pequeños amados. Porque no sabes escuchar: Oyes mas no escuchas, ves mas no contemplas, hablas mas no tienen énfasis tus palabras. Analiza y contempla en verdad, de las Parábolas que he traído para vosotros, Humanidad entera.
No temiendo seas por los senderos, por lo que ha de acontecer, porque tus pupilas lo han estado contemplando alba por alba, y vas en temor por lo poco que ha acontecido, más aún solo son los inicios de lo que ha de acontecer en el Haz Terrenal, mis pequeños amados.
Más no has de decir en albas venideras que no os lo advertí, que no os lo dije, porque vas echando en saquillo roto todo cuanto traigo para vosotros, y solo vas reteniendo lo que a tus propias conveniencias es, porque solo vas escuchando lo que a ti te conviene y no lo que realmente es para ti. Limpia y desmancha por dentro, mis pequeños benditos, que Yo me encargaré de desmanchar por fuera. Abre tu corazón, mis pequeños benditos, y escucha mi Palpitar.
Más así mismo, os lo dice vuestro Jesús, se humilde y baja de tu nube, porque puedes caer. Eleva la plegaria por toda tu Hermana Humanidad, que se encuentra en la oscuridad, que se encuentra en la penumbra, que se encuentra en el egoísmo y en la vanidad. Con oración tocaréis aquel corazón y serás sumiso y obediente, mis pequeños amados.
Oh Pedro bendito, ¿qué puedo esperar de ti? Bendito y alabado seas varón, contemplando he de ser todo cuanto has pedido. Más aquellos altos mandatarios tropezarán con aquella piedra que ellos mismos han puesto. Más así mismo irán cayendo uno a uno porque irán en tropiezo; más no temas varón, que contemplando he de ser a cada uno de los inocentes y aquellos de sus progenitores, cuentas claras y precisas me han de entregar. Levanta tu calza varón, toma y lleva de mi Luz y de mi Gracia, de mi Fuerza y de mi Fortaleza, y sigue a tu Maestro. Bendito sois.
Varones y mancebas, doncellas benditas, limpio y desmancho desde su crisma y hasta su calza, apartó lo que no les pertenece por dentro y por fuera. Más así mismo, contemplen las semillas que se les entregaron, aquellos que aún son inocencias aún pueden enderezar aquel brazo torcido delante. Llévenlos y guíenlos, por el buen sendero porque las cuentas claras y precisas no las pediré a ellos, sino a vosotros mismos. Más así mismo, cuando llegado el momento sea y que se hagan presente ante mi… qué me entregaréis, qué diréis cuando te pregunte “¿qué me hacéis presente?” mis pequeños benditos, si aún no tienes nada que ofrecerme, si aún caso omiso has hecho, de lo que te he entregado, así mismo sellarás vuestros labios y no habrá marcha atrás mis pequeños benditos.
Ahora es el Tiempo, ahora es el momento, ¡despierta del letargo y actúa Humanidad entera! No esperes y aguardes a lo que ha de caer del infinito. Labra tus propias tierras, siembra y cosecha Humanidad entera; no desfallezcas, tomate de mi Mano y sigue adelante. Aún estás a tiempo, aún es el momento, aún tiempo te doy porque tiempo he pedido para vosotros. No te llenes del fango, y no sigas tropezando más. ¡Abra tus pupilas espirituales y no cierres las materiales para que no seas en el tropiezo!
Contempla la Luz y guíate hacia ella; lleva consigo mismos a vuestra Hermana Humanidad, al que veas desfalleciendo, levántale y dale el Sano y Buen Consejo. Aquel que solicite de tu ayuda ¡bríndasela! sin mirar que es tu enemigo, porque no le estarás entregando a él, sino a mi mismo, porque estaré contemplando quien es aquel que entrega y quien es aquel que guarda en sus bolsillos lo que Yo mismo le he entregado.
Escucha y analiza Humanidad entera, es tiempo de despertar, es tiempo de levantar vuestra calza y es tiempo de actuar. No esperes y no aguardes, sino levántate y labora.
