Cátedra de Comunicación Espiritual Divina de Nuestro Señor Jesucristo, el Divino Maestro
Canalizado por: Hermana Concepción
Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Gloria a Dios en las Alturas y desciende mi Espíritu Limpio y Puro, de la Escala de Perfección así a la de Jacob y de allí a vuestro propio Entendimiento Humano.
Bienvenidos sean los que vienen por primera vez, los que vienen por segunda y por tercera vez, y los que aposentados sois ya en este Bendito Redil Sacrosanto.
Os doy de la bienvenida a todos mis hijos, sin distinción alguna de Raza, ni Credo, ni Color, porque todos sois mis hijos y a todos os amo por igual. Pasad y tomad de vuestro banquillo, Humanidad Entera, tomad vuestro banquillo y escuchad con atención de la Consoladora Parábola de vuestro Jesús amado.
Benditos y alabados sean, mis hijos amados, que en alba primicia del mes de octubre del año del hombre dos mil dieciocho, en la cual presentando sois los unos y los otros, y en la cual la Esencia de tu Jesús amado –crea el Hombre o no lo crea– presente se encuentra ante vosotros. Mi Luz llene vuestros senderos, ilumine vuestros pensamientos y sature vuestro corazón, oh Humanidad entera, oh Congregación amada.
Benditos y alabados sean, que se han preparado desde primeras horas del abrir el alba para acercarse a escuchar mi Consoladora Parábola, porque he venido a traer para cada uno de vosotros el Bálsamo de Sanidad. ¿Dónde pudieran estar mis hijos que no pudiera encontrarse el Padre? Heme aquí ante vosotros, corazones de buena voluntad, oh nueva Jerusalén que reunidos y congregados sois para recibir de grande manera, mi Dulzura y mi Amor en alba bendita llena de Gracia.