Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro
Canalizado por: Hermana Concepción.
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de Buena Voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu limpio y puro, de la Escala de Perfección y ahí a vuestro propio entendimiento humano. Pasad a tomar vuestro banquillo, Humanidad entera, Congregación amada, y escuchad con atención mi consoladora Parábola. Benditos y alabados sean.
¡Bienvenidos sean los unos y los otros! Bienvenidos sean todos mis hijos por igual, sin distinción alguna de Raza, de Credo, ni Color, porque todos sois mis hijos buenos y malos, y a todos os amo por igual.
Recibiéndolos sois de grande manera al que gime y llora, al que sufre y se conduele, para aquel que a gritos llama a mi Nombre para que sea pudiendo al llamado, porque en desesperación puede encontrarse; aquel que pide por aquel que en el lecho del dolor se encuentra; por aquel que pide para que sea rindiéndole el denario; para aquel que pide el pan que llevarse a la boca; para aquel que no tiene lugar donde cubrirse de la intemperie de los tiempos; y así mismo escuchandoos sois a los unos y a los otros.
Bienvenidos sean los que vienen por primera, por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto. Contemplad, mis hijos benditos y bienamados, el alba bendita llena de Gracia en la cual vosotros sois presurosos en acudir al Recinto que es hecho y forjado para vosotros mismos, para refugio de cada uno de mis hijos, para que seais recibiendo de grande manera y a Manos Llenas, en alba primicia del mes de febrero, del año del Hombre dos mil veinte, en la cual nuevos portales se abrirán para bien y para mal, mis pequeños benditos; eso no depende de Mí, ni depende de mi Padre Amado, sino de cada uno de vosotros mismos.