Prepárate Humanidad entera a lo que ha de venir. Escucha cada una de mis Plegarias, estaré trayendo a todos y cada uno de mi Mundo Espiritual a vosotros para que estén entregando el Sano y Buen Consejo; más no eches en saquillo roto y apártate de las vanidades y de los egoísmos. Sé uno mismo y sé vosotros mismos, mis pequeños amados.
Acercadme de vuestras aguas oh varon bendito. Bendito seas. Aguas que traídas son del Río Jordan, limpiadas y desmanchadas han de ser y convertidas en Bálsamo de Sanidad; aquel que tomare de ellas, Sano y Salvo será porque esa es mi Voluntad. Acercadme vuestro botón, bendito seas.
He de derramar de las Aguas Cristalinas primeramente a vuestra Escala, Símbolo de la Hermandad Espiritual. He de derramar las Aguas a las lejanas y cercanas comarcas. Ha de ser derramado este Rocío a los mares, lagos y ríos. He de derramar este rocio a vuestros caminos y caminantes, a los campos y campesinos. He de derramar este Rocío a las cárceles y presidios, donde se encuentran recluidos mis hijos con culpa y sin ella. Derramado este Rocío ha de ser a todos los orfanatos y asilos donde se encuentran mis pequeños y ancianos. Sea derramado este Rocio a todo lo que me haces presente: amuletos, antorchas, aguas, todo cuanto haces presente ante este Rocío bendecido será… Sea derramado este Rocío a mis Pedestales en preparación puedan encontrarse, todos y cada uno de vosotros han de recibir, en vuestros hogares y a todos quienes habéis dejado en ellos. Sea cumplida así mi Voluntad, Humanidad entera. Hecho ha sido Pedro amado.
¡Benditos sean mis hijos amados! Cortas son mis Palabras, pero de Grandeza y de Sabiduría para todos y cada uno de vosotros.
He contemplado vuestra cuita y vuestro dolor, y en verdad os digo que la he de apartar. He contemplado vuestras lágrimas y he de enjugarlas. He apartado sus penumbras, no ensuciar más vuestras envolturas porque limpias y desmanchadas han sido de todo cuanto traías encima: esa pesadez, esa cruz tan pesada que tenías en vuestros hombros la he aligerado un poco pequeños y pequeñas, no seas más en tropiezo, aprende a orar, aprende a pedir… no dice más el que habla más, sino el que actúa más. No es menester que balbucees y que abras vuestros labios y que quieras acabarte todo en un instante.
Abre mejor tu corazón y allí encontraréis las respuestas, porque quieres ponerte con mis Niños Espirituales al “tú por tú”; ellos vienen a sanar vuestra alma, a sanar vuestro espíritu y a sanar vuestra envoltura, no a discutir con vosotros mis pequeños amados… Si ellos te están diciendo que “es rojo”, es porque lo saben y es rojo, y no se lo quieras cambiar, mis pequeños amados, porque ellos saben el por qué te lo dicen. Quizás tú contemples con tus pupilas materiales, pero esas son engañosas; aprende a contemplar con las pupilas espirituales para que veas el por qué te lo dicen, y no discutas porque ellos no se pondrán al “tú por tú” contigo, mis pequeños amados. Analicen y entiendan, comprendan cada una de mis Plegarias, mis pequeños benditos.
Yo os pregunto: ¿Habéis quedado conformes? Benditos sean, que por vuestra conformidad Yo entrego a Manos Llenas del Pan si Levadura, del Jergon, de la Miel, de la Uva, tomen y lleven mis hijos benditos estas Monedillas que multiplicadas serán en lo material, tomen y lleven las Llavecitas del Trabajo mis pequeños amados. Tomen y lleven de mi Luz y de mi Gracia, de mi Fuerza y de mi Fortaleza, tomen del Agua de Vida que os ofrezco y tomen del Maná que no hará falta en su mesar.
Yo les entrego de Mi Bendición en el Nombre que Sois el Padre + en el Nombre que Sois el Hijo + y en Nombre que Sois de la Luz Bendita del Espíritu Santo.
Mi Paz sea con vosotros.
(Canto: “Adiós oh Padre, todos nos vamos…”)